Capítulo 30.

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Con un suspiro, Wei Ying salió del agua, poniendo en una tela los dos últimos peces que consiguió sacar del lago. Para Wei Ying, ese trabajo no era la gran cosa, ya que él había pasado toda su vida en Yunmeng, donde los niños aprendían a nadar incluso antes de caminar, aprendiendo a bucear y cazar peces desde una edad corta. Sin embargo en Yiling, a pesar de estar al borde del lago, no era actividad tan habitual como en Lotus Pier, así que los habitantes de esa pequeña ciudad solían tener algunas dificultades para pescar, razón por la que ese trabajo era tan requerido en el mercado del lugar.

Sacudiéndose las manos con un suspiro, Wei Ying se giró un instante, mirando a lo lejos por el recorrido del propio lago. Desde ese lugar Wei Ying no podía ver Lotus Pier, sabía dónde estaba, pero por la ubicación de la playa, su hogar se ocultaba a lo lejos. Wei Ying prefería no pensar mucho en Lotus Pier, ya que eso le daba un extraño sentimiento de agobio y tristeza, pensando en el triste destino que sus padres debieron haber sufrido.

Decidiendo dejar de pensar, Wei Ying acomodo los pantalones debajo de sus túnicas, y secando un poco el agua de sus ropas, se puso las botas viejas que compró. Esa era la ropa más barata que Wei Wuxian alguna vez pudo usar, en su hogar el usaba túnicas de buena calidad, no tan caras como las túnicas de la secta Jin o la secta Lan, pero si lo suficientemente buenas como las que provenían de una familia adinerada.

Wen Qing quiso darle túnicas de su propia secta, que Wei Ying usara túnicas de la secta Wen, pero Wei Wuxian se negó en rotundo. No quería llamar la atención en Yiling, ya era bastante raro mirar a un omega solo en las calles, el cual pedía trabajos y buscaba dinero, en la mentalidad de esas personas Wei Ying no debería estar en las calles trabajando por más pobre que fuera, debía buscar un esposo para tener hijos y que este alfa lo apoyara económicamente. Por esa misma razón a Wei Ying se le negaban muchos trabajos, lo creían muy débil por ser un omega, sin embargo él se las arreglaba para encontrar buenas formas de ganar dinero en la ciudad, con la ayuda de las amables personas en la ciudad.

Wei Ying quería usar túnicas baratas para no llamar la atención, si los ciudadanos de Yiling ya hablaban de él solo por ser un omega solo en las calles, no quería armar más revuelo siendo un omega solo con las túnicas de la secta Wen, lo que despertaría más habladurías y posibles problemas. Wei Ying permitía que Wen Qing vistiera con túnicas caras a Jiang Cheng, porque este no salía jamás de aquella cabaña a las afueras, pero Wei Ying gastaba parte del dinero que ganaba trabajando para comprarse ropa barata en la ciudad, solo para ir a trabajar.

Ajustando la cinta en su cabello, la cual solo recogía parte de su flequillo dejando el resto de su cabello libre en su espalda, debido a que él debía ocultar la mordida de su vínculo a toda costa en su espalda, Wei Ying contó y reviso los 20 peces que pudo sacar del lago, dándose cuenta que eran de muy buena calidad, conseguiría un buen dinero por ellos. Cerrando la tela donde los llevaba, Wei Ying los colgó en su espalda, y poniéndose un sobrero de paja, comenzó a caminar en dirección al mercado. Ya era media tarde, había pasado casi todo el día pescando, pero Wei Ying sabía que valdría la pena por el dinero que recibiría.

Se sentía algo cansado y mareado, pero por la hora él calculaba que podría regresar a su "hogar" a descansar antes de preparar algo de comer para sí mismo y Jiang Cheng, planeando comprar algunas otras cosas en el mercado antes de irse, como algunos chiles verdes con los que planeaba hacer una sopa o unas raíces picantes que quería probar; cosas deliciosas que no había en Yunmeng. Y aunque incluso Jiang Cheng había comenzado a quejarse del sabor de las comidas de Wei Ying, a este no le importaba demasiado, pues a él le gustaba lo que cocinaba.

Tras una caminata algo larga, Wei Ying finalmente llegó a la ciudad de Yiling, y cargando los pesados peces en dirección al mercado, por un instante el joven omega se cruzó con un grupo de señoritas omegas, que pasaron junto a él riendo. Al verlas, Wei Ying solo pudo pensar en su hermana, su quería Shijie.

Mi joven amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora