Capítulo 10.

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"¡Se razonable! ¡Hanguang-Jun, se razonable!"

Tomándose fuertemente de uno de los brazos de su alfa, Wei Ying usaba toda la fuerza de su cuerpo para intentar detenerlo, sin embargo Lan Wangji no correspondía como se esperaría, avanzando sin detenerse y sin mirar atrás, caminaba con determinación por todo El Receso Entre Las Nubes. Era de noche, bastante avanzado en la hora de la secta, así que la mayoría de los maestros debían estar dormidos ya y no había nadie por los pasillos armoniosos del hogar de la secta Lan. Así que aprovechando esa soledad, Lan Wangji caminaba rápidamente sin detenerse en dirección a las cocinas de la secta, que quedaba en el área de los omegas y mujeres en la secta.

Dándose cuenta de donde estaban, Wei Wuxian se notó extremadamente alarmado: "Lan Zhan, no deberíamos estar aquí, no deberías estar aquí".

"¿Mmm?" Pregunto el alfa confuso, sin dejar de caminar.

"Recuerda las reglas Hanguang-Jun, eres un alfa, no se permiten alfas o betas pasada la hora del toque de queda".

"Mmm..." Susurro Lan Wangji, prefiriendo ignorar las palabras de su omega a pesar de que las había escuchado claramente.

"¡Lan Zhan!" Reclamó Wei Ying, aun intentando pararlo.

El joven omega tenía la ligera esperanza de que su alfa volviera a la razón cuando llegaran a las cocinas, pero no estaba seguro, pues nunca antes había presenciado semejante locura en el joven maestro Wangji.

Atravesando algunas plantas de la gran y frondosa naturaleza que rodeaba toda la secta, ambos jóvenes finalmente llegaron a las cocinas, y en medio de los reclamos de Wei Wuxian, Lan Wangji se acercó a la puerta e intento abrirla, encontrándola cerrada.

Aliviado al darse cuenta de que no podrían hacer nada, Wei Ying pregunto: "¿Lo ves? ¿Lo ves Hanguang-Jun? No se puede hacer nada, está cerrado. Volvamos a la habitación ¿De acuerdo? Se bueno ¿De acuerdo?".

Frunciendo el ceño en un adorable puchero, el joven maestro Lan siguió insistiendo con la delgada puerta corrediza de madera, intentando recorrerla una y otra vez, hasta que la madera sonó, alarmado a Wei Wuxian.

"Bien, para, romperás la puerta" Dijo Wei Wuxian alarmado, tomando a su alfa de la muñeca con fuerza intentando alejarlo de la madera: "Lan Zhan es tan fuerte... La puerta no es buen rival para demostrarlo ¿De acuerdo?"

Girándose para ver al mayor, Lan Wangji se notó extremadamente triste, poniendo una expresión dulce que a su omega le recordó a ese pequeño niño que le hacía pucheros cuando jugaban juntos en Lotus Pier. Suspirando con cariño, Wei Ying acaricio el rostro del contrario, depositando un beso en una de sus mejillas, mirándolo con pena.

"Vamos, mañana te llevare a comer algo delicioso" Dijo Wei Ying, tomando suavemente la mano del menor.

Sin embargo Lan Wangji no estaba dispuesto a acompañarlo, y mirando únicamente el candado que cerraba la puerta de las cocinas, estaba pensando en la llave y en quien podía tenerla, empecinado en su idea.

Tirando un poco más fuerte de su mano para hacerlo avanzar, Wei Ying susurro: "Vamos Lan Zhan... En serio, vamos..."

"La llave..." Susurro Lan Wangji, pensativo.

"¿La llave?" Repitió Wei Wuxian nuevamente confuso.

"Mi hermano..."

"Ni lo pienses Hanguang-Jun, Zewu-Jun está dormido ahora, no querrás..." Negó Wei Ying asustado.

Sin embargo Lan Wangji le hizo poco caso al contrario, y volviendo a caminar, arrastró nuevamente a su omega en una dirección desconocida dentro de la secta, logrando que Wei Ying se quejara: "¡Lan Zhan!"

Mi joven amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora