One Shots GTA +18

Jackensia

¿Me escuchas cuando te llamo?

Trataba de concentrarse en el papeleo lo más que posible, pero no era posible, sentía su lobo interior revolcarse, sentía un dolor en su pecho y sus feromonas estaban empezando a llenar la sala llamando la atención de los dos comisarios, el olor a café recién molido con tierra mojada estaba lleno de preocupación, y eso no era normal, ya que casi nunca Conway dejaba expuestas sus feromonas.
 
Sentía que lo llamaban, pero eso era imposible, ya que Julia estaba muerta y nunca había marcado a nadie más.
 
Se restregaba en su asiento, su lobo que gritaba y suplicaba que fuese, que su omega los necesitaba, casi sentía que podía escuchar esas suplicas. Estaba perdiendo esa batalla contra su cuerpo y su racionalismo.
 
Se paró bruscamente de la silla agarrando las llaves llamando aún más la atención de los dos comisarios que se pararon para ver si estaba bien recibiendo un gruñido, y aunque fueran alfas bajaron la cabeza.
 
Conducía con brusquedad, no sabía a donde iba ni con quién, solo sabía que debía ir, y el solo seguía sus instinto, desafiando las leyes de conducción.
 
En ese patrulla quien fuera que entrara podía sentir el asfixiante olor del alfa quien quería y necesitaba a su omega y le daría todo lo que pidiera.
 
Llego a un hotel con varios departamentos, por donde pasaba las personas se hacían a un lado o bajaban la cabeza mostrando sumisión, Conway estaba de su manera más intimidante posible, si le llegaban a molestar o hacer enfadar a su alfa lo más probable es que te corte las entrañas y después se las comería.
 
El viaje del ascensor fue lo más pesado y lento posible, donde no paraba de presionar el botón, como su eso acelerara el ascensor, su impaciencia lo estaba matando.
 
Cuando se paró enfrente de la puerta le llegó un doce aroma y al parecer no era el único que le dio el aroma ya que allí también estaba otro alfa olfateando a los alrededores y no se dio cuenta que empezó a soltar feromonas marcando el territorio llamda la atención del alfa haciendo que el también soltara feromonas retando.
 
Se acerco a paso lento al alfa con olor a pura mierda, y tal vez no olía así pero para el no había diferencia, su lobo le pedía que lo matara allí mismo, que estaba asustando a su omega y nadie podía hacer eso.
 
-Vete por donde viniste pedazo de mierda- le hablo amenazante.
 
-Yo llegué primero, espera tu turno- no le dejo decir nada más cuando lo agarro con brusquedad para estamparlo contra la pared y agarrarlo de la camisa haciéndolo chillar.
 
-Te dije que te fueras por donde viniste pedazo de mierda- en sus ojos se podía ver la furia, estaban rojos y el otro alfa supo que se metió donde no debía y si no se iba, estaría tres metros bajo tierra, así que salió corriendo de allí.
 
Cada vez sentía los chillidos más cercanos, forzó la entrada y cuando pudo entrar al departamento, estaba impregnado en el aroma del omega, que se le hizo tan peculiar y conocido.
 
Fresa con jazmín.
 
Hortensia cuando escucho la puerta abrirse agarro una pistola de combate y el dolor del celo no le impediría matar a quien se quisiera propasar con ella.
 
Cundo llego a la sala de estar vio un espalda ancha, cuando Conway sintió el olor más fuerte dio media vuelta para ver quien era y encontrarse a una de sus subordinadas apuntándole con un arma haciéndole soltar aún más sus propias feromonas. Hortensia al llegarle ese olor solo atino a soltar un leve gemido y bajar lentamente el arma.
 
-Jack- llamó en un gemido lastimero callando sobre sus rodillas, haciendo que Conway la agarrara de la cintura quedando cara, mezclando sus alimentos y rozando sus narices.
 
-Hortensia- su loba estaba feliz, chillan de felicidad por estar cerca de su omega.
 
-Ayu..ayudadme- le dijo viendo a los ojos, pero Jack no sabía que hacer.
 
-No quiero hacer nada que no deba, no estás en tus sentidos- le hablo rozando sus labios -No me quiero propasar- hablaba en susurro.
 
-Se lo que te pido- le interrumpió un jadeo -Se lo que digo, estoy consiente- fue lo último que escucho Conway antes de sentir como su cuello era rodeado y sus labios atacados.
 
La agarro mejor de la cintura y el siguió el beso, a la vez que se dejaba llevar por Hortensia hacia donde lo llevaba.
 
Hortensia se estaba dirigiendo a su habitación, el lugar donde no dejaba entrar a nadie, ni siquiera a Gustabo, a nadie, pero dejaría entrar a Conway.
 
Cuando llegaron Conway se dejó inspeccionar la habitación, viendo un nido, y allí una corbata de el, volteo a ver a Hortensia quien estaba sonrojada iba a decir algo pero Hortensia no lo dejó empujándolo hacía su nido, se subió encima de él y volvió atacarlo.
 
Ya sin ser en su totalidad Conway agarro las caderas de la contraria, para que empezara movimientos sintiendo en su virilidad la humedad de Hortensia que no se había checando es su vestimenta; consistía en una camisa larga sin sostén y solo una tanga de encaje rosa.
 
Ella sólo podía sentir el placer al que el miembro de Conway rozarse su parte más íntima haciendo soltar gemidos y feromonas y el como repuesta soltaba más. Haciendo que en la habitación se mezclarán los aromas, haciendo una hermosa mezcla, donde solo te invitaban a más y más.
 
La agarraba fuertes por encima de la playera haciendo que se arrugara, sus miembros rosados apenas se conocían, aunque pareciera que todos sus cuerpos se conocieran de años, era algo único, especial.
 
Hortensia sentía su liquido caliente humedecer su ropa interior, haciendo que se desbordaba por los lados y manchada la parte interna de sus muslos y el pantalón elegante de su alfa... su alfa, su omega no podía estar más feliz, sentía como brincaba de felicidad.
 
Empezó a desabotonar la camisa del mayor mientras volvían a unir sus labios en un beso candente y lleno de lujuria.
 
Conway metió sus manos debajo de la playera para acariciar de arriba a bajo la espalda sintiendo la piel de la contraria erizarse por donde su mano pasar, sentía las manos de la contraria en su pecho quemando contra su piel, sus latidos desenfrenados, su alfa aullar, pidiendo más, queriendo más.
 
Volteo las posiciones dejando salir a la totalidad su lobo perdiendo la razón, dejando a Hortensia debajo de él y simular embestidas por encima de la ropa sacándole gemidos a la de abajo, estimulándole a seguir para seguir escuchando esos hermosos sonidos de su omega.
 
Levanto la playera para sacársela totalmente dejando el cuerpo libre de cualquier prenda que quedara de ella en la parte de arriba, para apreciar su hermoso cuerpo, las llantitas que se formaban, las pequeñas líneas que tenía en sus caderas y en la parte interna de sus muslos que lo invitaban a delinear con su lengua, no podía ser más perfecta.
 
Hortensia sentía la mirada intensa de Jack, pensó en que le disgustaba su cuerpo pero al velo bien es su más ojos y en la forma que acariciaba su cuerpo, supo que no la veía con repulsión o asco, sino con deseo.
 
Eso hizo que sintiera que podía llorar, ya que varias situaciones, al momento de acostarse con alguien le daban la vuelta para hacerlo en cuatro y no ver su cuerpo, o los comentarios denigrantes que le hacían, a ella le gustaba el sexo sumiso, pero había algo en la forma que lo decían, que hacia que le doliera, pero ahora se olvidó de todo eso, cuando sintió a Jack chupar y morder levemente un pezón. Haciéndola sentir que todo estaba bien.
 
Conway fue bajando su cara poco a poco, dejando ligeros besos, pero húmedos, también dejaba alguna que otra mordida estremeciendo a la de abajo, que apretaba la cobija de abajo de ella haciendo sus nudillos se volvieran blancos, para cuando soltara la cobija sintiera sus manos sin fuerzas.
 
Delineaba con su lengua el elástico haciendo que Hortensia soltara gruñidos y se revolcara, haciendo sonreír a Conway iba a seguir con su jueguito, pero la quería probar y saborear, además su pene ya estaba sintiendo dolor.
 
Con su boca bajo la ropa interior dejando expuesta la intimidad de Hortensia su lado más íntimo.
 
-Jack- lo llamo -Por...por favor- le suplicó, como repuesta solo obtuvo un gruñido.
 
Conway solo reproducía el como sonó su nombre en la boca de Hortensia, con su lengua acarició sus pliegues sintiendo la humedad en su lengua y sus papilas gustativas a saborear su esencia, era algo dulce pero a su vez salado, quería más de eso.
 
Hortensia no podía vocalizar, no podía decir nada sin que gemidos sonoros la interrumpieran, se sentía tan bien, no podía pensar en nada más que no fuera en Conway.
 
Acerco su pulgar al clítoris para acariciarlo mientras seguía penetrando con su lengua, sintió las manos de Hortensia sobre su cabello haciendo que con sus manos la agarrara de las muñecas, separando sus manos de él, levantó su cabeza para estar a la altura de Hortensia y con su lengua pasar por la barbilla quitando los ratos que le quedaba a Hortensia.
 
Termino de quitarse la camisa, empezó a quitar su cinturón y desabrochar su pantalón ante la atenta mirada de Hortensia, viendo que casi no se veía la diferencia de sus colores por la mirada dilatada.
 
Se paró para bajarse los pantalones junto la ropa interior y a acariciar un poco su miembro posicionándose entre las piernas de Hortensia que estaban ligeramente levantadas, se inclinó y acercó a besarla penetrando de una estocada, facilitando el trabajo el lubricante natural, para empezar suaves movimientos que lava acelerando al punto de volverse bestiales.
 
Ya sin importarles el ser escuchados, o si la cama rechinaba y rayaba el piso de madera, su consciencia era para y solo el placer que sentían sus cuerpos y la felicidad de sus lobos internos al estar juntos, la paz que le generaba a Hortensia estar junto a su alfa y al ser atendida en su celo, su primer celo acompañada y con su alfa, solo se dejaba ser por el, sabia que no el haría daño.
 
Conway la levantó y se acomodó en el espaldas de la cama, quedando cara a cara, veía los pechos rebotar de Hortensia, atrapando uno con su boca para morderlo levemente y succionar dejando las marcas moradas allí.
 
Escucho el grito de Hortensia y supo que había dado en el punto que la hacia delirar, la levantó un poco apoyándola en sus brazos para mover su pelvis de arriba a abajo de una forma descomunal, viendo a Hortensia temblar ligeramente, su saliva siendo derramada de la comisuras de los labios, al no ser ni capaz de pasar saliva o cerrar su boca dejando escapar los gemidos que traían loco a Conway.
 
Sintió el miembro de Conway engancharse en su interior, sintiendo cono se agrandaba y el líquido se adentran en su interior moviendo ligeramente su cuello a un costado dando la entrada para marcarla, Conway vio muy tentadora la invitación, acerco su boca allí, donde su olor era más fuerte y concentrado, sus colmillos salieron siendo relucientes y afilados pero bajo más la cabeza para morderle el hombro y no marcarla, sabía que no estaba del todo consiente.
 
Hortensia se desilusionó un poco al sentir que no fue marcada, pero a su vez aliviada, se dejo caer en Conway para ser acurrucada entre sus brazo, sintiendo el calor corporal de Conway se quedó dormida, se recostó con Hortensia encima y salió de ella, la limpió con la ofrenda de ropa más cercana y aún con ella en brazos se quedó dormido.