Capítulo 4

1.6K 103 3
                                    

_____:

Empiezo a despertarme poco a poco, pero me rehúso, todavía no quiero levantarme, quiero dormir todo el día. Aprieto los puños y algo cruje dentro de mi mano. Lo acerco a mi cara y veo mi nota, que tiene algo nuevo escrito. 

Ignoro el tonto mensaje de Sasha, y me centro en aquello que más me intriga.

_____, ¿confías en mí?

Me quedo perpleja y todo el sueño que tenía desaparece. Me enderezo en mi cama y vuelvo a leer las mismas cuatro palabras una y otra vez, sin entender nada. Sólo hay una persona que haya podido escribir esto, ¿pero por qué? ¿Cuándo?

Nunca antes había visto su letra, pero es exactamente lo que me esperaba, un trazo limpio, entendible, y escrito en letra muy pequeña; además de que nadie se dirige nunca a mí por mi nombre completo salvo él.

Levanto la vista y mi mirada revolotea por la habitación. Pienso demasiado rápido, en muchas cosas, y empiezo a agobiarme. Vuelvo a leer la nota. No tengo oportunidad de preguntarle por qué, probablemente no siga aquí. El juicio de Eren. ¿Se sabrá algo ya? Dejo la nota sobre la mesilla, y empiezo a prepararme rápidamente. Justo antes de salir por la puerta, vuelvo a coger la nota para leerla una última vez, y abro el cajón que contiene el resto de mis cosas. Voy a meterla ahí, pero en el último momento, decido guardarla en el bolsillo, antes de salir disparada hacia el comedor.

Cuando llego, veo a todos mis compañeros haciendo fila ya para comer y me acerco a ellos.

—¡Buenos días! —me saluda Krista con efusión, y yo le sonrío.

Su voz llama la atención de Sasha, que separa los ojos de la comida para mirarme a mí.

—Cuánto has dormido, _____. ¿Te encuentras bien? —me pregunta, y aunque intenta sonar despreocupada, no puede evitar que yo sepa que sí lo está. 

—Sí —respondo sonriendo—, solo estaba muy cansada. Siento haberme metido en cama contigo, no quería molestarte.

—No te preocupes, no me molesta dormir contigo —dice sonriendo, a la vez que niega con la cabeza—. ¿Vamos a sentarnos con Connie? —me pregunta, cuando ya es su turno para que le sirvan la comida—. Hoy se ha dado prisa… Si no queda puré, cogeré del suyo. —Yo me río.

—En realidad, tenía pensado sentarme con Mikasa y Armin hoy.

—¿Por alguna razón especial? —pregunta, alzando una ceja, mientras uno de los cocineros le sirve una minúscula porción de puré.

—Sasha, estoy bien.

—De acuerdo, pues nos sentaremos con Mikasa y Armin hoy —me dice, echándole un vistazo a su plato—. De hecho, ahora que lo pienso, seguro que ellos me dan de su puré voluntariamente, no como Connie.

—Siéntate con él, en serio, no te preocupes.

—Puedes contarme cualquier cosa, _____ —dice sonriendo.

—¡Chica patata! ¡Te estoy diciendo que no te preocupes! —le grito con una sonrisa.

—¡Vale vale! —ella se ríe—. Venga…

La veo alejarse de mí, y después de que me sirvan, voy a sentarme con Armin y Mikasa. Antes de que pueda saludar, ella responde a Armin, alarmada.

—¿Van a juzgar a Eren? ¿Por qué?

Me quedo paralizada un segundo, pero me controlo antes de que puedan percibirlo, y me siento a las mesa.

—Buenos días —digo en un susurro. 

La oportunidad de besar tus labios (Levi y tú) [ COMPLETA Y EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora