Capítulo 20.

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"¡Bien hecho!" Celebro Jiang Cheng muy contento, recibiendo a su hijo en sus brazos con una sonrisa.

Sentado frente a su omega en un salón vacío en Gusu Lan, Lan Huan solo pudo sonreír, observando como los dos más grandes amores de su vida sonreían y se abrazaban. El tiempo era apacible en Gusu, el invierno había llegado a la región, y una ligera capa de nieve había caído, dejando un paisaje hermoso ante los ojos de todos.

Bajando a Lan Jingyi con cuidado, Jiang Cheng lo ayudo a ponerse de pie erguido, mientras el pequeño bebé reía contento, extendiendo sus brazos y haciendo pucheros: "Ahora ve hacia papá" Pidió Jiang Cheng.

Así como le había pedido Jiang Cheng, el joven alfa Jingyi extendió sus brazos y dando pasos cortos camino torpemente en dirección a su padre. Sine margo perdió el equilibrio de un segundo al otro, y antes de que pudiera caer al suelo, Lan Xichen lo tomo en sus brazos con cuidado, evitando que se lastimara.

"Bien hecho A-Yi" Lo felicito Lan Huan, sosteniéndolo en sus brazos haciendo reír al pequeño de nuevo.

Haciendo un puchero viendo a su prometido con su hijo, Jiang Cheng reclamo: "Deberías dejar que se raspe las rodillas..."

Sonriendo y desviando la mirada para ver a Jiang Cheng, Lan Huan pregunto: "¿Entonces soy demasiado sobreprotector?"

"Tal vez solo un poco. A-Yi también debe aprender a caerse, no podremos estar detrás de él todo el tiempo".

Acariciando suavemente una de las mejillas de su hijo, quien reía y había metido uno de sus dedos en su boca, Lan Huan susurro: "Aún es demasiado pequeño para caer".

Sonriendo con esas palabras, Jiang Cheng extendió una de sus manos en dirección a su prometido, tomándolo de la mano contenta, suspirando: "Eres demasiado terco pero lindo como para que pueda regañarte, te has vuelto un gran padre..."

Sonriendo algo cohibido por sus palabras, Lan Huan quiso decir algo más, sin embargo Jingyi apunto con sus manos en dirección a Jiang Cheng y susurro: "Mamá..."

El joven alfa había cumplido ya un año y dos meses de vida, así que como todos los bebés de su edad, comenzaba a caminar y a decir sus primeras palabras. Lan Jingyi solo sabía decir una palabra por el momento, repitiendo "mamá" una y otra vez cuando veía a Jiang Cheng, además de leves balbuceos con su suave y tierna voz. Aquello que enternecía de sobre manera a Jiang Cheng, lo hizo reír y acercarse más a ambos, besando dulcemente la frente de Jingyi, contento de escucharlo llamándolo.

Observando esa dulce escena, Lan Xichen quiso decir algo más, sin embargo ambos observaron como un exaltado miembro de la secta Lan se acercaba a ellos corriendo. Llegando frente a los dos líderes de su secta, el joven hombre hizo una reverencia apresurada, saludando a ambos.

Correspondiendo la reverencia con elegancia, Jiang Cheng pronto pregunto: "¿Sucede algo?"

Asintiendo con la cabeza, el hombre rápidamente respondió: "Líder Jiang, su hermano ha despertado. El joven maestro Hanguang-Jun me pidió llamarlos a su aposento".

Luciendo sumamente emocionado, Jiang Wanyin cruzo miradas con Lan Xichen antes de ponerse de pie de inmediato, comenzando a caminar en dirección al Jingshi; mientras que Lan Huan sonriendo se puso de pie detrás de él, siguiéndolo llevando consigo a su pequeño hijo.

Avanzando por toda la secta Lan hasta los pabellones privados de los miembros importantes de esta, Jiang Cheng y Lan Xichen pronto se acercaron a Jingshi, un lugar que solo Jiang Cheng había visitado de forma seguida esos días para ver a Wei Ying inconsciente, mientras que Lan Xichen solo había pasado de vez en cuando para hablar con su hermano. Así que cuando estuvieron cerca de las puertas del pabellón, Lan Xichen se paró en seco, quedándose en blanco.

Mi joven amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora