Capítulo 46.

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Los pájaros cantaron al amanecer en Gusu, y abriendo los ojos de forma perezosa, Wei Wuxian se dio cuenta de que era bien entrada la mañana. Aun con el sentimiento de dolor y relajación de la noche anterior, Wei Ying se giró en la cama, observando a su alfa junto a sí mismo. Lan Wangji, el cual había terminado rendido la noche anterior después de tantas estimulaciones, no había despertado a su hora usual, todavía inconsciente a pesar de la hora.

Sonriendo al ver a su hermoso jade durmiendo, un paisaje que le resultaba increíblemente bello, Wei Ying se giró aún más en los brazos del menor para besar sus labios con un suave toque.

"Te amo, Lan Zhan..." Susurró Wei Ying, mirando a su jade profundamente dormido.

Sintiéndose en paz al estar rodeado por los brazos del menor, en un cariñoso abrazo que no se había aflojado en toda la noche, Wei Ying pensó que podría volver a dormir. Sin embargo debido a la luz que entraba en todo el pabellón, junto con el canto intermitente de las aves y el estar en un lugar que aún le resultaba extraño; Wei Ying no pudo volver a conciliar el sueño. Decidiendo pasar el rato jugando con su inconsciente alfa, Wei Wuxian se distrajo enredando la blanca cinta de Lan Wangji en sus dedos, o besando los labios y el rostro del menor, intentando secretamente despertarlo.

Sin embargo estas distracciones solo duraron algunos minutos antes de aburrir de una manera insoportable al mayor, el cual admirando fijamente el hermoso rostro dormido de su jade, comenzó a desesperarse en la cama. Wei Ying el cual era un joven inquieto, no podía pasar mucho tiempo sin estar haciendo algo, ya fuera caminando por ahí o jugando, así que intentando despertar a Lan Zhan para poder salir de ese increíble aburrimiento y poder hacer finalmente algo, comenzó a picar una de sus mejillas y su nariz.

Pero joven Lan sin querer despertarse, frunció la nariz e hizo una expresión de desagrado, soltando el abrazo que tenía impuesto en el cuerpo de Wei Ying para luego girarse en la cama y darle la espalda. Refunfuñando al ver cómo había sido ignorado por su alfa, Wei Wuxian pataleó suavemente debajo de las frazadas, quejándose en susurros sin saber que más hacer.

"Lan Zhan despierta..." Se quejó Wei Ying en un susurro, mirando al contrario sin hacerle caso aun.

Refunfuñando en susurros, Wei Ying finalmente decidió sentarse en la cama, cansado de estar acostado. Mirando toda la habitación del menor con aburrimiento, pensando en que podría hacer para divertirse, pronto se le ocurrió una gran idea. Levantándose de la mullida cama del menor con cuidado, Wei Ying se apresuró a dirigirse a una estantería cercana a la cama del menor, donde amontonados en las repisas habían varios libros de diferentes temáticas.

Recordando que después de la primera noche que ambos pasaron juntos y en condiciones, Lan Wangji le había leído al despertar, Wei Ying pensó que sería un buen detalle leerle al menor también cuando este despertara. Así que acercándose a la gran estantería de madera, Wei Wuxian comenzó a investigar los libros de su alfa con curiosidad.

Encontrando libros de temas diversos, que iban entre historia a cuentos cortos, Wei Wuxian se sorprendió al darse cuenta de que una de las repisas de la estantería estaba llena de un solo tipo de libros: De poesía. Tomando uno de esos delgados volúmenes, con tapas de estampados elegantes y preciosos, Wei Wuxian comenzó a hojearlos dándose cuenta de que eran poemas de amor. Girándose para ver curioso a su alfa en la cama, Wei Ying se sonrojó pensando en el menor con esos libros recordándolo.

Sin tener más que hacer, Wei Ying se quedó frente a esa repisa, tomando libros al azar para hojearlos y leer unas líneas sueltas, esperando encontrar alguno que llame su atención para llevarlo a la cama del menor a leérselo. Fue de esta manera que Wei Ying notó algo extraño en el fondo de la estantería, moviendo los libros de un lugar a otro pronto se dio cuenta de que al final de la sección, escondidos detrás de otros tantos volúmenes de esos inocentes tomos, habían libros escondidos.

Mi joven amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora