One Shots GTA +18

Volkacio

BMW
Omegaverse

Horacio tenía el plan perfecto para su alfa, nada debería, puede, salir mal. Le mandó un mensaje a su alfa y se prepara junto a sus compañeros.

Volkov iba saliendo de comisaría, ha decir verdad iba siendo un día demasiado estresado dónde solo había salido de su oficina para comer y hacer sus necesidades, y su cuerpo estaba entrando en celo por el calor que sentía su cuerpo, su lobo interior se calmo al ver que su Omega era el que le había mandado en mensaje de un "te estoy esperando" junto una foto demasiada obscena, tuvo que inhalar para no perder la compostura en el estacionamiento de comisaría, la foto encendió todos sus sentidos como una pequeña llama de fuego abrasadora que se expandía por todo su interior. Solo apretó el celular con fuerza desmedida y camino incómodo hasta su preciado carro, un BMW de última generación, era una de sus recientes compras y era su bebé, era un carro que no podías ver en todo lado, pero gracias a su alto cargo se podía comprar sus cosas, por algo se esforzó para no estarse limitando ni viendo los precios.

Se acomodaba en el asiento del carro para que su erección no incomodar y pidiera jurar que podía sentir el olor de su Omega haciendo más difícil su trabajo de llegar hasta su departamento, si poder resistirse más precioso el acelerador saltándose el semáforo rojo, ese y unos cuantos más, gruñendo ante cada reclamo, superando los límites de seguridad llegó a su departamento. Esperando movía su pie de arriba abajo hasta que se adentro, la subida fue una tortura con todas su letras, llevo inconscientemente una mano al bulto que se marcaba acariciándolo tratando de soportar esta subida. Dio unos pasos saliendo del ascensor y, no pudo llegar a la puerta cuando sintió sus ojos ser vendados, cuando tratado de quitarse el pañuelo sintió alguien brincar a su espalda y luego alguien enfrente tratando de taparle la boca, le agarro de la cadera y pudo detectar que era un Omega por su complexión, lo aventó al suelo pero rápido sintió un golpe en su estómago bajo haciendo que se doble y luego un golpe en la cabeza haciendo perder su conocimiento.

Parpadea tratando de entender dónde estaba, una luz tenía se filtra en sus ojos y cuando por fin pude ver con claridad endereza su cuello, me trató de levantar y cuando no puedo me doy cuenta de que mis manos están esposadas a los posa brazos de la silla, siento calor por mi celo, no traigo la camisa puesta y la desesperación barraca en mi cuando no pudo levantarme por las esposas.

- Buenas tardes, comisario- hablan detrás de mí.

Horacio... su voz, su exquisito aroma a frambuesas y su tacto de su lengua al rededor de mi oreja me pone más erecto en cuestión de segundos.

-le diré algo obvio, comisario, ha sido secuestrado con el fin de ser sometido.

-Voy a multarte por...

Se me olvidan las palabras y mi cerebro deja de procesar casi todo a excepción de la imagen que mis ojos fueron bendecidos, se me tensa hasta al último músculo; Horacio vestía con un arnés por su cuerpo de cuero, sus glúteos estaban expuestos solo siendo sostenidos por el mismo arnés haciendo que se vea de mayor dimensión de lo que ya es, sus botones siendo cubiertos por una ligera tira de cuero, y es forma de equis pasaba por su clavícula, en sus piernas eran envueltas por unos listones que sostenían unas medias que llegaban hasta el muslo, luciendo collares y muñequeras como todo un dominante, solo cubría lo necesario para dejarte con ganas de explorar más haya de los límites permitidos.

Sus ojos con heterocromia no se veían tan inocentes con un delineado y sombras negras que resaltan la malicia que se cargan. Alarga la mano alcanzando una fusta de cuero –la voy azotar con ella– por loco y desquiciado.

El mero hecho de ver así a mi Omega hace que retuerce las muñecas por tomarlo del collar y penetrar lo hasta saciarme de él, o sea, nunca.

-Juega limpio y suéltame- agitó las esposas llamado su atención.