Flores Salvajes || L.S

XXIX

Zayn y Louis habían pasado la última semana perfeccionando su plan durante las noches y entre horas en la universidad, no querían bajo ninguna circunstancia que ocurriera algo como lo que pasó la última vez y acabaran al borde de un infarto mientras sus ¿amigos? Veían películas.

– Entonces tú la llevas a las cinco.

– Exacto.

– Y Niall irá con Harry al cine para que tú puedas recoger a Lottie y que no estén juntos.

– Eso es.

– Vale, esta vez puede funcionar.

Zayn se dejó caer en la silla profundamente aliviado por lo que ocurriría al día siguiente, ya que para ellos nada podía salir mal, lo habían pensado demasiado y habían planteado todos los errores que se les ocurrió. Ninguno lo suficientemente importante para no darle una rápida solución.

– ¿Qué crees que dirá?

– Solo es necesario ver cómo te mira para saber que dirá que sí, deja de preguntar eso.

Zayn asintió mirando a su amigo desde el sofá, pensando en lo que podría ocurrir.

– ¿Y cuándo se lo dirás a Harry?

– Si todo sigue bien pronto, estoy preparando.

– En ese caso me voy a dormir, no quiero ir mañana con cara de figurante de The Walking Dead.

Ambos rieron mientras Zayn se levantaba del sofá y golpeaba el hombro de Louis amistosamente antes de desaparecer hacia su habitación.

Louis por su parte se quedó en la sala pensando, le preocupaba más que Harry dijera que no cuando le pidiera cortejarlo, Zayn y su hermana se conocían prácticamente desde que Lottie nació, y solo había que verlos juntos para saber que se morían por ser pareja, pero con su omega era diferente y él lo sabía, y eso era lo que le asustaba.

No supo en qué momento se durmió, pero despertó a la mañana siguiente en el sofá después de que su amigo le tirara un vaso de agua encima. Lo miró reir y no le quedó más remedio que levantarse.

– Ve a ducharte, llegaremos tarde.

Asintiendo se fue a ducharse y vestirse decentemente mientras Zayn preparaba el desayuno. Escuchó la puerta de entrada ser abierta y un aroma a chocolate lo inundó todo, causándole una sonrisa al alfa.

– No sé qué estás preparando, pero quiero.

– Buenos días, Lotts.

– Buenos días.

La alfa dejó un beso en la mejilla de su mejor amigo y se sentó en la encimera observando a Zayn cocinar.

– ¿Qué harás hoy después de clase?

– Irme a casa, tengo un diseño que preparar.

– Vale.

Lottie lo miró confundida, estaba nervioso, podía sentirlo en su aroma y sus movimientos, pero no sabía porqué y lo necesitaba.

– ¿Estás bien?

– Sí.

– ¿Seguro?

– Sí.

Sabía que mentía. Pero lo que no entendía era porqué lo hacía, ellos no se mentían, eran completamente sinceros con el otro siempre.

– Buenos días a lo más bonito de esta casa.

Louis abrazó por detrás a su hermana y besó su mejilla con una amplia sonrisa, recibiendo un intento de sonrisa, más parecido a una mueca, a cambio.