Especial de San Valentín

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Día de los enamorados

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Día de los enamorados

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Debo admitir que no estaba muy segura de que iba a hacer con esto porque lo empecé sin saber a dónde me llevaría, pero lo terminé y me ha gustado el resultado. Así que aquí tiene un pequeño especial o extra, como quieran verlo que me ha salido de no sé dónde y qué espero les guste.

Esto pasa antes del beso en la fiesta de fin de verano, ya que ocurre en febrero y la historia comienza en agosto/septiembre, así que es algo totalmente nuevo y también pasa una cosa por primera vez, ya se darán cuenta que es conforme lo lean.

Disfruten y feliz día ♡(:
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Estoy nerviosa, no lo negaré porque pronto me encontraré en una situación que sé, no será totalmente de mi agrado. Intento recordarme varias veces que esto es un favor, nadie me ha obligado a estar aquí y entre menos lo piense más rápido pasará.

Si eso te hace sentir mejor.

Shh.

Suspiro pasando las manos por mi cabello sin importarme en deshacer las ondas porque sí, me tome el tiempo de peinarme y arreglarme para esto. Bastante tonto si consideramos que estoy a punto de tener una cita, en el día más empalagoso del año y ¿qué es lo peor? Pues que no conozco al chico, es la primera vez que lo veré y para terminar de sufrir, Ares es parte de todo esto.

Solo yo me meto en estas cosas.

Todo esto fue porque hace un par de días antes de que me encontrara aquí sentada dentro de mi auto esperando a fuese la hora para salir de este y enfrentarme a aquella cita, Ares me llamó. Puede que posiblemente haya gritado y que mi corazón se acelerara un poco cuando vi su nombre en la pantalla de mi teléfono, sobre todo me sorprendo demasiado pues solo nos veíamos en la escuela y teníamos nuestros números en caso de una emergencia. Con dedos torpes presioné para responder y como estaba en mi habitación me recosté en la cama expectante por lo que tenía que decirme.

—¿Sí?

Intenté responder lo más tranquila posible, aunque sienta como mi corazón latía cada vez más rápido.

Callie, necesito un favor.

A pesar de que se escuchaba tranquilo, no sabía cómo interpretar esas palabras ya que se me venía miles de cosas a la mente sobre qué podría ser ese favor.

—¿Qué pasó?

Puedes decir que no a esto, pero me salvarías la vida si aceptas.

—Para poder responderte necesito primero conocer al menos en que me estoy metiendo y que es lo que se supone que haré.

Lo escucho reír del otro lado de la línea y sonrío.

—¿Tienes algo que hacer el catorce?

Las comisuras de mis labios se bajaron al instante quedando completamente seria. Mis latidos se aceleraron de una manera tan repentina que por un segundo pensé que tendría que sostenerme el corazón una vez que se me saliera del pecho o que se pararía del impacto que habían tenido sus palabras sobre mí.

No me digas adiós [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora