Capítulo 11.

472 55 11
                                    


Se sintió como caer en una gran piscina de agua negra. A pesar de todas las veces que había usado esa técnica en el pasado, Wei Ying aun no podía acostumbrarse a ello, sintiéndose como un intruso en los recuerdos y las memorias de los demás. Considerando eso algo desagradable al inicio...

Pasando ese gran mar de aguas negras, abrió los ojos, encontrándose en unas ruinas, muy similares a un cementerio. Sin entender lo que estaba haciendo en ese lugar, Wei Ying se giró en todas direcciones, hasta finalmente escuchar rápidos pasos desde una de las direcciones.

"¿Dónde se fue?" Preguntó una voz firme y fuerte de un alfa, vestido con túnicas completamente negras.

"Lo perdí hace un rato..." Dijo otra voz, viniendo algunos pasos detrás de aquel alfa.

Mirando a esas personas, Wei Ying se dio cuenta que uno de ellos era Song Lan, y aun sin haberlo visto antes, la otra persona que lo acompañaba supuestamente debía ser Xiao Xingchen, haciendo sentir algo confundido a Wei Ying, quien ya había "conocido" a Xiao Xingchen ese mismo día, y esas dos personas se veían algo diferentes.

"Tal vez porque han pasado años desde este recuerdo..." Susurro Wei Ying, aunque seguía muy confuso por lo que podía ver.

Girándose en dirección a su compañero muy molesto, Song Lan le dijo: "¿Por qué no lo mataste?"

Escuchando esa pregunta, Xiao Xingchen dudo un momento, recibiendo nuevamente palabras duras de Song Lan: "Hemos estado persiguiendo a ese omega desde hace semanas, el solo causa calamidades en todas las sectas que pisa, tenemos que acabar con él."

"Lo sé" Dijo Xiao Xingchen, luciendo muy arrepentido.

"¿Entonces por qué decidiste no actuar? Lo tenías a pocos centímetros de tu espada, pudiste haber cortado su pecho, pero tu simplemente..."

Antes de que Xiao Xingchen pudiera reaccionar, un ataque llego desde la nada. Ambos alfas reaccionaron a ese ataque y lo esquivaron con facilidad, volviendo a desenvainar su espada y poniéndose alertas.

"¡Deja de jugar! ¡Muéstrate!" Ordeno Song Lan con furia.

Sin embargo las ruinas se mantuvieron en silencio, como si no hubiera nadie alrededor de ambos hombres, solo un paraje silencioso. Entonces atacando desde la espalda, un hombre salto desde lo alto, atacando a Xiao Xingchen. Era un hombre bajo, el cual vestía con túnicas negras y una máscara que protegía su identidad, mostrándose claramente como un omega.

Reaccionando con algo de confusión, Xiao Xingchen apenas pudo cubrir el ataque de la espada de aquel omega enmascarado, luciendo evidentemente perturbado. Pero aquel omega aparentemente no había atacado al alfa vestido con túnicas blancas con una intención de dañarlo, parecía solo como si estuviera jugando con él, algo que fue muy fácil de determinar para Wei Ying, que gracias a sus movimientos de pelea, supo que ni Xiao Xingchen ni el desconocido estaban peleando en serio.

Reaccionando con molestia al darse cuenta de que su compañero una vez más estaba reaccionando con debilidad ante aquel extraño, Song Lan decidió intervenir, acercándose a ambos con rapidez con la clara intención de acabar con todo de una vez por todas.

Pero tal vez esa había sido la intención de aquel omega enmascarado, quien pasando de Xiao Xingchen, se puso frente a Song Lan, lanzándole un extraño polvo rojizo directamente al rostro, antes de que Song Zichen pudiera tocarlo.

Entonces el calmado paraje se rompió cuando los gritos desesperados de Song Lan sonaron por todos lados, acompañados de las suaves risas de aquel omega, quien volvió a desaparecer con rapidez.

Mi joven amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora