No tarda prácticamente nada en sellar el agujero, y en cuanto su cuerpo sale del del titan, Mikasa salta hacia él, para recogerlo y volver a subirlo al muro.
—¡No bajéis la guardia! —grita Hange—. ¡Manteneos alerta! —Mikasa llega entonces hasta arriba, con Eren en brazos—. ¡Eren! —va hacia él, al igual que yo, pero a diferencia de Hange, yo no me detengo a mitad de camino, y llego hasta él, agachándome a su altura y acariciando su espalda.
—¿Estás bien? —le pregunto, sin alzar mucho la voz, y él asiente.
—¿Y tu equipo de maniobras? —pregunta Mikasa.
—Está a salvo —dice revisándolo—. Pero perdí la capa —en cuanto acaba de pronunciar esas palabras, Mikasa pone su capa sobre él, que se levanta, colocándosela bien y poniéndose la capucha—. Gracias.
—¿Y el agujero? —grita Levi a los soldados al pie del muro.
—¡Lo conseguimos! —grita el soldado de dentro del distrito, y lanza una bengala verde.
—¡Está tapado! —y veo otra bengala verde ascender hacia el cielo desde la parte externa del muro.
—Lo logramos —dice Hange separándose del borde—. ¿Estás bien, Eren?
—Sí —responde él—. Puedo tapar la otra, como practicamos.
—Vamos a la puerta interior —dice entonces—. ¡Tapaos la cara para evitar ser atacados!
Echamos a correr de nuevo, con bastante prisa.
—¿De verdad lo tapé tan fácilmente?
—¿Y por qué no? —respondo a Eren, sonriéndole.
—Lo hiciste tú —le dice Mikasa—. Confía en tu poder.
—Aún no terminamos —dice Levi de pronto—. Mientras vivan, destruirán el muro por mucho que lo cubramos. Hasta que no matemos a Reiner, Bertolt y los demás enemigos, no recuperaremos el Muro María.
—Sí —dice Eren—. Lo sé.
—Mira que eres aguafiestas —le digo con el ceño fruncido.
No me gusta pensar en ello, en que Reiner sea nuestro enemigo, en que haya que matarlo...
—____... ____, sal de donde estés. Venga, ____, me rindo —intento aguantar la risa. Solo un poco más, un poco más y lo tendré justo donde lo quería—. Has ganado, ¿no es suficiente?
Veo su figura de pronto, debajo de donde yo me encuentro, y es el momento.
—¡Aaaaaaahhhhhhh! —salto sobre él, efectuando una llave con la que lo tengo perfectamente atrapado por el cuello. Como esperaba, mi peso no es suficiente como para tumbarlo, pero lo tengo bien pillado, y mientras no lo suelte, todo irá bien—. ¿Cómo era eso? ¿Cómo era eso de que te rendías? —hago presión con mis brazos, porque si se rinde sin más, no cuenta como una victoria.
—¡Que me rindo! ¡Que me rindo! ¡No hace falta que me ahorques! ¡Me rindo! —libero entonces su cuello, y salto desde encima de su espalda hacia el suelo.
—No me has dejado ganar, ¿verdad, Reiner?
—Pues claro que no... No necesitas que yo te deje ganar, eres capaz de hacerlo tú solita.
—Lo sé —digo con una sonrisa prepotente.
—Se ha hecho tarde, ¿cómo pretendes volver ahora hasta las habitaciones sin que el instructor jefe se entere?
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La oportunidad de besar tus labios (Levi y tú) [ COMPLETA Y EDITANDO]
Fanfiction-Puede acabársenos la vida en un solo pestañeo, habiendo dejado de lado todo aquello que ansiábamos cuando estábamos vivos... _____, la única razón por la que te he dejado ir hoy ha sido que sabía que si te pasaba algo podría seguir viviendo por el...