Orgullo y prejuicio
Estoy nerviosa, que va más que eso. He movido no sé cuántas veces mi pierna, revuelto mi cabello y me he tronado demasiadas veces los dedos de la mano tanto que ya no lo hacen más cuando lo vuelvo a intentar y solo llevamos media hora de camino. Se me estaba haciendo eterno.
Cada que volteaba a ver la ventana parecía que, en vez de avanzar, retrocedíamos y eso comenzaba a desesperarme un poco, más bien muchísimo.
Ares venía como si nada concentrado en la autopista frente a nosotros mientras la melodía de una canción inundaba en auto porque no me sentía tan confiada como para hablar, además de que es algo temprano y anoche no pude dormir por estar pensando en todas las posibilidades sobre lo que Max podría decirme que encontró. Después recordé que conocería a los padres de Ares y fue suficiente para no pegar un ojo anoche.
Me muevo en mi lugar por quinta vez porque parecía que no podía acomodarme bien. De repente sentía incómodo el asiento en el cual me había sentado miles de veces, pero era yo con demasiada tensión sobre mis hombros.
—¿Qué pasa? —me giro a verlo en cuanto habla, me observa por unos segundos antes de regresar la vista al frente.
—Nada.
Eres una mentirosa Calliope.
Shh.
—Así que nada, ¿eh? —dice y se mantiene un momento en silencio—. Si no tienes nada entonces, ¿por qué estás tensa?
Me quedo quieta en mi lugar y hago mi mayor esfuerzo para verme tranquila y relajo mis hombros.
—No lo estoy —medio sonrío diciendo una clara mentira.
—Lo estas —asegura.
—Que no.
—Callie.
—De verdad, no lo estoy.
—¿Estás nerviosa? —me observa y abro la boca para decir algo, pero me interrumpe cuando mira al frente— estarás bien, solo son mis padres no pasa nada, ya verás.
—Te dije que estoy bien —repito.
—Que terca eres —suspira.
Lo miro y este hace lo mismo, me rindo, no sirvo para mentir.
—Vale, si... puede que esté un poco nerviosa —admito apartándome el cabello del rostro— ¿no les molestará que pase esas fechas contigo? Es decir, es un día para estar en familia y tal.
—¿Por qué lo haría?
—No lo sé, no me conocen y que estes llevando una completa extraña a casa puede resultarles incomodo o molestarles —me encojo de hombros— ¿qué te dijeron cuando les dijiste que iría?
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No me digas adiós [1]
RomanceCallie es una chica cuyos problemas los podía contar con los dedos de su mano, inteligente, divertida con complejo de comediante y siempre ha mantenido un perfil bajo en la universidad, hasta que él llega y la saca de su zona de confort. Jamás se vi...