Flores Salvajes || L.S

III

Durante horas Niall y Zayn pasaron hablando de todo y de nada, Liam se cansó de escuchar su conversación no mucho después y se marchó, pues su novia esperaba por él. Para cuando Harry salió de su habitación en busca de algo que comer la llamada no terminaba pero pudo escuchar con claridad las palabras de su amigo.

– Sí, Hazza acaba de salir, espera un momento.

Los pasos del rubio hasta la cocina alertaron al rizado de que iba hacia ahí para informarle de su conversación con Zayn.

– Hazza, Zayn vendrá a cenar en unas horas, traerá a Louis.

La mente de Harry buscó rápidamente una excusa para librarse de aquella cena y en su cabeza apareció un rostro. Se consideró un genio.

– No puedo, Ni, iré a ver a Ash al skate park, se lo prometí.

Ni siquiera era cierta aquella promesa, pero llamaría a su amigo en cuanto la conversación con Niall terminara. Su respuesta reflejó la desilusión en el rostro del rubio, que solo asintió y volvió su atención al teléfono en su mano.

– Zayn, ¿sigues ahí? Hazza no estará, sí, tiene planes, lo siento. Sí, en dos horas.

Devolviendo toda su atención al chico al otro lado de la línea Niall regresó a la sala dispuesto a continuar su llamada con Zayn mientras Harry sacaba su teléfono del bolsillo de su pantalón y se dispuso a llamar a Ashton, quien contestó al segundo tono.

– Te veo en el skate park en 10 minutos.

Sin darle tiempo a contestar colgó la llamada y se dirigió rápidamente a su habitación para buscar una sudadera y las llaves.

– ¡Niall me voy!

– ¿A dond...?

La pregunta quedó en el aire cuando Harry corrió fuera del departamento, cerrando la puerta tras él. Tardó unos pocos minutos en llegar al skate park y ahí estaba Ashton esperando con su skate y una gran sonrisa, el aroma a tabaco del alfa lo envolvió en cuanto lo abrazó y luego lo miró con una amplia sonrisa.

– Hola Hazza, ¿por qué tanta prisa por verme?

– Necesitaba salir de casa, perdona.

Sin perder su sonrisa el alfa despeinó los rizos del omega y le tendió el skate.

– ¿Donde nos quedamos la última vez?

– En mi rodilla sangrienta y mi carita desfigurada.

Ashton no pudo evitar reír ante la exageración de Harry, sí había tenido una herida en su rodilla pero no había quedado desfigurado.

– ¿Y quieres seguir aprendiendo?

Sin pensarlo demasiado negó rápidamente con la cabeza pues no quería morir y aquello era demasiado suicida para él.

– No, pero verte patinar no me disgusta.

La risa de Ashton era armoniosa pero no cuando de burlarse de Harry se trataba, sin embargo asintió y colocó las protecciones en sus manos, dejó un beso en su frente mientras despeinaba sus rizos y se marchó hacia donde los demás skaters se encontraban. Los pensamientos de Harry se dispersaban pero saludaba al chico de cabellos rojos cada vez que se encontraba lo suficientemente cerca. No podía dejar de pensar en que Louis estaría en su casa y los nervios lo invadían, no sabía porqué pero el simple hecho de pensar en él ya lo alteraba a él y a su omega, necesitaba una respuesta ya.

– ¡Ash!

Ante el llamado del rizado Ashton regresó a donde se encontraba y se sentó a su lado deslizando el skate en el suelo.