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Algo más de dos meses pasaron viajando después de aquel suceso, después de Japón llegaron a Chile, y recorrieron algunos países del continente americano antes de volver a Inglaterra, donde su familia los esperaba con ansias, sin saber que el omega tenía dos meses de embarazo, ya que el pequeño vientre que se había formado era camuflado por Harry para que no lo notasen. Ya habían planeado el como se lo dirían y tenía que salir todo a la perfección.

– ¡Harry!

Niall abrazó a Harry llorando en cuanto lo vio, lo había echado muchísimo de menos, no estaba acostumbrado a pasar tanto tiempo lejos de su mejor amigo, pero en cuanto le llegó el turno a Liam de saludar a su mejor amigo recibió un gruñido por parte de Louis. Sabía que debía controlarse, pero que otro alfa, aunque fuera Liam, quien ya estaba enlazado con Maya, abrazara a su omega embarazado no le gustaba.

Te todos modos Liam lo ignoró y siguió abrazando a Harry hasta que Anne lo apartó y abrazó a su pequeño. Las familias de ambos habían viajado para darles la bienvenida, y aprovecharían esa semana que pasarían juntos para contar la noticia de que pronto habría uno más en las comidas familiares.

Los ojos de Harry, de repente, se llenaron de lágrimas cuando después de saludarse todos se dirigían hacia los coches para irse a casa, Louis al notarlo se giró hacia su omega buscando qué estaba mal.

– ¿Qué pasa, omega?

– Quiero café, comprame café, alfa.

Louis lo miró un poco inseguro, pero cuando Harry siguió llorando y lo abrazó, mojando con sus lágrimas el cuello del alfa, este se decidió y lo separó.

– Vale, ¿cómo lo quieres?

– Con leche. Y vainilla.

Louis asintió y se marchó hacia la cafetería más cercana, mientras que Harry y los demás seguían el camino hacia los coches para prepararse para el regreso a casa.

Louis volvió no mucho después.

– Ten.

El alfa se había asegurado que el café fuera descafeinado y muy poco, de esa manera su omega y su bebé podrían tomarlo tranquilamente.

Harry lo probó y enseguida el sabor a vainilla en su paladar supo dulce, pero no le gustaba. No, eso no era lo que quería. Con un puchero lo hizo a un lado y se apoyó en el hombro de Louis, disfrutando de su aroma, y entendiendo además que su omega no quería café, quería a su alfa mucho más cerca.

Al llegar a la casa del omega, junto al alfa entraron en la estancia y el resto se marchó, con la excusa de que estaban cansados por el viaje y querían descansar.

– Estaba deseando quitarme esto.

Harry se quitó la sudadera de Louis en cuanto estuvieron solos, revelando bajo su camiseta la pequeña barriguita que se empezaba a formar, y que Louis no dudó en acariciar, totalmente embelesado por el hecho de que un pequeño conjunto de células dentro de su omega estaba formando lo que en unos meses sería su amado cachorro.

– El lunes por la mañana me pasaré con Zayn por la oficina, empezaremos a prepararnos para incorporarnos.

Eso fue un golpe muy duro para el omega, sabía que tenía que prepararse para empezar su año escolar, pero estaría lejos de su alfa, que ya había terminado sus estudios, y no quería eso.

– No quiero.

– ¿Qué?

– No quiero ir a la universidad y que tú vayas a trabajar, quiero estar contigo todo el tiempo.

Flores Salvajes || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora