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Tras avisar a Ashton a la mañana siguiente de que no iría con él Harry se quedó en la sala viendo alguna serie a la que no prestaba mucha atención. El asiento a su lado se hundió y el aroma a canela de Liam lo envolvió, por lo que cubrió su nariz con la manga del suéter que llevaba puesto, aspirando el aroma a café y eucalipto que desprendía. Liam lo notó y alzó las cejas de forma sugerente mirando al rizado, que se encogió en su asiento abrazándose a sí mismo y mirando la televisión.

- Si se te ocurre decir algo te mataré, Liam Payne.

- Ese suéter no lo había visto antes, pero no diré nada.

La sonrisa divertida de Liam aumentó al ver las mejillas sonrojadas del omega antes de que cubriera su rostro con las manos en un intento por desaparecer.

- ¿Te gusta Louis, Hazza?

- Solo lo he visto un par de veces, Liam, no me gusta.

Pero el sonrojo de sus mejillas seguía ahí, sabía que su omega enloquecía cuando lo tenía cerca y que no pudo resistirse a ponerse su abrigo cuando vio que lo había olvidado, pero no podía decir que le gustara, ni siquiera lo conocía.

- Está bien, tienes razón.

Al escuchar que su amigo le había dado la razón sonrió y quitó las manos de su rostro para guardarlas en los bolsillos del abrigo mientras dirigía su vista a la televisión pero su mente desconectaba del mundo pensando en lo que Liam había dicho. Tal vez tenía algo de razón, pues no podía negar que el alfa le resultara atractivo, lo era y mucho. Sin embargo no pasaba de eso a su parte racional, simple atracción, pero a su omega parecía encantarle, enloqueció con el beso que le había dado la noche anterior, su aroma lo tranquilizaba y su presencia era simplemente explosiva para él.

Pero no era el único que se sentía así, mientras miraba el techo blanco de su habitación tumbado en la cama, Louis pensaba en lo que había ocurrido el día anterior, era demasiado que procesar pues había encontrado a su omega en un chico rizado con los ojos más bonitos que hubiera visto alguna vez. Esperaba con todas sus fuerzas que Harry hubiera sentido lo mismo que él, el destino cumpliendo su propósito, porque su alfa tenía una necesidad fuera de lo normal de proteger al pequeño, de cuidarlo y de alejarlo de Ashton. No pudo evitar soltar un gruñido cuando pensó en el chico de cabellos rojos, esperaba no tener que volver a cruzarse con él, pero al destino le gusta jugar y aquel chico que conoció en la secundaria ahora es amigo de su dulce omega.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un rico olor a chocolate que pronto llenó la habitación cuando Lottie entró corriendo y se dispuso a saltar sobre la cama de su hermano mayor.

- ¡Exijo saberlo todo, Louis William!

Louis estaba seguro de que Zayn había sido el responsable de contarle a su hermana, así que con una mueca se levantó de la cama para que su hermana no aplastara sus piernas y la miró con una ceja alzada.

- Encontré a mi omega.

La mandíbula de la rubia descendió y Lottie creía que podría desencajarse, dejó de saltar con los ojos muy abiertos mirando a su hermano, no podía creer lo que había escuchado.

- Lotts, ¿estás bien?

Antes de que pudiera reaccionar tenía a su hermana abrazandolo y llorando en su hombro, no esperaba que realmente aquella noticia la emocionara tanto, pero así fue durante algunos minutos hasta que la alfa se calmó pero no se separó de su hermano.

- ¿Cómo se llama?

- Harry.

Lottie analizó la palabra pronunciada por Louis y la saboreó un par de veces, ese era el nombre del padre de sus futuros sobrinitos, realmente esperaba a sus sobrinitos prontos aunque seguro su hermano se negaba hasta que terminara la universidad. La vida la odiaba en esos momentos. Pero por suerte para ella solo le quedaba un año para que su hermano terminara.

- ¿Y cómo es?

- Es la persona más hermosa que puedas encontrar, tiene unos ojos verdes que podrían enloquecer a cualquiera, tiene el cabello rizado y oscuro, y una sonrisa... joder su sonrisa, no lo sé, Lotts, es perfecto.

