Gustacio

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Primera vez.

Recientemente había escuchado como sus compañeros hablaban de que ya habían perdido su virginidad, el le daba mucha curiosidad eso, sabía que Gustabo no era virgen y le quería preguntar cosas al respecto per la última vez que lo intento casi se desmaya de la vergüenza, había visto porno y eso le ocasionaba más curiosidad, quería experimentarlo pero tenía miedo, no sabe  a que pero ese miedo que esta allí.
 
Su pierna se movía inconscientemente, jugaba con sus dedos en su regazo y se mordía los labios quitándose pellejito de estos al punto de que ya que dolía y de una parte ta había salido sangre.
 
Gustabo veía por el rabillo del ojo a su mejor amigo, le estaba poniendo nervioso todo lo que hacía, sabía que le quería decir pero el no hablaba y Gustabo no es adivino para saber que pasaba por esa cabeza.
 
-Horacio ya dilo por Dios- apago la tele, Horacio puso una cara de sorprendido -Me estas poniendo muy nervioso- puso su mano en la rodilla de su amigo para que dejara de moverla dejándola allí. Ese simple acto hizo que Horacio se sonrojara en extremos y empezara a sudar en frío.
 
-Yo, es que, nada- el pobre de Horacio ahora mismo quiera estar tres metros bajo tierra.
 
-Solo dilo, llevas días así- se acomodó de lado -Dios de una jodi...-
 
-Quiero follar- a Gustabo se le fueron los colores por la sorpresa de la declarándose.
 
-¿Follar? ¿Con quién?- pregunto con incredulidad, Horacio bajo la mirada sonrojándose.
 
-Contigo- susurro muy despacio con las palabras ahogadas, si Gustabo no estuviera tan cerca no lo hubiera escuchado.
 
Pero lo hizo.
 
-Que buena broma- se empezó a reír a carcajadas que pararon cuando vio el sonrojo de su amigo -¿Es una broma?-
 
-No- sé quiera mudar a la Antártida y enterarse bajo la nieve, no sonaba tan mal tener amigos pingüinos ¿Quién necesita a las personas?.
 
Gustabo se re acomodo en su asiento viendo su reflejo en la tele dudando de su existencia.
 
-¿Por qué?- soltó esa pregunta.
 
-Curiosidad- respondió con simpleza -Y confío en ti- se encogió de hombros.
 
Horacio vio como Gustabo se perdió en sus pensamientos, veía que se debatía entre decir que si o no, le regreso la mirada a Horacio quien tenía una mirada suplicante y volteó rápido para delante.
 
-Esto no va a cambiar nada de nuestra relación- lo volteó a ver para que entendiera y Horacio asintió frenético sin saber exactamente qué hacer ahora.
 
Gustabo se palmeo sus muslos y se puso allí poniendo sus manos en los hombros viendo expectante que hacía ahora Gustabo, se acercó lentamente mientras cerraba los ojos para empezar un beso, Horacio veía a Gustabo con los labios levantados y ojos cerrados, ¿El debía hacer lo mismo? Supuso que si y se acercó lentamente.
 
Era un beso demasiado torpe que demostraba inocencia, nerviosismo e inexperiencia, pero lo intentaban.
 
Gustabo puso una mano en la mejilla para acariciarle mientras que con la otra subía su mano por la espalda acariciándola por encima de la tela. Horacio acariciaba el pecho de su amigo que estaba debajo de él, sintió una de las manos de este posarse en sus glúteos para moverlo ligeramente hacía adelante para que iniciara un meno.
 
Y el no entendió, así que Gustabo se lo tuvo que explicar, Horacio entendió todo con un sonrojo.
 
Se volvieron acercar para empezar otro beso, y otra vez puso sus manos en los glúteos de este y ahora si empezó movimientos lentos en inseguros pero cuando escucho un jadeo de su amigo supo que los estaba  habiendo bien, un poco más seguro rozaba sus miembros que poco a poco por la fricción y la estimulación empezaba.
 
Tenía pena de sacar algún ruido, pero empezó agarrar confianza, Gustabo jamás se burlaron de él y lo estaba ayudando con mucha paciencia y dedicación para que los dos disfrutaran.
 
Con sus manos temblorosas trato de quitar la playera de Gustabo que sonrió por el nerviosismo y la ternura que le causaba
 
-Yo no me la voy a quitar, me la debes de quitar tu- le dijo algo más ronco de lo normal.
 
Su voz llegó a lo más profundo de su cerebro y miembro, asistió nervioso y se la quitó mostrando el abdomen y apenas iba marcándose, pero aún seguía plano y pálido, sus manos frías lo acariciarlo viéndolo con curiosidad, ya antes lo había visto hasta son pantalones solo ropa interior pero este es otro contexto.
 
Gustabo hundió su cara en el cuello del moreno para pasar su lengua con toda confianza, tratando de no ser brusco lo besaba y succiona, detrás de su oído dejó salir aire que hizo que Horacio jadear, un punto débil, susurro el nombre de Horacio  y este se removió.
 
Metió sus manos debajo de la camisa acariciando ados para levantar la soltera quitándola del camino para verlo sin la camisa, encontrándose con sus dos botones que no dudo en acercar su boca para jugar con esto mirando ligeramente hacía arriba viendo los gestos de su amigo, con su otra mano jugaba con el otro, veía el entrecejo fruncirse.
 
