One Shots GTA +18

Volkacio

No sé que nombre poner:(

Ese día no quería ir a la Universidad, estaba tan agotado, la resaca le provocaba dolor de cabeza, su garganta seca, necesitaba agua, y tal vez no se hubiera levantado si no fuera por la arcada que le vino, corrió al baño para expulsar la bebida ingerida ayer, sentía que hasta la bilis lo iba a sacar, el resquemor que ocasionaba regresar lo ingerido. Prometió no volver a tomar, aunque todos sabemos que eso es más que falso. Por un instante dudo entre ir o no, pero recordó que su padre había regresado antier, y solo iría para evitar entablar una conversación con, el, prefería evitar el tan solo verle la cara. Siempre dicen que es imposible odiar un miembro de tu familia, y mucho menos quienes te dieron la vida, pero ellos no entienden la circunstancia que te llega hacerlo, no cunden la profundidad de la historia, su padre se ganó todo su odio y si desprecio.

Se dio una ducha rápido con agua helada tratando de despertar lo más posible, cuando se cepillo los dientes en el espejo pido ver que estaba más pálido, pero probablemente nadie se daría cuenta, las mejillas le daban un poco de color, estaban algo rosas por el agua fría. Me miré al espejo tratando de quitar la arruga que tenía la palayera blanca y como no pude la dejé, los vaqueros negros y las zapatillas del mismo color. Asomé un poco la cabeza para ver si estaba mi padre y cuando no lo vi me acerqué a la habitación de Alexander que estaba dormido, le dejé un beso en la frente y lo arropé bien. Cuando llegue a la cocina para agarrar algo de tomar me sorprendió ver a mamá despierta tan temprano.

- ¿Cuándo se va a volver a ir?

-No lo sé, pero se va a ir hacer algo de oficina y creo que avanza a tener un viaje a la ciudad vecina, así que hoy se va y mañana regresa.

-Si claro, viaje de trabajo.

- ¿Qué insinúas Viktor?

-No me llames así, me recuerda a él. Y, no insinuó nada.

-Vikt...

-No me llames así, ya me voy.

Dejé el vaso y dejándola con la palabra en la boca salí se la cocina. Me subí al carro negro, iba elegir el camino rápido si no fuera por el mensaje de Paola que pasara por ella. Baje el techo y puse la música en alto, que el aire te diera en la cara se sentía como si fueras libre, cantar a todo pulmón dejando salir la frustración te hace sentir relajado, es como tu momento.

-Vik.

-Joder, no es tan difícil, díganme Volkov, que tampoco cuesta tanto.

-Eres un exagerado Volkov.

Se subió al lado del copiloto y me trató de dar un beso en los labios y yo solo volte la cabeza haciendo que me la de en la mejilla. Apenas sonó el motor se escuchó la música en alto puso una mueca, no le bajó, la apagó directamente, lo ignore. Se iba quejando todo el camino que el viento le estaba estropeando el cabello hasta que también terminó subiendo el techo.

Cuando bajamos fue corriendo a su grupo de amigas y a mi llevándome con ella, si brazo estaba enroscado en el mío para que no me fuera, no tardó en llegar los demás sumándose al grupo empezando una conversación que ni sabía que era, no estaba prestando atención, solo pedía con todo mí anhelo que empezaran las clases. Como una divinidad llegaron 3 salvadores míos sacándome de allí, Greco, Ivanov y Conway. Nunca imagine que me pondría tan feliz de verlos como en esos momentos, pero para mi sorpresa no estaban del todo solo, estaba Gustabo, él no me terminaba de agradar del todo, pero hacia feliz a Conway y para mí eso es más que suficiente, le quitaba la cara de amargado y parecía más relajado al estar con él. Nunca lo entendería, nunca llego a enamorarse, jamás alguien que se preocupara, Paola que era lo más cercano a una pareja le llegaba a preguntar un "¿cómo estás?" Pero parecía obligación y no es de que, al confiar de todo en ella, le contaba la suficiente y ni le prestaba atención y contestaba con un "lo siento" ¿qué es lo que sentía exactamente? Puras palabras vacías. Nos quedamos cerca de la universidad para poder escuchar sinos que tocaba el timbre fumando, bueno Greco no lo hacía, solo se quejaba del olor, y nos decía los dañino que son, como siempre, creo que hasta ya me sabia el monologo que se tiraba cada vez que nos veía fumar, con ellos me sentía más relajado, no tenía que pretender ser alguien que no lo era, nos conocíamos desde pequeños, a Gustabo no, el se modo no hace mucho más de dos años, pero me tuve que acostumbrar de convivir con el a petición de nuestro querido amigo Jack.