La risa de su hermana no tardó en llegar al observar el brillo en su mirada que presentaban los ojos de Louis al hablar de aquel chico al que ya moría por conocer.

- ¿Cuándo lo verás?

El alfa sonrió mientras buscaba su reloj y al encontrarlo perdió la sonrisa mientras bruscamente tiraba el reloj y se sacaba la camiseta.

- ¡En dos horas!

Corriendo entró al baño dejando sola a la rubia que no dejaba de reírse del comportamiento de su hermano, y cruzaba los dedos porque a su hermano le fuera bien con ese chico. El sonido de alguien llamando a la puerta la distrajo y salió de la habitación, pero Zayn abrió antes y ella supo de quién se trataba en cuanto el aroma a arándanos llegó a sus fosas nasales y la voz chillona de la chica gritó el nombre de su amigo mientras lo abrazaba.

– Hola Iris, ¿cómo estás?

– Bien, buscaba a...

La frase de la chica quedó colgada cuando entró y vio a Lottie apoyada en el marco de la puerta de la habitación de su hermano, mirándola con la sonrisa más falsa que pudo poner, la morena rápidamente volteó a ver a Zayn.

– ¿Qué hace ella aquí?

El moreno trataba de contener la risa que aquello le producía, siempre era lo mismo cuando Lottie e Iris se encontraban, no podría haber más enemistad entre una alfa y una omega que la que ellas tenían, pero al chico le divertía.

– ¿Recuerdas que es la hermana de Louis, mi mejor amigo y compañero de piso, y además es mi mejor amiga?

Iris simplemente rodó los ojos y asintió volviendo toda su atención a su amigo envolviendolo en un abrazo y escondiendo el rostro en su cuello, acto que molestó a la rubia, que imitando la acción de la chica rodó los ojos y se dirigió a la cocina. Necesitaría estar ocupada para no matar a la chica que se encontraba fuera y solo se distraería si preparaba la comida para ella y Zayn, contaba con que su hermano estaría con Harry y la insufrible Iris se habría ido ya. Sino se iría ella y les dejaría la cena preparada, cosa que esperaba que no pasara, quería molestar a su hermano con preguntas incómodas en cuanto regresara de su cita.

Zayn se encontraba incómodo con el rostro de la chica aspirando su aroma a menta en su cuello y con toda la delicadeza que pudo reunir la apartó mostrándole una sonrisa tratando de no ser grosero.

– ¿Qué haces aquí, Iris?

La sonrisa de la chica se agrandó y sujetó la mano de Zayn mirándole con ojos de corderito, algo que a Zayn no le provocó ternura pues sabía que le pediría algo.

– Verás, como tú no te animabas te quería preguntar si te apetece ir conmigo al cine.

La risa de Lottie pudo escucharse desde donde estaban el alfa y la omega, quien solo frunció el ceño notablemente molesta, pero el alfa vio su salvación cuando un Louis muy arreglado apareció por la puerta de su habitación.

– No puedo, Iris, debo acompañar a Louis a ver a su omega.

– ¿Y eso es más importante que ir al cine con TU omega?

Hizo énfasis en la palabra tú, pero Louis miró a Zayn sin entender nada mientras Lottie seguía riendo escandalosamente y el moreno fallaba buscando una excusa, así que optó por la verdad.

– Nunca tendré una omega, Iris, siento decepcionarte.

Y sin más abrió la puerta, la morena captó la indirecta y salió por la puerta, permitiendo a Zayn respirar nuevamente mientras Louis seguía confuso y Lottie riendo.

– No creas que vas a acompañarme, quítate a las omegas de encima de otro modo.

Entre risas Louis se despidió de su hermana y luego de su amigo antes de tomar sus cosas y marcharse para ir a buscar al dulce omega de ojos verdes.






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No odien a Iris, por favor, gracias.

Si hay errores ortográficos sentiros libres de corregirlos.

All the love

Flores Salvajes || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora