No me digas adiós [1]

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Nunca entre amigos

Ares

No podía.

Mi mente solo repetía esas mismas dos palabras en mi cabeza con diferentes continuaciones de la oración porque simplemente no podía creerlo.

Le doy otro trago al vaso terminando con el amargo líquido sintiendo como me quema la garganta y al instante pido más. Hacia un tiempo que no me sentía de esta manera que a mi cuerpo le cuesta acostumbrarse. No sé cuántos tragos llevaba, pero parecía no haber suficiente alcohol para controlarme.

Me hervía la sangre y la vista se me nublaba, tenía la mente hecha un puto desastre. No estaba con ánimos de música y tampoco de estar rodeado de varias personas, pero la mayoría de ellos están ebrios y necesitaba salir de ahí. Después de todo estaba en mi casa y por más molesto que estuviera no la echaría, pero joder... tenía tantas preguntas que hacer y algunas de ellas no sabía exactamente como. Me sentía demasiado estúpido al no darme cuenta y estaba molesto con ella por no habérmelo dicho nada antes.

Pero tampoco podía seguir escuchando como se había hecho daño y yo había ayudado a eso. Sus palabras removieron algo dentro de mí y quitaron una venda de los ojos que no fui consciente que tenía. Si, vi cosas que sabía involucraban sentimientos, pero pensé estúpidamente cuando me dijo que no le pondríamos nombre a lo que teníamos, que ambos estábamos en la misma página, nada serio, no había sentimientos, todo seguía igual y ahora me doy cuenta de que no es así.

Que todo este tiempo ella me veía como algo más cuando yo no la trataba de esa manera.

Le había dicho que estábamos juntos, joder, lo hice porque éramos exclusivos, incluso algo más, así se sentía, pero no creí que ella...

Niego apartando los pensamientos de mi mente. He sido un idiota.

Me traen el trago que he pedido y antes de que pueda llevarme el vaso a la boca, una chica se me acerca, sonríe de manera juguetona. La observo bastante serio, el vestido negro deja poco a la imaginación, los labios rojos y lo que llama mi atención es el cabello castaño que me pone la imagen de alguien más en mi mente al instante.

—¿Quieres algo de compañía?

Soy consciente de que no es ella, pero mi mente me traiciona de la peor manera y solo muevo la cabeza negando. Parpadeo varias veces queriendo borrar la imagen de mi mente y bebo la mitad del trago. Joder.

—¿Mala noche?

La chica parece insistir, recargándose en la barra, le pide algo al chico detrás de esta y le sonríe coqueta.

—Algo así.

Me empino el vaso y lo dejo sobre la barra de manera escandalosa. No hace falta que pida otro pues aparece al instante un vaso a la mitad frente de mí.