Capítulo 46.

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"De acuerdo, está todo bien..." Susurró Jiang Cheng, acercando al pequeño niño a su cuerpo para tranquilizarlo.

Mucho más pronto de lo previsto, fuertes sonidos se escucharon las afueras de la torre Koi, seguidos de varios gritos desesperados. Sin saber que estaba ocurriendo, ya que ambos hermanos Jiang no podían confiar en nadie, y ninguno de ellos tenía el valor de ir a averiguar lo que sucedía.

Así que ante la amenaza creciente, sintiéndose completamente solos, ni siquiera podían confiar en los sirvientes de la secta, así que ambos hermanos se encerraron en las habitaciones de los hijos de Yanli, quienes se notaban muy asustados y alterados con los gritos.

"Eres un alfa fuerte, ¿Verdad A-Ling?" Preguntó Jiang Cheng con suavidad: "Demuéstralo entonces..."

Luciendo muy somnoliento y a la vez muy asustado, el pequeño niño heredero de la secta Jin, se aferraba fuertemente a su tío omega, mientras lloriqueaba fuertemente.

"Soy fuerte..." Susurró el pequeño alfa, quien apenas estaba aprendiendo a hablar con propiedad.

"Entonces demuéstralo y tranquilízate, estas asustando a tu pequeño hermano" Susurró Jiang Cheng, acariciando suavemente los cabellos de su sobrino.

"No..." Se negó Jin Ling, aferrándose con más fuerza aun a las túnicas de Jiang Cheng.

Suspirando con suavidad, mientras sostenía en sus brazos a su pequeño bebé recién nacido, Jiang Yanli no pudo evitar sonreír y negar suavemente con la cabeza, mientras seguía tratando de calmar a su bebé y hacerlo dormir de nuevo.

Pero sus esfuerzos fueron en vano, pues los gritos volvieron a escucharse, seguidos de varios sonidos muy fuertes.

"Demonios..." Dijo Jiang Cheng asustándose un poco también, ya que los ruidos eran cada vez más fuertes: "¿Que está pasando? ¿Acaso nuestra secta llegó tan pronto?"

"No lo sé, probablemente lo hicieron... O tal vez son la secta Lan..." Sugirió Yanli.

En medio de su desesperación, temiendo por la vida de su hermano, Jiang Cheng no solo mandó cartas de auxilio a su propia secta, también mandó una carta pidiendo ayuda a Lan Xichen. Después de todo, Lan Wangji también estaba involucrado en el asunto, y Jiang Cheng lo usó de excusa para poder hablar con el alfa.

Sintiéndose algo avergonzado, dándose cuenta de que sus intenciones habían sido descubiertas por su hermana, Jiang Cheng abrió los labios, queriendo responder. Sin embargo se quedó en blanco, mirando por una de las ventanas, observando como por dos direcciones diferentes, miembros de la secta Lan y Jiang llegaban volando en sus espadas.

"No puede ser..." Dijo Jiang Cheng en un susurro.

"¿Qué pasa?" Preguntó Yanli confundida, girándose en dirección a la ventana de igual forma.

"La secta Lan y nuestra secta acaban de llegar. Si ellos recién están llegando ahora, ¿Con quién estaban peleando los miembros de la secta Jin todo este tiempo?"

Notándose muy confundidos, ambos hermanos intercambiaron miradas, hasta finalmente decidir salir a ver qué demonios estaba ocurriendo.

Metiendo a Jin Ling y al nuevo hijo de Yanli en sus camas, Yanli y Jiang Cheng salieron corriendo de la habitación de los niños hasta las escaleras exteriores de la torre Koi, por donde podían ver la entrada de la secta.

"A-Xian..." Gimoteó Yanli aterrorizada, reconociendo a su pequeño hermano en medio del campo de batalla, siendo rodeado por varios miembros de la secta Jin.

"¿Wei Wuxian? ¿Qué demonios está haciendo aquí?" Preguntó Jiang Cheng.

Ambos hermanos se asomaron al exterior, con el frio de la noche golpeando sus rostros, siendo la energía resentida extendiéndose como raíces por todo el lugar, llenándolo todo con su obscuridad.

Mi joven amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora