One Shots GTA +18

Volkacio

30 de Abril.

Horacio llegó cansado de si trabajo, se quitó la chaquete azul con letras amarillas dejándola junto la puerta principal colgada, se sacó la máscara dejándola, al igual, junto la puerta principal, sus tenis los lanzo directamente. Tenía planeado dejar ese día libre para celebrar su cumpleaños junto su pareja, pero la cosa se complicó en la sede y tuvo que acudir, a veces tenía ganas de mandar a tomar por culo todo y junto a Viktor irse sin decirle nada a nadie, simplemente desaparecer de esa ciudad de mierda que tanto daño les ha hecho y empezar de cero, formar una familia, simplemente tener una vida normal.

Cuando llegó al comedor y vio un hermoso pastel, se acercó observando las velas, el fuego se reflejaba en sus pupilas, cuando llegó a estar junto al pastel con su dedo índice agarró un poco del glaseado y lo llevó a su boca degustándolo, sabía demasiado rico, merengue, sin darse cuenta de que estaba haciendo observado por su pareja desde la cocina que no dudo acercársele abrazándolo por atrás dejándole un beso húmedo en la nuca.

-Feliz cumpleaños, Soltnse.

-Mon etoile, ¿lo hiciste tú?

-Si, no es tan difícil, solo unos tutoriales y quedo bien.

-Te quedo de puta madre.

-Deja que vaya por los platos para servirte.

Viktor se regresó a la cocina mientras Horacio se sentaba observando el pastel, de verdad que había quedado demasiado bien, agarro un poquito y se lo volvió a llevar a la boca recibiendo un lugar manotazo.

-No andes metiendo mano -se acercó a los labios besándolos dejando una lambida al final quitando la mancha de glaseado- Te manchaste.

-Vale ¿me sirves?

-Si, ehhh... se me olvido el cuchillo, deja voy por él.

-No te preocupes, yo voy, tú te tardas mucho.

Se levantó rápido buscando en los cajones hasta que encontró una espátula, cuando se acercó de nuevo vio las velitas apagadas y a un Viktor agarrando del betún como el antes, repitiendo la acción anterior de su pareja le dio un golpecito en la mano, cuando sirvió el pastel agarro un pedazo más grande que el de Viktor.

Sin sentarse le dio una mordida degustando, estaba exquisito, se tomó su tiempo en acabarse la rebanada y cuando lo hizo tomó asiento, pero esta vez en las piernas de su pareja.

-Como me comí el pastel ¿me siento en la polla?

-Eso no se pregunta, Horacio.

Sin pensarlo mucho Volkov en su silla se hizo un poco para atrás dándole vía libre a Horacio para sentarse, se dejó caer con delicadeza sobre las piernas de su amado, levanto el mentón para que sus ojos se juntaron, ambos sabían lo que pasaría y, ambos lo querían. Sus labios unidos, sus lenguas conectadas, sus caras se movían en sincronía buscando el máximo contento entre sus bocas. V tenía sus manos en la espalda baja de su pareja invitándolo hacer movimientos de cadera para crear una fricción.

Acariciaba los glúteos de Horacio, tenía su cabeza echada hacia atrás sintiendo los besos y la lengua pasear por su cuello, apretaba los glúteos cuando sentía su glande rozar con el contrarío.

H acariciaba los pectorales del hombre que estaba debajo de él, paso su lengua por el cuello sintiendo el delicioso y característico olor del Comisario, -Hueles tan bien Vik- paso sus manos por todo el tórax hasta que sus manos llegaron al final de la playera metió sus manos acariciando el trabajado abdomen al mismo tiempo que subía la playera, cuando llegó a los pezones separo la cabeza del cuello a su misma vez dejaba de escuchar los jadeos del contrario para empezar a escrutar leves gemidos al acariciar, con su lengua, una zona tan sensible, saco la playera aún con lo suyo, succiona y mordía como sabia que le gustaba, dejaba besitos y su lengua daba vuelta a la areola, sus cadera se movía sacándole jadeos que se agitaban en el pecho del Comisario.

Viktor se levantó con Horacio y lo puso en la mesa, acaricio sus muslos hasta llegar al botón que desabrocho y en la cara de su pareja vio alivio, él estaba igual sentía su puente doler, pero el tenía un pantalón holgado, para Horacio era más incómodo y doloroso, le saco el pantalón junto la ropa interior y subió una pierna dejándolo totalmente abierto y a su merced.

Escupió sobre su mano para llevarla a la creciente erección, Horacio automáticamente echó su cabeza hacia atrás mientras que se apoyaba sobre las palmas de sus manos. Con su otra mano la acerco a la boca del Pérez sintiendo la calidez que rodeaba sus dedos e inconsciente empezó a mover sus caderas contra la entrada de H simulando embates tratando de aliviar un poco el dolor, saco los dedos sintiendo una ligera succión, y con eso se sintió correr en sus pantalones, grupo acercándolos a la entrada donde escupió y metió un dedo, se puso de cuclillas para estar más cerca de la entrada, adentro un dedo a la vez que usa su lengua ensalivando los pliegues como lubricante, adentro un segundo dedo haciendo tijeras para expandirlo, separo su boca de la entrada para llevarla en un testículo que mordió ligeramente y succiono escuchando el alto gemido que soltó su novio bonito, adentro un tercer y último dígito simulado embestidas se levantó sin dejar de hacerlo y su mano libre la llevó a la cresta jalándola para hacer un choque de labios, hacia un sentido morboso, se excitaba de escuchar los gemidos de Horacio tan cerca de su boca, el como novia sus caderas buscando más que unos dedos no le iban a dar.

-Más Vik... más -pidió en un ruego, Volkov complacido se separó y sacó el chándal y directamente, al igual, su ropa interior quedando totalmente desnudo, sintió la mirada fija, y chocó con los de Horacio que lo observaba de arriba hacia abajo y viceversa, entre sus dientes tenía el labio inferior, se lo estaba comiendo con la mirada y él no se pudo sentir más halagado.

Con paso lento se acercó y dio un último escupitajo en la entrada para pasar su lengua recogiéndolo, sujeto su miembro y piso la punta en la entrada ajustada.

-Pídemelo.

-Por favor, fóllame, Vik, no te hagas del rogar.

Complaciendo sus súplicas lo empotró de una embestida, la entrada lo abraza su polla deliciosamente, sube una pierna a su hombro para tener más espacio y Horacio se recuesta totalmente en la mesa, lo embiste con dureza, su espalda era rasguñada con fuerza, pero ese pequeño dolor mezclado con el gran placer era la gloria con todo su esplendor, la mesa se movía ante tales movimientos desesperados y bruscos, sus labios chocaban, pero los gemidos o los movimientos los separaban impidiendo besarse.

Agarro a Horacio de los muslos levantando y se sentó en la silla, dejando a Horacio sobre su polla, ahora está llegaba más profundo lo sabía y H lo sentía, agarro las caderas de su pareja ayudándolo a brincar dando a ese punto, veía como los ojos se le cerraban a Pérez y los intentaba abrir haciendo que se volvieran blancos, la boca abierta soltando altos gemidos, sus labios rojizos, una fina línea de saliva escurría de su boca, la cresta se pegaba a la frente, su piel morena parecía brillar por el sudar, era perfecto.

La entrada lo abrazaba aún más, daba a ese punto de nervios haciendo que las piernas de Horacio se pensaran cada vez que lo hacía, llevo una mano al pene del que brinca sobre su larga polla haciendo que gimiera aún más alto, no le importaba si todo el edificio se enteraba, que se enteren que a Horacio lo fallaba tan bien que no podía ni abrir los ojos, lagrimas espesas salían de estos, no tardó mucho en que este se corriese sobre su mano, saco su pene y mientras H tomaba aire se puso de rodillas, agarro el pensé pasando su lengua saboreando el sabor saldo de este, paso su lengua desde la base, por todo el tronco sintiendo las venas palpitantes llego al glande que no duro de meterlo en la boca, hasta donde su garganta que permitió el pene, su cabello era sujetado por la mano de Viktor que dirigía los movimientos de cabeza para más placer, con una mano jugaba con los testículos y la otra masturba lo que si boca no le permitía, el podía ser feliz teniendo el pene de su pareja en su boca, aquel delicioso trozo de carne que hace maravillas. Volkov movía sus caderas sintiendo el orgasmo tan cerca, su pene hinchado y glande rojizo pienso saltar todos sus fluidos que llenaron la boca de Horacio.

Lo levanto y abrió la mandíbula viendo el semen allí, escupió en la boca de Horacio y la volvió a cerrar permitiéndole a Horacio regar.

-Feliz cumpleaños, Horacio.

Extra:

Horacio limpiaba todo el desastre que se hizo al mover la mesa, recogió un plato que se rompió llevándolo al bote de basura, lo dejó caer, pero antes de que se diese la vuelta algo llamo su atención, era un ticket, lo sacó leyendo de cual combra era y solo sonrió y lo volvió a tirar, el pastel es comprado.