No me digas adiós [1]

8

Absurda

Me moví hacia un lado intentando regular mi respiración, sentía que me estaba ahogado como si alguien más me estuviese presionando el pecho, privándome de oxígeno. Sofocada, mi pecho subía y baja mientras apretaba los ojos como si aquello me fuese a ayuda.

Tenía que despertar.

Me muevo y lo vuelvo a intentar desesperada por la falta de aire. Esto no es real. Mis ojos se abren de golpe sin poder entender que ocurre, paso saliva con dificultad a causa de mi respiración agitada, como si me hubiese estado ahogando todo este tiempo. Miro a todos lados, sumergida en la oscuridad, veo que estoy en mi habitación.

Por un momento sentí como se me iba a salir el corazón de lo rápido que latía, paso las manos por la cara tocando una leve capa de sudor en la frente. Con cuidado me incorporo en la cama, tomándome un segundo para ordenar mi mente y analizar lo que acababa de pasar. Estaba soñando.

Agitada, me llevo una mano al pecho asustada recordando aquellas escenas queriendo que se desvanecieran. La última vez que tuve los ojos abiertos seguía siendo de día, no se escucha nada y lo más seguro es que me quede dormida por no sé cuánto tiempo hasta que llego la pesadilla, llevándose la poca tranquilidad que tenía. Mi piel se eriza cuando las imágenes vienen a mi mente de manera brusca y fugaz.

Él sobre de mí, no me dejaba libre y me desespero porque nadie me ayudaba, nadie me escuchaba. Todo estaba oscuro y apenas era capaz de ver, pero hice de todo, forcejee, grite, incluso lo golpee y parecía que no me escucha, estaba más que listo para hacerme daño. En ese momento me sentía tan llena de rabia, pero a la vez tan débil e indefensa. Mis ojos no dejaban de derramar lágrimas y pedí demasiadas veces que parara.

De tan solo recordar la pesadilla los ojos se me llenan de lágrimas, pero las aparto enseguida porque ya había llorado demasiado hoy y no iba a permitirme seguir sufriendo por eso. Además, no tenía ni idea si realmente eso había sucedido porque justo en ese momento abrí los ojos porque no podía seguir viendo aquello, aunque se sintió demasiado real y no sé si quería saberlo.

Me mantuve mirando la luz que traspasa las cortinas y llegaban una franja hacia mi cama por no se cuenta tiempo hasta que sentí molestia en mi espalda. No podía, no quería dormir porque eso implicaba cerrar los ojos y vendrían a mi cabeza mil versiones de algo que no sabía cómo había ocurrido y no quería verlo.

Pensar demasiado todo es algo que he hecho desde siempre y ahora con esto solo lo empeoraba. Darles vueltas a las cosas lo único que hacía es herirme más porque yo misma me estaba atormentando y lastimando sobre algo que sigue siendo un enorme signo de interrogación en mi mente. Tan solo ha pasado un día y yo ya me siento al borde.

. Pensando demasiado en que es lo que pasó, como pasó, si se pudo evitar, que mierda estaba pensando Rhett, si le dirá a alguien o si alguien ya lo sabe, si todo el campus se enteraría sobre eso ¿qué va a pasar? Mi cabeza está llena de los "y si" y los "tal vez" suponiendo un millón de cosas sobre algo que no se, pensar en los "hubiera" me tiene mal.