Recostó a Horacio posicionados entre sus piernas, puso sus manos en el botón sin desabrochar.
 
-¿Estas seguro? sino estas preparado no hay problema, hay tiempo para todo, no estás obligado- le dijo no lo iba a presionar ni mucho menos hacer algo que el no quisiera.
 
-Estoy seguro Gus- lo agarro de la nuca para ahora el empezar un beso un poco más desesperado que les quito el aliento.
 
Sus manos ansiosas lo desabrocharon el pantalón para bajarlo, dejando el bóxer rojo con una marca de líquido y la forma de un pene erecto marcado.
 
Escupió en su mano, la adentro lentamente al borde y acariciarlo por adentro viendo como su amigo gemía su nombre debajo de él.
 
Se separó para quitarse el pantalón junto el  bóxer, el no tenía pena alguna en mostrarse desnudo, a si lo trajo el mundo, no había nada distinto que Horacio tuviera y el no.
 
Se posicionó donde mismo para quitar la ultima prenda admirando el cuerpo de su amigo sonrojado con sus manos aún costado de su cabeza.
 
Movió su mano para acercarlo al pene pálido del rubio esparciendo el líquido pre seminal en lo largo viendo como su amigo soltaba jadeos sin censura y mostraba muecas, Gustabo bajo para unir sus labio por... quien sabe cuántas veces ya lo hicieron.
 
De la nada Gustabo se paró y se fue caminando sin cubrirse dejando muy confundió a Horacio, ¿hizo algo mal? Se sintió mal co sigo mismo y quería llorar y lo iba hacer, pero vio de regreso a Gustabo con un bote.
 
-No hay condones- dijo sonriendo -Solo lubricante- y volvió como estaba antes.
 
Horacio casi sentía que se moría de la vergüenza, no sabia como el podía decirlo tan tranquilo y andar así sin pena alguna.
 
-Escúchame Horacio, esto te va doler un poco, voy a tratar de que lo haga lo menso posible, si te quiere de tener no hay problema- el solo escucho y asintió.
 
Sintió algo frío, como una pomada por su entrada que le hizo estremecer y tensar, Gustabo acariciaba sus piernas para que se relajará y le hablaba tratando de distraer.
 
Metió un dedo y Horacio cerró un poco sus ojos, luego sintió espasmos de placer por su miembro ser acariciado, soltando gemidos de placer junto con dolor, aún lo soportaba.
 
Cuando se adentro un segundo dedo cero sus ojitos con fuerza aguantando las lágrimas de sus ojos, se quedaron quietos los dedos, empezó a sentir piquitos en toda su cara y caundo los abrió vio a Gustabo cerca de su cara sonriendo le comprensivo, le regreso la sonrisa que se volvió mueca por el gemido que soltó al sentirse que los movió dentro de el.
 
Con un tercer dedo alto lagrimas ligeras que Gustabi se encargó de limpiar mientras besaba sus labios, el se trataba de concentrar en el beso tratando de olvidar el dolor que funcionó cuando sintió la lengua adentrarse en su cavidad vocal, jadeo al sentir sus lenguas encontrase.
 
Gustabo saco los dedo y esparció el lubricante en su miembro para reafirmar las caderas de Horacio, puso el glande en su entrada y al adentro, Horacio soltó un grito abrazando a su amigo con sus cuatros extremidades.
 
No sé movió solo acariciaba la cara de Horacio masturbándolo y con su cara dándole atención a un pezón, solo metía y sacaba la punta, si tuviera que esta haciendo eso toda la noche lo haría para que su amigo no le doliera demasiado.
 
Cuando escucho un jadeo de un "más" e empezó adentrarse sintiendo las uñas de este encajas se iba a detener pero su amigo lo detuvo al mover sus cadera hacía el.
 
-Ey tranquilo, no me voy a ir, aquí estoy- tenia su miembro dentro y Horacio lo abrazaba con fuerza.
 
Estuvieron un rato así hasta que Horacio se movió hacía el buscando movimientos que no tardaron en llegar eran lentos pero seguros, veía el entrecejo fruncirse de Horacio al igual que daba bocanadas de aire cada cierto tiempo, sentido el pie de su amigo hacerlo para adentro buscando más rapidez, y la consiguió.
 
Sus pieles chocaban y Horacio gemía fuerte y claro solo para Gustabo, enterraba sus uñas pasándolas por toda la espalda mordía el hombro y clavícula, la saliva escurría, Gustabo estaba sudoroso, su amigo estaba apretado gruñidos y jadeaba, sus venas del cuello se marcaban por el esfuerzo ejercido.
 
Agarro las caderas para las embestidas fueran más firmes sacándole un grito a Horacio, le había dado en la próstata.
 
Siguió sus embestidas sintiendo su miembro agrandarse dentro de su amigo haciendo que el sintiera más placer, su vientre hacia contracciones , se vino dentro de el.
 
Pero no adoro las embestidas agarro el moreno miembro estimulándolo que no tardó tanto en llegar soltando un gemido y arqueando su espalda.
 
Salió de él y se recostó aún lado.
 
-¿Qué tal?- pregunto aún jadeante.
 
-Podrías estar mejor- eso hizo que soltara una carcajada -Y ahora mi interior lo siento pegajoso y viscoso- eso hizo que se ahogue de la risa recibiendo un golpe, después acompañándolo en las risas.
 
Al final de cuenta los amigos están para ayudarse, ¿no?

One Shots GTA +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora