Avanzamos en silencio, sin tener oportunidad de ver que pasa en el exterior de la carroza, porque hay una especie de cortinas que cubren las ventanas
—Yo ya no sé qué es menos creíble, si Jean como Eren, o yo como escolta del capitán Levi y el comandante Erwin... —susurro.
—Calla —me dice Levi.
—Ni siquiera estoy hablando alto —me quejo, enfadada—. ¿De verdad no había otra cosa que yo pudiera hacer?
—No —responde seco.
—Levi ha insistido en que esta era la mejor opción para que entraras —evidencia Erwin.
—Lo es —dice Levi, sin ningún ápice de arrepentimiento en su voz.
Lo miro con el ceño fruncido, cuando suena un trueno, y los caballos se detienen, haciendo que nos tambaleemos.
Los tres nos miramos, y mientras que sus miradas son tranquilas, apostaría a que la mía refleja el terror que siento.
—Si no suena otra vez... ¿Debemos asumir que lo hemos conseguido? Que está atrapada y Eren no ha necesitado transformarse —pregunto.
—No —Erwin responde—. Nos quedaremos aquí mientras la Policía Militar se organiza, y después saldremos.
Nos quedamos en silencio, haciendo lo que Erwin dice. Agudizo el oído lo máximo posible. Los ruidos que llegan desde el exterior no me hacen pensar que nos esté yendo muy bien ahí fuera, y el silencio del interior solo hace que cada vez esté más agobiada. Algo en mí me pide salir de aquí, me pide que vaya a ver qué está pasando.
—Tranquila.
Levanto la cabeza de golpe, asustada, ya que tras forzar tanto el oído, su suave susurro suena más fuerte de lo que debería. Encuentro los ojos de Levi clavados en mí. Su rostro está relajado, y con su mirada me pide que yo también me relaje.
Me doy cuenta de lo acelerada que está mi respiración, e intento acompasarla.
—Salimos —dice Erwin, poniéndose en pie. Él sale de la carroza, seguido por Levi, y yo por último—. ¡Nile! —grita. El comandante de la Policía Militar se da la vuelta, mirándolo—. Despliega a todos tus hombres. Debemos asumir que se trata de un titán.
—Pero, ¿qué dices? ¡Esto es el muro Sina! ¡Aquí no puede haber ningún titán!
Veo a Jean salir de la carroza en la que estaba. El guardia intenta detenerlo.
—¡Quieto! ¡No te muevas, Jaeger!
—¡Ya estoy harto de este disfraz! —Jean se quita la peluca, dejando al guardia paralizado, y corre hasta aquí—. ¡Ni se te ocurra volver a llamarme así, capullo! Comandante —dice dirigiéndose a Erwin—, yo también voy.
—Que el Equipo tres te dé tu equipo —responde.
—¡Sí, señor!
—No es malo tener un espíritu fogoso —añade Levi—, pero no olvides permanecer con vida.
—¡Sí!
—¡Espera, Jean! —consigo decir antes de que se vaya— Voy contigo. —Avanzo hacia él, pero Levi me detiene, sujetándome por la muñeca. Lo miro, no puede hacerme esto otra vez—. Levi, suéltame —pronuncio ambas palabras en un tono de voz calmado.
—No. Jean, ve sin ella.
Él solo obedece las órdenes y se marcha.
—Levi, he dicho que iré —le repito, procurando mantener la calma en mi voz, sin mucho éxito.
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La oportunidad de besar tus labios (Levi y tú) [ COMPLETA Y EDITANDO]
Fanfiction-Puede acabársenos la vida en un solo pestañeo, habiendo dejado de lado todo aquello que ansiábamos cuando estábamos vivos... _____, la única razón por la que te he dejado ir hoy ha sido que sabía que si te pasaba algo podría seguir viviendo por el...