One Shots GTA +18

Volkacio 2

Omegaverse
Celos 2

Volkov dormía plácidamente, estaba teniendo un sueño extraño pero bonito, apenas iba abrir la puerta que estaba buscando cuando alguien lo despertó.

- Vik, Vik, oye Vik despierta.

- Mande.

- Quiero un mango.

- ¿Mango?

- Si un mango, pero no hay en la casa.

- Horacio no son temporadas de mango.

- ¿Entonces no vas a ir por un mango?

- No, mejor ven descansa.

- No, yo quiero un mango, voy a ir a comparar uno.

Apenas iba hacer el amago de levantarse cuando Viktor lo jalo acostándolo en la cama y se paró somnoliento en la oscuridad poniéndose las zapatillas que tenía aún costado.

- ¿Solo quieres eso?

- No y me traes mayonesa, quiero un mango y una mayonesa.

- Esa no parece una buena combinación, pero está bien.

Se acercó dando un beso en la frente a Horacio y una caricia en el vientre, sintió una ola de felicidad al ver la barriga un poco más grande.

- Esta creciendo.

- ¿De verdad?

- Si, lo está haciendo.

H se paró rápido agarrando una cinta se posó frente al espejo pasándola por su vientre midiendo viendo con sorpresa y acariciando.

- Todos los días me mido y me fijo y no me había dado cuenta, tú pasas tu mano y es suficiente para ti. No es justo.

- Ahora vengo soltnse.

Al final tuvo que ir como a 5 supermercados diferentes para tener mangos, pero ese no fue el problema, el problema fue que cuando llegó a la casa Horaco ya estaba dormido. Negó y llevo las cosas abajo, ¿mayonesa con mango? Si, eso fue lo que le pidió. La situación siempre era así, Horacio siempre tenía antojos medios raros, y todos le daban en la noche. Jamás se negaba a ir, por obvias razones no enviaran su omega que por el embarazo tenía el olor más dulce y atractivo, además el cuerpo estaba cambiando, las caderas más anchas, los glúteos más firmes, tenía algo que lo hacía lucir más fresco y radiante, ni idea de que era pero lo hacía lucir hermoso.

Nunca olvidaremos las vez que en la que tuvieron que dar la noticia, Horacio y Gustabo, el último no sabía para que planearon una cena, todo hermoso, y ordenado, pero obviamente como todos los planes algo tenía que salir mal, la cosa fue que los llamaron a la oficina y a Viktor se le olvidó avisarle a H que no irían, se quedó esperándolos hasta tantas hora de la noche cuando enojado subió a un carro manejando a Comisaria, si era un omega, pero ocasiona cierto miedo, los pasos rápidos y el que se le cruza le empujaba quitándoselo del camino hasta que llegó a la oficina dando un portazo alertando a todos, Conway terminó el discurso, Viktor dejó de mover la pluma que tenía en la boca, Greco lo observó con una sonrisa que se quitó al ver el desagrado de su cara y olor.

- ¡Horacio! ¿qué haces aquí?

- Soltnse deberías de esta...

- Metete el Soltnse por donde te quepa Viktor, ¡ninguno se ustedes vinieron a la cena!

- Pero si te avisamos.

- No, no lo hicieron, ahora van agarrar sus cojones y los van a traer a mi casa ya que yo hice una cena que se van a comer, y si no se las comen les voy hacer la vida imposible.