Fordacio

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Amigos con derechos.

No sé acuerda en que momento sus sentimientos empezaron a involucrarse, y el fue quien puso esa estúpida regla y el fue el primero que la rompió.
 
Solo debían ser 0 de una noche, y los dos estaban de acuerdo Ford estaba devastado ya que terminó su relación con Collins, y Horacio para bajar el estrés que acumulaba por el trabajo, salían ganando los dos, pero Horacio como siempre tan blandito metió sus sentimientos arruinado todo.
 
Pero tal vez el no esté confundiendo las cosas, ya que, con el paso del tiempo dejaron de ser simples a costones donde follaban y se iban, fueron evolucionando poco a poco, primero la primera noche que se quedaron a dormir los dos en una misma cama, cuando empezaron a llamarse no solo para follar, también para simplemente cenar, contarse sus problemas, ver películas, hacer cosas cotidianas, y si ¿Ford siente lo mismo? No podría estar haciendo todo es sin sentir algo romántico, ¿no?.
 
Ahora mismo Ford estaba parado enfrente de la puerta de Horacio, estaba esperando que le abriera la puerta, escuchaba los pasos calmados de este atrás de la puerta y luego quitarse el seguro para mostrar un sonriente Horacio, los dos sabían muy bien a lo que venía.
 
Horacio apenas cerró la puerta fue atrapado entre los brazos de Ford estampándolo contra la pared en un movimiento brusco.
 
-Cuánta agresividad- le dijo con una sonrisa ladina.
 
Ford solo se acercó para besar esos carnosos labios que conocía de memoria, los mordía y saborea como quisiera, jugaba como quería y disfrutaba.
 
Horacio emprendió camino a la habitación chocando con todo lo que se interpusiera en su camino, cuando Ford se estreso lo agarro de los muslos para levantarlo poniendo sus manos en sus nalgas para apretar y Horacio enroscado sus piernas en la cadera de este.
 
Ford fue a la palabra de arriba conociendo el camino de memoria que ya tantas veces había recorrido y cuando logró llegar rumbo a Horacio con cuidado posicionándose encima de él.
 
Bajo sus labios al cuello, donde aún quedaban marcas de la última vez que estuvieron juntos, unas las remarcó e hizo alguna que otra nueva. Hiracio soltaba suspiros de placer que le ocasionaban.
 
Desbrochaba esa molesta camisa con desespero, al final decidió por agarrarla y reventar los botones para quitarla dejando el pecho descubierto de el de barba, lo acariciaba y masajeaba.
 
Ford no se quiso quedar atrás levantando el crop que tenía quitando lo del camino para bajar aún más dándole atención a los pezones que tenían dos bolitas de metal, sintiendo el frío en su lengua, no sabía que tenía un fetiche con eso hasta que se los vio a Horacio, era algo peculiar que te inspiraba a jugar.
 
Horacio levantó ligeramente su rodilla rozando el miembro de Kevin que soltó un gruñido en su pezon que le hizo descargas eléctricas directos su miembro que era prisionero por las prendas de ropa.
 
Ford le dio media vuelta y levanto las caderas, acaricio su espalda baja para llegar al borde de ese short corto que mostraba parte de su nalga, lo quitó de en medio dejándolo cara a cara con las medias de rejilla, no tenía ropa interior eso lo hizo sonreír.
 
Rasgo las medias para dejarle espacio a su lengua para jugar con su entrada, acariciaba los alrededores aún sin penetrarlo, acercó dos dedos a la boca de Horacio, lo beneficioso de su pene no era el grueso, sino lo largo, que te hacía llegar más profundo.
 
Saco los dedos y escupió en la entrada para lubricar más, adentro un dedo de golpe sacándole un jadeo, hacía círculos para agrandar su entrada, metió un segundo dedo haciendo tijeras, caundo lo creyó lo suficiente dilatado saco sus propias prendas restantes dejando a su miembro fuera, dejo caer un cúmulo de saliva que esparció en el largo mezclándolos con el pre semen, dejo una última mordida en un glúteo y empezó adentrarse.
 
Horacio saltaba pequeñas lágrimas por el placer que su cuerpo estaba empezando a sentir, mordía la almohada con fuerza tratando de acallar sus gemidos soltando jadeos.
 
Ford empezó a moverse dejando besitos en su espalda y nuca para relajar al de abajo. Cuando Horacio hizo sus caderas para atrás buscando más le dio luz verde para seguir.
 
Se aferró a las medias y a su hombro para empezar embestidas rápidas que lo hacía soltar gruñidos y apretar su mandíbula por el esfuerzo que estaba haciendo, el respaldo golpeaba con la pared, la cama rechina, sus testículos golpeando con el trasero de Horacio, los gruñidos, jadeos y gemidos de placer, hacían una perfecta sintonía. Veía su miembro salir y entrar de Horacio, cada vez que daba un golpe liquido salpicaba.
 
Le dio media vuelta a Horacio para quedar cara a cara, embistiendo de una estocada para adentrarse sacándole un grave gemido a Horacio dándole en el punto, acercó su boca a besar a Horacio que fue correspondido, los besos eran más cortos ya que se quedaban son aire.
 
Horacio lo abrazó con las piernas en busca de más, Ford lo agarro de las caderas para que sus embestidas fueran más duras. Horacio rasguñar su espalda donde aseguraba que la mañana siguiente tendría líneas rojas, la baba salía de sus comisuras manchando su barbilla por los besos bruscos, sus ojos se volvieron blancos y arqueo su espalda.
 
-Me gusta, me gusta, me gusta, me gustas, me gustas- susurraba Horacio entre jadeos dejando confundido a Ford dudando de lo que había escuchado.
 
- ¿Qué dijiste? - pregunto alentando sus embestidas.
 
-Que me gusta- dijo ignorando el echo de que no fue correspondido. Ford reanudó las embestidas no muy seguro de los ue decía Horacio.
 
Las embestidas eran aún más bruscas, era una forma de Ford de decir que eso solo era sexo, y el pobre de Horacio entendió muy bien lo que quería decir, haciendo aún lado el nudo que se la había formado en la garganta se acariciaba su miembro sobre las medias que lo molestaban.
 
Empezó a sentir cosquillas en su vientre no tuvo tiempo de decir algo cuando de se corrió manchando a los dos estómagos, su entrada se contrajo presionando aún más el pene de Ford que no tardó en venirse llenado a Horacio.
 
Cuando lo hizo salió de el fue por unas toallas y se las entregó a Horacio para que se limpiaba mientras el se vestía. Eso le pareció extraño.
 
- ¿Te vas? - pregunto confundido.
 
-Si, tengo cosas que hacer mañana en Comisaria, salió cerrando la puerta tras, después escucho la puerta principal siendo cerrada, dejando a un incrédulo Horacio despechado.
 
En la mañana siguiente le agente del FBI entró por la comisaría dejando una mirada plasmada a lo que veía, Ford y Collins agarrados de la mano, cuando Collins lo vio decidió acercarse.
 
-Agente H- le hablo sacándolo de sus ahogamiento de tristeza -Ford y yo volvimos antier- dijo dejando aún más confundió a Horacio, cuando volteó a ver a Ford este bajo la mirada.
 
-Mi enhorabuena- dijo mostrando su más falsa sonrisa tragándose sus lágrimas entrando a los vestidores.
 
Siempre iba a ser el plato de segunda mesa, ya debía de estar acostumbrado.

One Shots GTA +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora