El siguiente destino era Sicilia, una semana después de la llegada a París.
- No quiero irme, Hazza.
Harry miró al alfa, quien estaba acostado sobre la cama cubierto de cintura hacia abajo con una sábana y el cabello despeinado.
- Ya lo hablamos, Lou, tenemos que irnos.
Louis se había enamorado de París y del perfil de Harry cuando el sol del atardecer daba de lleno en su cara cuando el omega se sentaba a ver el sol ocultarse cada noche.
- No me gusta.
- Vale, me iré sin ti.
Louis inmediatamente se sentó y miró al omega alzando una ceja, pensando en que lo que estaba diciendo en ese momento no era cierto.
- No te irías sin mi.
- Ponme a prueba. - Harry sonrió de lado, aunque Louis tuviera razón y él mismo supiera que no sería capaz de dejar a su alfa atrás tenía que ser convincente. - A lo mejor te llevas una sorpresa.
El alfa de Louis se sintió atacado solo de pensar en otro alfa cerca de su dulce omega y fue notorio en su aroma, que se agrió y Harry rió, sentándose en la cama y besando el cuello de Louis.
- Alfa, no estés celoso, te amo a ti.
- Y yo a ti.
Juntaron sus labios en un cálido beso y cuando Harry se separó Louis hizo un puchero, pero que en lugar de debilitar las ideas de Harry las fortalecieron. El rizado se levantó y le lanzó a Louis la ropa para ese día mientras terminaba de guardar sus propias pertenencias, en esa ocasión fue él quien se dejó ir la noche anterior con el equipaje por cierto alfa de manos inquietas.
- ¿Por qué no cambiamos la semana en Sicilia por otra semana en París?
- ¿No quieres ir a Sicilia?
Louis, ya vestido, se acercó a Harry y lo abrazó por la espalda, pasando sus brazos por la cintura del omega.
- Contigo sí, pero también me gusta París.
- Volveremos, ¿vale? Ahora ayúdame.
La pareja bajó su equipaje hasta la recepción y fuera del hotel el taxi los esperaba para llevarlos al aeropuerto, estaban felices, todo había ido de maravilla durante esa semana y se iban completamente enamorados de la ciudad y del otro.
Harry jugaba al Candy Crush en el móvil de Louis, pues en el suyo ya no le quedaban vidas, cuando recibió un mensaje de Talía.
- Talía pregunta si ya salimos, termino esta partida y te lo devuelvo.
- Vale.
Harry continuó jugando durante algunos minutos más antes de devolverle el teléfono a Louis. La amistad entre la omega y el alfa se había vuelto muy sólida durante los últimos días y a Harry ya no le molestaba. En algunos de los videochat que su alfa había hecho con la chica acabó hablando él con ella.
- Lou, creo que dejé mi libro.
Harry rebuscaba en su mochila por el ejemplar que había llevado consigo al viaje, y no lo encontraba.
Louis puso su teléfono en modo avión tras despedirse de su amiga y miró al omega.
- Seguro que lo pusiste en la maleta, no te preocupes, y si se quedó atrás compraremos otro.
Harry asintió preocupado, le encantaba esa edición de Romeo y Julieta y si había perdido la suya al menos esperaba encontrar otra igual.
El viaje fue tranquilo para ambos, claro que al quedarse dormidos ninguno notó las turbulencias que hubo durante el camino, pero llegaron a la isla italiana de una pieza.
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Flores Salvajes || L.S
Fanfiction- ¿Alguna vez viste algo más bonito que una flor silvestre, Louis? Crecen sin necesidad de cuidados y siguen siendo hermosas. Pero Louis solo podía mirar el brillo que desprendían las esmeraldas de Harry mientras observaba las flores y todo en él en...