Capítulo 33

910 50 0
                                    

____:

Los cañones disparan una y otra vez, ensordeciéndome.

—A ras del suelo los resultados parecen bastante pobres —dice Erwin.

—¿Y que esperabas? —suelta Levi, señalando lo obvio de las palabras de Erwin—. Los cañones de arriba tenían un ángulo mejor y tampoco han conseguido acertarle en la nuca —hace una pequeña pausa—. ¿Cómo lo ves?

—Soldados de aquí y de allá, armas desempolvadas y estrategias improvisadas. Y encima estamos al norte de la zona interior —señala—. Es imposible que sean tan eficaces como un batallón acostumbrado a luchar en primera línea, pero ahora mismo son la mejor fuerza militar de la que disponemos.

—Ya. Todo eso lo sé de sobra —le responde Levi, insatisfecho por las palabras de Erwin—. Además, en este caso nuestra propia estrategia no es más que una apuesta salvaje. Como todo lo que se te ocurre a ti, vamos —dice estas últimas palabras con cierto tono de reproche.

—¡Erwin, aquí lo traigo! —miramos hacia Hange, que se acerca gritando—. Toda la pólvora que he podido conseguir, cuerdas y una red. Pero aún nos falta montarlo. ¡También esto! —dice, y señala el barril montado con los ganchos—. Al otro lado tienen uno igual. Cuando disparas el gatillo se queda calado, así que toca ir recogiendo como con el equipamiento tridimensional. ¿Cómo van los cañones? —pregunta esto último a Levi.

—Tan eficaces como cigarras meándole encima.

—Qué ocurrente... —le susurro.

—Entonces, ¿en serio vamos a usar esto? —nadie le responde, y Erwin continúa dando órdenes.

—Levi, ____, Jean, Sasha, Connie. Os encargaréis del otro lado.

—¡Entendido!

Salimos corriendo hacia el pilar de al lado, y cuando llegamos allí hacemos los últimos preparativos.

—¿No estáis muy nerviosos? —pregunto con una sonrisa tensa—. Pero nerviosos bien, o sea, como que todo va a salir bien —todavía nadie me responde.

—Yo no —dice Levi.

—Qué inesperado... —digo metiendo mis dedos entre su pelo, y rascando su cabeza un poco, haciendo que él se frote contra mi mano de manera muy tierna. 

—¡____! ¡Ven aquí un momento! —hago lo que Sasha me pide, y llego hasta ella, Connie y Jean.

—¿Qué pasa? —le pregunto, al ver sus caras tensas.

—Tenemos una duda sobre... El Capitán Levi...

—¿El qué? —digo bastante intrigada.

—Bueno... —empieza a habla Connie—. El Capitán Levi... Él...

—¿Sonríe? —pregunta Sasha de repente.

—¿Cómo?

Los miro a los tres, uno por uno despacio, y entonces no puedo evitar echarme a reír.

—¿Qué pasa? —pregunta Levi a mí espalda, y siento su brazo sobre mis hombros.

—¡Nada, nada! —dice Sasha moviendo las manos de lado a lado.

—¡No pasa nada, Capitán! —suelta Connie, pero yo no puedo parar. Miro hacia Levi, y lo veo contener una sonrisa, pero sé que solo yo me doy cuenta.

—Sí lo hace —les digo, calmándome un poco—, y por su cara, me doy cuenta de que desearía estar haciéndolo ahora mismo.

Me miran asombrados, y Levi frunce el ceño, con esa sonrisa contenida desapareciendo poco a poco.

La oportunidad de besar tus labios (Levi y tú) [ COMPLETA Y EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora