Capítulo 3.

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La relación entre Jin Guangyao y Nie Mingjue siempre fue motivo de rumores entre todas las sectas, por lo que implicaba que un omega como Meng Yao se casara con el heredero de una secta tan importante, y lo que tuvo que hacer Nie Mingjue para consumar ese matrimonio; un esfuerzo en vano después de que Guangyao fuera expulsado de la secta Nie y fuera devuelto a Laling como un juguete usado.

Jin Guangyao siempre fue una figura de interés, desde su primera aparición en la torre Koi. En ese entonces solo había rumores sobre el gran líder Jin Guangshan, que le gustaba frecuentar burdeles en todos los territorios de todas las sectas, teniendo varias mujeres con las cuales sostenía largas relaciones fuera del matrimonio. Pero hasta la llegada de Meng Yao, fueron solo eso, rumores.

Todo cambió en una de las tantas festividades de la secta varios años en el pasado, un joven omega de cabello obscuro y una belleza desorbitante había conseguido entrar en la torre Koi en medio de la distracción de la fiesta, y encontrando a Jin Guangshan, se presentó ante él como su hijo menor, tras esa revelación las risas terminaron y la fiesta acabó de forma abrupta.

Meng Yao era el hijo de una prostituta proveniente de un burdel a las afueras de Laling, casi en la frontera de Gusu, el lugar preferido de Jin Guangyao para tener mujeres. La madre de Meng Yao había muerto hace varios años, dejando que el pequeño omega fuera entrenado como una prostituta en el burdel donde habían vivido con sus hermanos, y al cumplir cierta edad después de su primer celo, Meng Yao abandonó todo para ir a buscar la única familia que le quedaba: su padre.

Como era obvio, hubo muchas dudas respecto al origen de Jin Guangyao, ya que su apariencia no era demasiado similar a la Jin Guangshan, Meng Yao si tenía una belleza típica de Laling, ¿Pero acaso se parecía en verdad a algún miembro de la familia Jin? Aunque hubo dudas al inicio, Meng Yao no iba con las manos vacías para demostrar su verdadero origen, una caja de músicas y el peculiar aroma de sus feromonas.

Tal vez como algún tipo de burla, o solo para intentar encontrar algún otro niño alfa, Jin Guangshan solía acudir con las mujeres a las que embarazaba después de que ellas tuvieran a sus hijos, las visitaba un par de veces antes de irse para siempre, ya que el líder de la secta Jin solo había tenido un hijo alfa, su primogénito, y los demás eran niños omegas. Y antes de irse, tal vez como una forma de pago a las mujeres o solo para burlarse, el líder de la secta Jin dejaba una costosa caja de música con adornos de oro para cada uno de sus hijos, una última despedida antes de desaparecer para siempre.

Meng Yao había crecido en el burdel con las historias de que provenía de una poderosa familia de cultivadores, creyendo que si se presentaba frente a su padre con la caja de música, podría ser recibido en la familia que siempre había deseado. Ya que a pesar de que su apariencia no era del todo de un Jin, Meng Yao tenía una característica única de esta familia, el aroma de peonias en sus feromonas, una curiosidad que solo ocurría en algunos omegas de la familia Jin desde hace generaciones.

Sin embargo los deseos de Meng Yao no pudieron ser cumplidos, ya que ante la duda de que aquel pequeño omega era en verdad su hijo o no, con tantas pruebas así como dudas, Jin Guangshan rompió la caja de música y arrojo a su hijo fuera de la torre Koi, lanzándolo por ese centenar de escaleras, ordenando no regresar jamás a Laling.

Y a pesar de un final tan triste para ese omega, el cual se había quedado sin nada por el deseo de buscar a su padre, la suerte de Meng Yao le sonrió de una forma completamente distinta.  El joven omega fue tomado como un sirviente por un acaudalado oficial de la secta Qinghe Nie, quien tomo a la hermosa peonia blanca y la llevo a su obscura secta. Meng Yao pronto se volvió un objeto codiciado por todos los alfas en dicha secta, quienes estando casados o solteros, pasaban al omega como un sirviente de mano en mano, aunque era claro por qué lo deseaban. Meng Yao era la bella flor de Laling, el hermoso hijo de Jin Guangshan, todos lo deseaban por su belleza y su origen, ya que la mayoría de esos alfas jamás podrían soñar si quiera con tener un omega de tan alta categoría como él en sus camas.

Mi joven amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora