One Shots GTA +18

Volkacio/Volkway

A tiempo.

TW: Consumo de pastillas

Viktor sintió como su cara era llenada de besitos, abrió los ojos y la primera imagen fue a su pareja sonriendo las mejillas de un tono carmesí, sonrió por puro instinto. Dio vuelta a la posición quedando entre las piernas de Horacio y darle un beso en la boca bajando sus manos a los glúteos de Horacio, casi siempre era así hasta podría decir que tiene una obsesión con ellos. Horacio soltó un gemido que fue ahogado contra mis labios, me separé ligeramente y acune su cara acariciando las mejillas viendo sus facciones, tanto tiempo juntos y jamás me dejo de parecer atractivo.

Horacio me empuja un poco con su brazo para volver a quedar recostado y se pone sobre mis muslos, una sonrisa se forma en sus labios al sentir la erección matutina, junta sus labios a los míos para sentir como sus labios bailaban, muerdo un poco su labio tratando de ahogar el gemido que me provoca rozar mi miembro entre sus nalgas, adentro mi lengua en su cavidad bucal juntando mi miembro rosado con el suyo y posó mis manos en sus muslos estrujándolos subiendo lentamente para dejarlas en los glúteos, las subo un poco más retirando la playera, paso mis manos por el abdomen bien formado y me acomodó en el paladar de la cama para poder llegar a su cuello y dejar besos, bajo un poco más concentrad en los botones donde mordía y succiono escuchando los hermosos jadeos que salen de su boca.

Horacio jala un poco la pijama hacia abajo y levanto un poco las caderas con ayuda de mis pies para que pueda retirarla junto la ropa interior dejándome totalmente expuesto, desde los cachetes descendió por su cuello donde inclinó la cara dejando más libertad para pasar sus labios, sintió como suspiraba en sus pezones ocasionándole un escalofrío que le erizo la piel, con los dientes le jalaba sus pequeños vellos hasta que Horacio quedó cara a cara con su pene, observó como Horacio lo sujetaba con seguridad y pasa su lengua por la punta haciendo que haga mi cabeza para atrás dejando salir los jadeos y gruñidos, pongo una mano en su cabeza para hacer movimientos sintiendo como su garganta aprieta mi pene al momento de soltar arcadas, cierro los ojos disfrutando de la mamada que me da mi esposo. Siento como me palpita y debido alejar a Horacio que me da una de las mejores imágenes, su cabello alborotado algunos pegados a la frente por el sudor, un hilo de saliva que conecta hasta su boca. Lo jalo hacia mí para quitarle la ropa restante y sin dilatación y con solo la saliva de la mamada de antes como lubricante me adentro en su cuerpo, observó sus facciones observando cómo se contraen por el dolor, agarro su miembro masturbándolo mientras esconde su cabeza en mi cuello dejándome besitos y mueve sus caderas para acostumbrarse, sus poderes abrazan mi miembro de una forma espectacular, el calor que llena sus brazos.

Empieza a saltar hasta casi salir para dejarse caer, agarro sus caderas con fuerza por el placer generado, mis dedos de los pies se contraen por el placer, es tanto como auditivo y táctil, los gemidos que suelta Horacio es como un orgasmo auditivo, su interior tan aberrante y perfecto para mí, como si los dos estuviésemos hechos para estar juntos. Separo sus glúteos y acomodó mis pies mejor para tomar impulso y me impulso tanto estocadas rápidas y fuertes sin ningún ritmo escuchando nuestras pieles chocar, así puedo adentrarme más, las uñas de Horacio se encajan en mi espalda, sus ojos se vuelven blancos a la vez que se llenan de lágrimas y se cierran, su entrada se contrae de una forma increíble haciendo que gima despacio, sus piernas empiezan a temblar. Tratamos de unir nuestros labios, pero no es posible por los movimientos bruscos que ya no tienen sincronización, ataco su manzana de Adán que se mueve por cada vez que pasa saliva o suelta un ruido. Una mano la mueve hacia el miembro de Horacio que no duda en masturbar viendo cada una de sus muecas y cada vez más erráticos los saltos me di cuenta de que no le faltaba mucho para llegar y no me equivoqué cuando su esencia mancha mi mano, su espalda se encorva, sigo dando las estocadas, al momento de sentir que mi abdomen se contrae, mis piernas flanquean y un calor llega a mis pies me vengo dentro de Horacio mientras nos abrazamos.