Capítulo 36.

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Cuidadosamente, Lan Wangji dejó a Wei Ying en la cama, ayudándolo a sentarse.

"¿Estas bien?" Preguntó Lan Wangji con suavidad.

Sonriendo, con el rostro apoyado en uno de los hombros de Lan Wangji, Wei Ying sonrió y respondió: "Si, estoy bien".

Después de ese extraño reencuentro en medio de la calle, Lan Wangji y Yu Ziyuan se apresuraron a sacar a Wei Ying de ese sitio. Ninguno de ellos hizo preguntas, ya que estaban demasiado preocupados pensando que los miembros de la familia Wen los perseguirían y los matarían después de lo que pasó. Así que volando en sus espadas, fueron a la ciudad más grande que había cerca, en la cual alquilaron dos habitaciones en una posada cualquiera. Sabían que tenían que llevar a Wei Ying a un lugar seguro, pero no podían hacerlo en medio de la noche y después de haber asesinado a Wen Chao...

Arrodillándose al lado de Wei Ying, Lan Zhan cuidadosamente tomó al omega de las manos, mirándolo a los ojos: "Estas lleno de sangre".

"Si... Lo siento".

"Preparare un baño para ti".

A Wei Ying le sorprendía lo tranquilo que Lan Zhan parecía con todo ese asunto, Madam Yu lo había mirado aterrada, pero Lan Zhan... Él solo lucia especialmente feliz de que tenerlo en sus brazos nuevamente.

Caminando hasta una de las esquinas de la habitación, Lan Wangji tomó la bañera de madera que había en el lugar, y tomando el agua que los sirvientes previamente habían dejado en ese sitio, llenó la bañera preparándola para Wei Wuxian.

"¿Tienes hambre?" Preguntó Lan Wangji.

"No, estoy bien".

"Luces muy delgado, debes comer".

"Descuida, es más de la media noche, ¿Dónde podrías comprar comida a esta hora?" Preguntó Wei Ying con una sonrisa: "Además, puedo aguantar hasta mañana, comeremos algo delicioso en el desayuno, ¿De acuerdo?"

Girándose por un instante para ver a su omega, Lan Wangji le dijo: "No creo que tengamos tiempo de desayunar mañana, despertaremos directo para viajar a Lanling".

"Entonces comeré con los Jin" respondió Wei Ying con simpleza.

Terminando de llenar la bañera, Lan Wangji se puso de pie y quiso acercarse a Wei Ying para seguir insistiendo. Pero acercándose nuevamente a su omega, otra cosa llamó su atención. Guardando silencio, Lan Wangji observó la espada de Wei Wuxian colgando de su cintura.

Sin decir nada, agachándose nuevamente al lado del mayor, Lan Wangji tomó el mango de la espalda para intentar desenvainarla. Pero la espada no solo no se desenvainó, cuando la piel de Lan Zhan tocó el mango, quemó su piel, haciendo que el alfa se alejara de inmediato.

"¡Lan Zhan!" Dijo Wei Ying asustado, acercándose a su alfa y tomándolo de la mano suavemente.

"¿Qué es eso?" Pregunto Lan Wangji asustado.

"Lan Zhan, Lan Zhan..." Dijo Wei Ying con un suspiro, sonriendo suavemente: "No hagas eso, ¿De acuerdo? Suibian está demasiado lleno de energía resentida ahora, te quemara la piel si la tocas".

"Entonces tu tampoco debes tocarla..."

"No, yo estoy bien. Yo volví a Suibian de esa forma".

Confundido, Lan Wangji solo pudo mirar a su omega, quien usando su energía espiritual, estaba tratando la quemadura en la palma de Lan Wangji, la cual no se podía curar de la manera tradicional, ya que era una herida hecha por energía resentida.

"¿Qué fue lo que pasó?" Preguntó Lan Wangji, sin más rodeos.

"¿Qué fue lo que pasó?"

"No repitas las cosas que digo" Exigió el alfa con cierta molestia: "¿Dónde estabas? ¿Qué sucedió?"

Mi joven amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora