Capítulo 28.

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Sin embargo para su sorpresa, cuando estaban cerca de la salida de Lotus Pier, Wen Ning y Wei Ying sufrieron una gran sorpresa cuando vieron a alguien despierto, un miembro de la secta Wen que caminaba sin rumbo por el lugar.

Esa persona era Wen Xu, quien dándose cuenta del extraño espectáculo que estaba teniendo lugar, decidió salir de la habitación en la que estaba resguardándose para comprobar lo sucedido, sorprendiéndose al encontrar a todos dormidos. Él por obvias razones no celebró con su secta por la gran "hazaña" de tomar Lotus Pier, y encerrándose en una habitación, solo se dio cuenta de que algo extraño estaba sucediendo cuando uno de sus guardias betas cayó al piso inconsciente fuera de su habitación, lo que lo llevo a buscar ayuda, encontrándose con que todos los miembros de su secta estaban en las mismas condiciones, o incluso peores; dependiendo de la cantidad del licor con sedante que habían tomado.

Encontrándose de frente, Wei Wuxian no supo que hacer, temiendo que Wen Xu hiciera algo para detenerlos. Mientras que Wen Ning se quedó helado, comenzando a sentirse temeroso, pues no quería que Wen Xu pensara que era un traidor, aunque no podría negarlo en ese instante, caminando detrás de Wei Wuxian por la secta, llevando al prisionero de los Jiang en su espalda.

Y manteniendo un incómodo silencio tenso entre todos, Wen Xu de pronto hizo algo inesperado, arrodillándose frente a Wei Ying y haciendo una reverencia, algo que sorprendió mucho al joven Wei.

Con una voz muy suave, Wen Xu se disculpó diciendo: "Joven maestro Wei Wuxian, por favor perdone a mi secta por la barbarie que han cometido en su hogar, por todo el dolor y la destrucción, y por... Haber dañado a su hermano..."

Sintiéndose muy incómodo, Wei Ying solo pudo quedarse en silencio, escuchando as tristes y arrepentidas palabras de Wen Xu; quien continuó con su discurso: "... Nunca habrá una forma en la que mi secta o mi persona puedan pagar a su familia por todo el daño que hemos hecho, pero desde el fondo de mi corazón, suplico su perdón. Por favor maestro Wei, por favor perdóneme, a mí y a toda mi secta, se lo suplico..."

Wei Wuxian se sentía incómodo con toda esa situación pues Wen Xu estaba tomando una posición de penitencia que solo los sirvientes tomaban cuando se disculpaban con sus amos, arrodillados y con una reverencia que casi ponía todo su cuerpo en el piso. En toda su vida, nadie había hecho una reverencia semejante en frente de Wei Wuxian, y pensar que aquel joven omega tan refinado y bien educado, alguien de una alcurnia mucho mayor que Wei Ying, se le hacía sumamente incómodo.

"P... Por favor Wen Gonzi, no es necesario disculparse de esa forma..." Pidió Wei Ying, notándose realmente incómodo.

Wei Ying descendía de una familia de sirvientes, su madre lo fue, y su padre incluso era peor que un sirviente ya que no había nacido en ninguna secta importante. Aun así en ese instante tenia al heredero de la secta Wen a sus pies, suplicando de forma vergonzosa, mientras lloraba y llamaba su nombre.

Levantándose y quedándose solamente arrodillado, sin atreverse a mirar a Wei Ying por lo arrepentido que se sentía, Wen Xu susurró: "Es más que necesario, Wei Gonzi. Toda mi secta debería pedir perdón a usted y a su familia, millones y millones de veces. Por lo que hemos hecho, no tenemos perdón..."

Sonriendo amablemente, a pesar de la situación, Wei Ying también se agachó, quedando a la altura de Wen Xu, para decirle: "Joven maestro Wen, le aseguro que no hay ninguna necesidad. Así como hay personas malas en su secta, hay personas buenas también, y yo solo estoy furioso con aquellos que causaron dolor; como su hermano. Personas como usted o como Wen Ning, son personas con las cuales no puedo tener ningún resentimiento, sin importar su apellido o su secta, yo sé quién tiene un buen corazón".

"Muchas gracias, Wei Gonzi..." Susurro Wen Xu, limpiando delicadamente las lágrimas de arrepentimiento de su rostro.

Decidiendo acabar con todo eso, Wei Ying volvió a ponerse de pie, y amablemente le ofreció una de sus manos a Wen Xu para ayudarlo a ponerse de pie también. El joven omega Wen se notaba bastante demacrado, con los ojos rojos por haber llorado desde hace mucho tiempo, y un aspecto pálido por no haber comido en mucho tiempo, algo que preocupó mucho a Wen Ning, pero que le hizo notar a Wei Wuxian que las disculpas de este eran sinceras.

Mi joven amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora