Capítulo 32.

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"Lo quiero, lo quiero, lo quiero..."

Poniendo una expresión de absoluta incomodidad, Wei Ying intentó callar esa voz en su cabeza, su omega fuera de control que suplicaba por un alfa que lo tomara, suplicando por el alfa de Lan Wangji.

"Lan Zhan, quiero a Lan Zhan, quiero que Lan Zhan me tome..."

Muy asustado, dándose cuenta de que su omega estaba mucho más fuera de control de lo que había estado alguna vez, incluso en su primer celo que fue una de las peores experiencias de su vida, Wei Ying realmente temió no poder controlarlo. Luchando consigo mismo, siguiendo las indicaciones de Yu Ziyuan, el joven omega fue a su habitación y se encerró en esta, donde perdió el poco control que le quedaba.

Con su corazón y su mente sufriendo al saber que su alfa estaba comprometido con otro, y su omega hecho un desastre en su cabeza suplicando por ser violado por el alfa de Lan Wangji y todo su cuerpo ardiendo hasta producirle dolor, Wei Wuxian solo pudo tenderse en su cama mientras sollozaba por el dolor y la pena, abrazándose a una almohada con todas sus fuerzas intentando controlar el dolor.

Supuso entonces que se desmayó, abrazándose fuertemente a esa almohada, de un segundo al otro perdió la consciencia, quedándose dormido y a merced de su omega. Teniendo sueños intranquilos como unas visiones, en las que veía una cueva oscura rodeada de agua con algo obscuro en el fondo, Wei Ying se retorció entre sueños, despertando solo cuando sintió las feromonas de Madam Yu.

Agachado al lado de su cama, Jiang Wanyin miró a Wei Ying lleno de preocupación, aliviándose cuando este abrió los ojos y se notó un poco más razonable, diciéndole: "Que bueno que estas despierto..."

Pestañeando ligeramente, dándose cuenta de donde estaba y con quien, Wei Wuxian preguntó: "¿A-Cheng?"

Después de pronunciar esas palabras con una voz un poco ronca, Wei Ying rápidamente se dio cuenta de que estaba en una posición diferente a la que recordaba cuando perdió la consciencia la primera vez. Con el rostro apoyado en el regazo de Madam Yu, Wei Ying tenía también sus brazos alrededor de las caderas de la mujer alfa, habiéndola abrazado fuertemente. Muriendo internamente por la vergüenza, Wei Ying se apresuró a soltar a la mujer alfa y se sentó en su propia cama en silencio, sintiendo la juzgadora mirada de Madam Yu sobre él.

"¿Qué pasó?" Preguntó Wei Ying finalmente.

Acercándose a la cama de su hermano con calma, sentándose a su lado y dándole un cariñoso abrazo por los hombros, Jiang Yanli respondió: "No te preocupes por eso A-Xian".

Y aunque sus hermanos no querían decirle, y Madam Yu tampoco parecía dispuesta a pronunciar palabra, era claro para Wei Ying que había hecho algo vergonzoso. Sin embargo eso no era su culpa, pues sabía que estando en celo muchas veces su omega tomaba el control y lo hacía actuar como un idiota que solo buscaba a un alfa.

"¿Te sientes mejor?" Preguntó Jiang Cheng.

Respirando profundo, sintiéndose mucho mejor gracias a las feromonas de Madam Yu, Wei Ying asintió con una sonrisa, sintiéndose menos adolorido y menos caliente. Reconociendo bien las feromonas tranquilizadoras de Madam Yu por toda la habitación, unas feromonas que para Wei Ying olían a canela dulce cuando eran tranquilizadoras y canela picante cuando eran amenazadoras, un olor al que el joven omega se había habituado bien.

Tomando una nueva tetera con aquel té de hierbas especial, Jiang Yanli de forma amable sirvió una nueva tasa para su hermano menor: "Toma A-Xian".

Sonriendo agradecido, con el cuerpo ligeramente entumecido, Wei Ying aceptó la tasa y bebió su contenido con calma: "Gracias Shijie".

"No es nada A-Xian, bebe más" Respondió la joven, volviendo a llenar la tasa de té.

Mi joven amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora