Fordacio

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PRIMERA VEZ
Día 1

No lo voy a negar, mis manos temblaban, sentía que me asfixiaba, en mi abdomen sentía un hormigueo que extendía, sentía que empezaban a sudar mis manos y las limpiaba con mi ropa, tenía demasiado nervios.
 
Me miré por última vez al espejo y me sentía orgulloso de mi mismo, me veía de puta madre, hasta yo me follaria, y no era por ser egocéntrico o nada parecido, el vestido rojo con una ligera abertura en el muslo que lo dejaba más expuesto, las botas negras altas, el delineado negro que hacía que se resaltarán más mis ojos, los pequeños accesorios que hacían la diferencia como l collar que ni hacía que mi clavícula y hombros se vean tan solos y anchos, los anillos que hacían más largos mis dedos, de verdad estaba orgulloso de mi atuendo que siendo sinceros dure más armándolo que en ponerlo.
 
-
 
Todo el día en el trabajo no estuve concentrado, no podía dejar de pensar en Horacio y en la cita que tendríamos, en la noche apenas y pude dormir por el nerviosismo, pero por fin ya se había dado la hora.
 
Me di una última mirada en el espejo y estaba complacido, ese traje elegante de color blanco de color negro y la corbata roja, agarré las llaves y emprendí camino a la casa de Horacio.
 
Cuando llegue lo vi parado afuera del edificio y podría decir que con lo que vi tuve dos reacciones, mi corazón se aceleró y me podía desmayar y la segunda es que ahora estaba duro.
 
Me estacione enfrente del el para bajarme y me acerque para saludar a mi novio que se veía precioso, todo de él me encantaba, es increíble el como te puede hacer sentir una persona, lo que pude ocasionar en ti.
 
Me acerqué a él y se me lanzó para llenarme la cara de besitos mientras le acariciaba la cintura y los recibía con gusto.
 
-Horacio- no me hacía caso -Horacio, vamos a llegar tarde- le recordé y el solo bufo alejándose de mi para que abriera la puerta y él se subiera.
 
En todo el camino no nos soltamos las manos, solo cuando tenía que cambiar las velocidades, Horacio bailaba feliz en el asiento del copiloto y cantaba todas las canciones que se llamaban reproducir sacándole sonrisas, era el típico momento común pero que jamás querías que se acabara, bueno, con Horacio nada era típico.
 
Cuando llegamos sentí la incomodidad de Horacio por la mano de apretar mi mano y el como se pegaba más a mi, pero todas las miradas cayeron en el por la forma de vestir, al parecer seguían viviendo debajo de una piedra, solo lo jale para que no prestara atención y entraríamos al salón, nos acercamos en al mesa donde estaban los demás sheriff, aún seguía sintiendo a Horacio un poco tenso.
 
-Si no estás cómodo nos podemos ir- le susurra en el oído empalagándome de su rico olor que me envolvió.
 
-No, tranquilo- me dio una sonrisa tranquila y le deje un casto beso para seguir platicando.
 
La noche paso tranquila, entre risas, conversaciones algún que otro chisme, bebíamos, pero no mucho, Horacio ya ni estaba tenso y me alegraba ya que no quería que hicieran sentir a mi hermoso novio mal ya que lo más probable es que terminarían rodando cabezas, y además el se veía de puta madre.
 
Cuando nos paramos hablar un señor se nos acercó y se le ocurrió la fantástica idea de insultar a Horacio enfrente mía, siendo sinceros ni le dejé terminar cuando cayó un golpe limpió en su cara y el me soltó otro, iba a defenderme, pero vi a Horacio noquearlo sin perder el glamur, me sentí muy orgulloso, le di una sonrisa para sacarlo de allí y subirlo al coche ante todos los murmullos y algún que otra sonrisa de orgullo.
 
El camino del coche fue silencioso, Horacio veía atreves de la ventana como pasaban las luces y lo coches, Ford veía la carretera pensando que si pudiera regresaría solo para volver a golpearlo.
 
Apenas entraron al departamento sintió que lo arrastraban al sillón.
 
-Perdón por arruinarte la cena- Ford negó levemente mientras lo ponía encima de él -Debí ponerme otro tipo de ropa- bajo la mirada.
 
-Tú ves hermoso tal como estas, y no arruinarte nada, fue la mejor cena sin duda por que estabas tu, y si pudiera lo volvería a golpear- acuno su cara entre sus manos -Tu no debes de cambiar nada, eres perfecto-
 
Horacio se acercó a para unir sus labios en un beso suave sintiendo las caricias de Ford en sus muslos causándoles escalofríos y poniendo su piel chinita, pidiendo permiso para adentrar su lengua siendo bien recibido, sintiendo su piercing chocar con la lengua y y dientes, sus lenguas se saludaban y abrazaban.
 
Las manos de Ford subieron un poco más para adentrarse dentro del vestido rojo que le encantó, pero ahora mismo quería romper, Horacio acariciaba por encima de la camisa blanca de vestir que traspasaba el pecho, Ford descendió ligeramente para dejar besos húmedos mientras que abrazaba la cadera de Horacio para acercarlo más si fuese posible quien empezó a mover las caderas soltando un jadeo cuando sintió el bulto endurecer.
 
-Ford- lo separó de su cuello - ¿Seguro quieres hacer esto? - lo veía a los ojos.
 
-Si- le dio un beso -Me puso muchísimo ver como golpeaba al gilipollas- le dio otro beso- Amo como se te ve este vestido- y volvió a juntar sus labios en un beso desesperado.
 
Sentía su pantalón apretar, pero estaba indeciso sobre qué hacer y Horacio parecía tan decidido y confiado que lo ponía más nervioso, siguió sus instintos y puso su mano en el cierre que tenía en la espalda para bajarlo mostrando el torso desnudo de Horacio dejando el vestido en las caderas, admiro la belleza natural de Horacio, sus músculos que fueron dando por el trabajo y el arduo entrenamiento.
 
Horacio empezó a desabotonar la camisa terminado por reventar los botones faltantes para dejar el pecho de Ford pasando sus manos por este sintiendo cono estaba caliente y el latido de su corazón en su palma de la mano.
 
Recostó a Horacio en el sofá para posicionarse encima de él y, con sus manos recorría todo lo que alcanzaba mientras jugaba con los esos botones, quería ir más allá, pero estaba nervioso así que decidió hablar.
 
-Horacio- de repuesta tuvo un sonido-Esta es mi primera vez con un hombre- y Horacio abría los ojos viendo con una sonrisa tranquilizadora.
 
- ¿Quieres parar? - solo negó frenéticamente, -Déjame enseñarte-
 
Cambio las posiciones ahora él estaba encima y aprovecho para quitar el vestido mostrando que no tenía bóxer sino más bien un calzón pequeño que se adentraba entre nalga y nalga, Ford sintió salivar por romper esa pequeña prenda, Horacio dejaba besos por todo el torso y abdomen para quitar con sus manos el cinto y el pantalón adentrando su mano dentro de la ropa interior para masajear el miembro, haciendo que Ford se pensara y soltara un gemido.
 
Saco el miembro para encontrarlo frente a su cara y dejar una mordida leve en el glande haciendo estremecer al de abajo para desde la base hasta el glande usando a favor la bolita plateada que tenía es su lengua haciendo que sintiera más placer, acercó dos dedos en la boca de Ford que cuando hizo eso lo vio con miedo haciendo que Horacio solo riera soltando aire por la nariz haciéndolo jadear, negó despacio y volvió a presionar la boca para saludar los dedos, con su otra mano jugaba con los testículos y luego sintió unos dedos enredarse en su cabello y preciar para ir más a fondo haciendo que soltara arcadas y acelerará los movimientos de cabeza.
 
Saco los dos dedos y lo llevo a su propia entrada moviendo ligeramente su ropa interior para encontrarse con su entrada y adentrar un dedo.
 
Ford abrió los ojos viendo su mano en la cabeza de Horacio que ni se dio cuenta cuando la llevó viendo como salía saliva de la boca de Horacio y los sonidos que hacía al mover su cabeza después subió un poco la mirada encontrando con el trasero levantado de Horacio auto penetrarse con un dedo y luego vio como metió un segundo haciendo que viniera en su miembro mandándole descargas eléctricas haciendo su cabeza para atrás y dar un gemido alto que anunciaba su orgasmo llegando en la boca de Horacio viendo como se lo tragaba y limpiaba los restos con el pulgar para después chuparlo, haciendo que se volviera a endurecer.
 
Se volvió a poner encima de Ford para mover sus caderas mientras que volvían a besarse dándole de probar de sí mismo, sintió como Kevin lo volvía a poner abajo de él y movía otra vez la ropa interior mientras que acariciaba su miembro lubricado por la mamada de antes y se adentraba viendo a los ojos de Horacio y apretaba su mano.
 
Empezó a dar estocadas lentas por miedo de lastimar a Horacio, pero las acelero cuando recibió un leve susurro de "más" sin soltar la mano llevo la otra la cadera para que no se movieran y hacer las embestidas más bruscas, Horacio enrollo las piernas y rasguñaba la espalda con la otra, queriendo llegar más profundo para encontrar ese lugar que lo hacía delirar.
 
Ford lo puso de espaldas encorvándolo y rompiendo la pequeña tanga y meterse de golpe sintiendo su miembro endurecer y mancharse haciéndolas más rápidos y luego escucho un grito se Horacio pensando que lo lastimó para las embestidas.
 
- ¿Estas bien?- hablo preocupado.
 
-Si no te detengas y vuelve hacer eso- pidió viviendo la mirada hacia enfrente sintiendo otra vez como lo destrozaba por dentro, pero eso le daba una tranquilidad y placer retomando los gemidos altos al volver tocar su punto.
 
No dudaron mucho más cuando se corrieron como si conectados estuvieran, sin duda fue el mejor orgasmo, y no se sintió como sexo, se sintió mucho mejor.
 
En la mañana siguiente fueron a caminar al parque, bueno Horacio nada más fue a sentarse, viendo como veía a más hombres vestirse con faldas o vestidos viéndose demaciado bien y recibiendo una mirada celosa de Ford dándole un beso en los labios que hizo que se fuera todos los celos.

Las demás partes están en mi perfil ya que no son +18.

One Shots GTA +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora