Capítulo 27

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____:

Descanso sobre el pecho de Levi, aburrida, sin nada más que hacer que jugar con su anillo, que me ha dejado. Me lo pongo, y me hace gracia que no me quede extremadamente grande.

—Levi.

—¿Sí...? —me responde distraído, mientras juega con un mechón de mi pelo.

—¿Cómo supiste que talla de anillo comprar para mí? —mi pregunta definitivamente le pilla por sorpresa.

—Pues... La verdad es que pedí una menos que la mía —no puedo evitar reírme, y él me tira del mechón de pelo con el que jugaba, haciendo que me queje, pero no que deje de reír sin más—. Serás boba.

Me acurruco todavía más contra su pecho.

—¡Capitán! —miro hacia la dirección de la que proviene la voz, y encuentro a Jean—. ¡Ya hemos hecho las compras!

Jean y Mikasa dejan las bolsas en el suelo, mientras Armin se dirige hacia nosotros.

—La Policía Militar nos ha dado esto —dice, entregando un papel. Levi lo toma, y lo examina.

—¿Se supone que este eres tú? —le pregunto a Levi, señalando el dibujo mal hecho.

—Si lo que pone es cierto, han disuelto a los exploradores —resume Armin—. Dicen que por la tarde van a peinar las montañas. También van a colocar guardias en los caminos principales para que no pueda pasar nadie sin salvoconducto. Capitán, ¿qué hacemos?

—Si no actuamos pronto, Eren...

—Tranquilizaos —interrumpe Levi—. Van en coche de caballos... Y tardarán al menos un día en llegar a las tierras de los Reiss. Tenemos que idear un plan mientras tanto.

—Capitán, se oyen pasos —nos mantenemos en silencio.

—No se oye nada —dice Connie.

—Connie, Sasha tiene mejor oído que nadie —digo.

—Vienen hacia aquí —dice ella.

—Armin, Mikasa, conmigo —dice Levi poniéndose en pie—; los demás, escondeos.

—No —digo poniéndome en pie—. Yo no me escondo.

—Tú te escondes —repite sin prestarme atención.

—Yo no me escondo —es entonces cuando me mira—. No puedes pedirme eso.

Su rostro refleja el enfado.

—No te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando —dice, con voz amenazante.

—Te estoy diciendo que no voy a hacerlo —lo miro fijamente, manteniendo la voz firme.

Mantenemos las miradas fijas la una en la otra, como si de un duelo se tratase.

—Son dos, y se acercan cada vez más —dice Sasha preocupada.

Yo no digo nada, y Levi tampoco, seguimos mirándonos, y no voy a ceder.

—Armin, escóndete; Mikasa y ____ conmigo —y entonces yo sonrío victoriosa, mientras él me arrastra por el brazo enfadado, y Mikasa nos sigue. Veo como recoge un cubo de nuestro campamento improvisado, sin decir nada.

—¿Cuál es el plan? —pregunto.

No me responde, hasta que llegamos al arroyo, y me suelta bruscamente.

—No vuelvas a desafiar mi autoridad así.

—No vuelvas a pedirme que me esconda, que huya, que no luche... Y entonces yo no me opondré a tus decisiones, Capitán.

La oportunidad de besar tus labios (Levi y tú) [ COMPLETA Y EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora