Capítulo 1.

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El sol baño por completo el Receso De Las Nubes.

Esa mañana era una bastante agitada en la residencia de los Lan, en aquellas silenciosas y tranquilas montañas, las cuales se bañaron de luz en medio de su usual calma. Con sus riachuelos naturales tan fríos y tranquilos como siempre, con la suave brisa que recorría la montaña en silencio, y con una ligera niebla por el frio de aquella mañana; nada lucia fuera de lugar más allá de los nuevos invitados.

"¡Atrápame Lan Zhan! ¡Atrápame!"

"¡Wei Ying!"

Pronto aquella quietud fue interrumpida por risas escandalosas y fuertes gritos, que no alarmaron a los acostumbrados miembros de la secta Gusu Lan, pero si a sus nuevos invitados.

Corriendo entre risas por los lisos pasillos de la residencia de la secta Lan, Wei Wuxian escapaba rápidamente de su alfa, un juego que recientemente se le había hecho usual realizar, pues el astuto omega Wei sabía que existía una parte de su alfa que quería cazarlo como una presa cuando corría y escapaba, algo que usaba para jugar con su frio y serio destinado. Tras las risas y pequeños saltos de aquel fino omega, pronto se escucharon pasos más fuertes y rápidos, un alfa el cual furiosamente caminaba rápidamente detrás de su omega. Vestido completamente de blanco, con un rostro serio y hasta enfadado, Lan Wangji estaba caminando tan rápido que parecía que trotaba detrás de Wei Ying, trayendo en sus manos una gruesa capa de piel para abrigar a su omega.

Wei Wuxian, vestido con las túnicas blancas usuales de la secta Lan, como todos los invitados que estaban ahí presentes, se aprovechaba de que su alfa no podía correr en la secta para tomar ventaja y seguir jugando. El joven Wei, buen conocedor de las reglas de Gusu, solía molestar a su alfa intentando hacer que este rompiera las normas; sin embargo Lan Wangji siempre encontraba maneras de hacer lo que su omega le pedía pero manteniéndose tan recto y serio como siempre.

Pronto la ruidosa pareja salió de los pasillos de la residencia principal, y acercándose a los puentes fuera del recinto donde había pequeños lagos helados, Lan Wangji aprovecho que ambos estaban entrando en un lugar estrecho para hacer su jugada definitiva. Dando un salto en el aire apoyándose en una de las barandas de aquel puente, Lan Zhan termino frente a su omega de un solo salto, tomándolo de los hombros para impedir que escapara. Wei Wuxian, dándose cuenta de las intenciones de su alfa, no pudo hacer nada para resistirse, pues no podía ir a los lados por el estrecho puente, y no tenía suficiente tiempo para retroceder y escapar.

Así que cuando sintió las fuertes manos de su alfa tomándolo de los hombros, Wei Ying no pudo evitar soltar un bufido, y mirando a su destinado a los ojos se quejó en un susurro: "Lan Zhan... Vamos suéltame, no es justo, hiciste trampa".

Con su usual rostro serio e imperturbable, Lan Wangji solamente respondió: "Mmm".

"¡Que malo!" Se quejó nuevamente Wei Wuxian.

Resoplando ligeramente, Lan Wangji recobro la compostura. Con las orejas ligeramente rojas por haber hecho semejante espectáculo en medio de tantas personas y los ojos dorados algo brillantes por la diversión, el alfa no reacciono ante las quejas de su destinado, y sin soltarlo en un rápido movimiento puso aquella abrigada capa blanca sobre los hombros de Wei Ying, a pesar de las protestas de este.

"¡Lan Zhan!" Protestó Wei Ying.

Asegurando la capa con cuidado para que no se le cayera al mayor, Lan Wangji respondió: "Hace frio Wei Ying".

Frunciendo la nariz enfadado, Wei Wuxian se cruzó de brazos replicando: "No hace frio ¿Estás loco? Solo es una pequeña brisa, vamos no necesito esto, quítamelo..."

Haciendo caso omiso a las palabras de su omega, Lan Wangji por su parte arreglo cuidadosamente su cabello, sacándolo de la capa para dejarlo caer libremente por su espalda. Recientemente Wei Wuxian había dejado de recoger su cabello en una alta coleta, intentando lucir un poco más serio, el joven omega dejaba su cabello suelto y a penas lo recogía con una media cola que aun ataba con aquella cinta roja tan característica, dejando su gracioso y desordenado flequillo en su frente. Aquel aspecto que le daba un aire un poco más atemorizante, a Lan Wangji se le hacía hermoso; así que peinándolo delicadamente con sus dedos, beso finalmente su frente con cariño, sintiéndose en paz por estarlo protegiendo.

Mi joven amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora