XXII

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Louis despertó por los ruidos provenientes de la sala, así que no pudiendo recuperar el sueño se levantó y salió a investigar lo que ocurría para encontrarse nada más y nada menos que a Zayn peleando con la vajilla. Habían regresado el día anterior y no habían limpiado mucho, pero parecía que el moreno quisiera romper todo lo que había en las alacenas.

– ¿Zayn? ¿Qué haces?

El alfa se asustó al escuchar a su compañero de piso y soltó el plato que tenía en sus manos, lo que causó que al chocar en el suelo se rompiera y gruñera al castaño.

– No me asustes así, Lou.

Zayn se encargó de recoger los trozos del plato roto bajo la atenta mirada de Louis y luego volvió a colocar lo que estaba desordenado antes de responder a la pregunta que le había hecho.

– No podía dormir, y tenía que hacer algo, así que me puse a limpiar, lo siento, no quería despertarte, es solo que no podía quedarme en la cama un minuto más.

El nerviosismo de Zayn era palpable y muy notorio, por lo que no pasó desapercibido por Louis, que lo miró confundido y con sus brazos cruzados, no acostumbraba a que Zayn estuviera nervioso o inseguro por algo, normalmente era todo lo contrario, así que su comportamiento definitivamente le preocupaba.

– ¿Va todo bien?

– ¿Recuerdas cuando teníamos 12 años y prometimos que nunca nos ocultariamos nada?

Louis asintió frunciendo el ceño, no entendiendo a dónde iría a parar la conversación pero sin duda queriendo saber a qué se refería su amigo.

– Llevo rompiendo eso desde hace años, pero... ni siquiera sé cómo decírtelo ahora, solo quiero que no te enfades, hablé con Doniya y me dijo que hablara contigo, eres mi hermano.

– Siempre, da igual lo que hayas hecho, eres mi hermano.

Zayn asintió y caminó hasta el sofá sentándose, seguido por Louis que se sentó en un sillón individual.

– Encontré a mi destinada.

– ¡Eso es genial!

Pero la emoción de Louis se disipó al ver la ausencia de alegría en el rostro de Zayn, así que lo miró confundido esperando que explicara lo que había pasado.

– Fue en Yorkshire, cuando estabas demasiado ocupado, ya me entiendes.

– ¿Por qué no estás feliz?

Zayn respiró profundamente antes de responder y bajó la mirada, no podía mantenerle la vista con lo que iba a decirle.

– Tiene novio, es beta pero está muy enamorada de él y yo-. Louis lo interrumpió antes de que pudiera terminar la frase.

– No siento, hermano, pero no estés triste por ella, seguro que habrá alguna omega esperando por ti ahí afuera.

– Esa es la cuestión...

Louis estaba cada vez más perdido en aquella conversación, no estaba entendiendo nada de lo que su mejor amigo decía, sabía por su hermana que si tu destinado te rechazaba dolía, pero Zayn estaba extraño, demasiado incluso para él.

– No te entiendo.

– Estoy enamorado desde hace años, tantos que he perdido la cuenta.

El castaño quedó de piedra en aquel preciso instante, lo menos que se esperaba era que Zayn llevara enamorado tanto tiempo, esperaba que algo así se lo hubiera contado, es importante y tal vez podría haberle ayudado con eso.

– ¿Y por qué nunca me lo dijiste?

– Tenía miedo de que te enfadaras tanto que no volvieras a hablarme nunca más.

Louis se levantó del sillón y se sentó junto a Zayn en el sofá, pasando un brazo por sus hombros y mirándolo con una sonrisa comprensiva.

– Eres mi hermano, nunca podría hacer eso.

– Ya, soy tu hermano hasta que descubres que se trata de tu hermana.

El cerebro de Louis empezó a trabajar a dos mil por hora al escuchar esa simple frase, no podía ser que Zayn estuviera enamorado de Fizzy, era sólo una niña, lo mataría en ese instante, y el otro alfa pareció leer su mente cuando puso cara de horror y empezó a negar enérgicamente.

– No, no es Fizz, no, borra eso de tu mente, es Lotts.

El cerebro de Louis entró en cortocircuito al escuchar las dos últimas palabras, por una parte se alegraba enormemente de que su mejor amigo no estuviera enamorado de su pequeña Fizzy, pero ¿Lottie? Ella era una alfa, y aunque no hacía falta decir que era la mejor alfa que había conocido no esperaba que Zayn se enamorara de ella, al fin y al cabo ambos eran alfas.

– Lou, ¿estás bien?

– ¿Ella lo sabe?

Al negar con la cabeza y bajar la mirada provocó que las neuronas de Louis reconectaran y pudo mirar a su amigo con una sonrisa compasiva.

– El equipo siempre creyó que acabarían juntos, yo pensaba que solo eran idioteces de niños, pero resulta que años después descubro que llevas enamorado de mi pequeña tanto tiempo.

– Sí, bueno, necesitaba soltarlo, sé que no podría tenerla, ella es increíble, pero necesitaba decirlo.

– Tengo que llamar a Harry, pero cuando termine hablamos de esto. Te sigo queriendo, idiota.

Ambos rieron y Louis regresó a su habitación cerrando la puerta tras de sí y tumbandose en la cama alcanzó su móvil y llamó al rizado, esperando que ya estuviera despierto.

– No sé quién diablos eres pero te juro que te voy a mat- Rápidamente Louis interrumpió al omega, que claramente había estado durmiendo, su voz somnolienta y no saber quién llamó lo delataban.

– Buenos días, omega.

– ¿Louis? Buenos días.

Ante la calma que su omega recuperó cuando descubrió que la llamada era de Louis el alfa solo pudo reírse a carcajadas.

– Alfa estúpido, deja de reírte.

– Perdón.

Aún sonriendo Louis prestó toda su atención a la suave risa que se escuchaba del otro lado, sonaba ligeramente ronca, definitivamente Harry había estado durmiendo.

– ¿Acabas de despertarte?

– Todo por tu culpa, estaba soñando que... - Harry hizo una pausa tratando de improvisar al darse cuenta de su error. - Iba con Gems a París y subíamos a la Torre Eiffel, ya sabes.

– Supongamos que te creo.

Ambos rieron a carcajadas, Harry agradeciendo que Louis no tratara de indagar y Louis creyendo que su omega no podía ser más lindo de lo que ya lo era. Estaba tan enamorado, pero aún no sabía cuánto.

– Lou.

– Hmm.

– Te quiero.

El rizado lanzó su móvil al decir aquellas dos palabras, ya lo había dicho antes, pero no se acostumbraba a que el alfa se lo dijera de vuelta. Louis notó el golpe por lo que supuso que el teléfono ya no estaba en las manos de Harry y solo rió, contestando a lo que su omega había dicho cuando lo tuvo de nuevo en sus manos y escuchó la respiración acelerada en el otro lado de la línea.

– Yo te quiero más.













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Se van a acostumbrar a que actualice todos los días y todo será mi culpa je.


Si hay errores ortográficos sentiros libres de corregirlos.

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Flores Salvajes || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora