Epílogo y palabras de la autora.

1.3K 168 78
                                    

Las campanas ceremoniales sonaron con suavidad.

"Entonces el nombre de arriba..." Susurró Sizhui, mirando.

"Es Lan An" Confirmó Lan Wangji.

Parado frente al salón ceremonial de la secta Lan, Sizhui miraba todo con mucha curiosidad, observando todas las tablas de madera con los nombres de los miembros pertenecientes a dicha secta.

"Es tu secta, todos ellos lo son" Dijo Lan Zhan con seriedad.

"¿Lo son en verdad? Yo no sé si soy... Bien recibido aquí..." Susurró Sizhui con suavidad.

"Eres de la secta Lan, no importa lo que te digan, siempre serás bien recibido" Dijo Lan Wangji con seriedad.

Sizhui prefirió no decir nada, mientras volvía a mirar a la sala de ceremonias, prefiriendo quedarse en silencio.

Era el inicio del verano, tras un largo invierno, el buen clima había regresado a Gusu. Además de que aquel día era uno muy especial, y en la secta sucedería una ceremonia.

7 años habían pasado desde el inicio de la reclusión de Lan Wangji, Wei Wuxian y Lan Yuan en la secta Lan. Cuando las heridas cerraron y las demás sectas lo permitieron, ellos finalmente pudieron salir de su encierro, para volver a vivir sus vidas.

Eso ponía especialmente tristes a Lan Wangji y Wei Wuxian, quienes por sus errores, habían condenado a su pequeño cachorro a una vida de encierros, pues A-Yuan había vivido gran parte de su infancia viendo el mundo a través de una ventana, saliendo fuera del pabellón del silencio pocas ocasiones.

Pero ahora Lan Yuan se unía a la secta Lan oficialmente, como uno de los herederos de la secta principal, y el hijo de los cultivadores más famosos: Hanguang-Jun y el aterrador Patriarca Yiling. Todos en el mundo de la cultivación tenían sus ojos puestos en él, esperando que fuera aún más fuerte que Lan Wangji y Wei Wuxian.

Acercándose a Lan Wangji y su hijo corriendo, uno de los sirvientes de la secta dijo: "Hanguang-Jun, ya es hora, la ceremonia esta lista..."

"Iremos de inmediato..." Respondió Lan Wangji haciendo una reverencia.

Con cierta tristeza, Lan Yuan también hizo una reverencia, volviendo a sentir un terrible nerviosismo en su interior.

Cuando el sirviente se retiró, Lan Yuan preguntó: "¿No podemos quedarnos un poco más?"

"¿Por qué querrías quedarte?" Preguntó Lan Wangji con obvia curiosidad.

"Quisiera rezar un poco para mi verdadera madre..." Susurró Lan Yuan de una forma inaudible.

"¿Tu verdadera madre?" Preguntó Lan Wangji sin entender lo que ocurrida: "Wei Ying esta esperándonos en el lugar de la ceremonia..."

Mirando a su padre en silencio, Lan Yuan finalmente dijo: "De acuerdo, vamos."

A veces, la mente de su cachorro era un misterio para Lan Wangji, quien añoraba los viejos tiempos, cuando A-Yuan era un niño pequeño y ambos eran muy cercanos.

Como cualquier otro niño omega, Lan Yuan en su infancia era muy unido a Lan Wangji, su padre alfa. Sin embargo con el paso de los años, ambos habían comenzado a separarse, y Sizhui comenzaba a ser un misterio, incluso para Lan Wangji. Así que viendo el semblante serio e incluso algo triste de su pequeño, Lan Zhan pensó en una forma de tranquilizarlo.

"Sé lo que te dijeron los ancianos de la secta" Susurró Lan Wangji, mirando a su hijo de reojo: "Pero si quieres un poco más de tiempo para poder pensarlo..."

"Tengo un deber que cumplir, tú mismo lo dijiste, ahora pertenezco a la familia Lan. Ya he tomado una decisión..." Susurró Lan Yuan, tomando a su padre de la mano y sonriéndole con suavidad le dijo: "No te preocupes por mi papá, se lo que hago, te lo prometo..."

Mi joven amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora