» 34

1.5K 138 22
                                    

Al cabo de las ocho en punto la lluvia había parado, el aire era frío y las calles aún estaban húmedas, estuve una hora tirada en la cama pensando si debería de ir con Luke o debía quedarme en casa y hacer nada.

Después de ese largo y exhaustivo debate en mi cabeza decidí darme una ducha con agua caliente, me puse unos pantalones negros ajustados, unas botas del mismo color y un jersey de color blanco, dejé mi cabello suelto y decidí no ponerme nada de maquillaje, a las nueve con cuarenta me había tirado nuevamente en mi cama.

"Estoy afuera"

Tomé un pequeño bolso, metí unos billetes y mi celular, lo puse en el hombro, a esta hora mis papás ya dormía y sabía que Rachel había salido con un par de amigas a las siete.

Abrí la puerta de cristal del balcón, sabía que podía bajar por la puerta principal, pero sabía que mi madre se levantaría y me haría un interrogatorio antes de salir, afuera de mi casa estaba el messerati de Luke estacionado, él estaba afuera del auto recargado en una de sus puertas y al verme sonrió.

No era mucha altura la que había desde el balcón, le hice una seña a Luke para que se acercará el lo hizo y le lance mi bolso el tomo y entonces decida comencé a descender del balcón y en ese momento estaba más que arrepentida de llevar el Jersey blanco. Cuando mis pies tocaron el suelo vi mi jersey y noté como este de había manchado un poco, maldije y escuché una risita por parte de Luke.

—Pensé que no lo podrías hacer —chistó, camino hasta mí para entregarme mi bolso.

—¿A dónde iremos?

—Preferiría que lo descubrieras tu misma.

—No vas a matarme, ¿O si?

—Que paranoica eres Mason.

Estiró su brazo ofreciéndome su mano, dudé si tomarla, lo vi a los ojos y solo observé cómo ponía los ojos en blanco y soltaba un bufido, movió su mano insistente y entonces la cogí, la palma de su mano estaba fría y cuando nuestras manos hicieron contacto me acerco más a él y quedé a su lado, a pesar de que llegué a jugar baloncesto en la secundaria era demasiado baja a un lado de él, que para verlo a la cara tenía que levantar más la cabeza.

Abrí la puerta del auto y entre, Luke cerró la puerta, rodeó el auto hasta llegar y abrir la puerta del piloto, una vez estando adentro encendió el auto, pero no arrancó, mi ceño se frunció un poco y lo vi, tratando de buscar una explicación de su parte pero no la hubo, me estaba examinando con la mirada observándome detalladamente, como si estuviera buscando algo.

—¿No piensas ponerte el cinturón? —una de sus cejas se enarcó un poco.

—No, ¿algún problema?

—Te recomendaría, ya voy tarde y eso no es usual en mí y creo que eso ya debes de saberlo —sonrió.

Puse los ojos en blanco y me puse el cinturón, el rubio me quito la vista de encima y puso el auto en marcha, y la velocidad no era muy baja o considerables por lo que comprendí el comentario del cinturón de seguridad, un par de minutos y paró el auto ya que el semáforo estaba en rojo, alejó una de sus manos del volante y la alargó hasta que sus dedos encendieron el estéreo del auto y una canción comenzó a reproducirse...y no era cualquier canción era Drag me down de 1D.

—Está es una de mis favoritas —anunció y entonces le subió más volumen a la canción — I've got fire for a heart, I'm not scared of the dark, You've never seen it look so easy —cantó con gran entusiasmo por lo que no pude contenerme una risa, debería estar de broma.

El semáforo se puso en verde y aceleró nuevamente, no dejaba de cantar e inevitablemente no pude contener las ganas de hacerlo por lo que le seguí. Él me vio y me regaló una sonrisa coqueta, volvió la vista a la carretera, giró a la derecha y siguió con el mismo kilometraje que llevaba desde que salimos de mi casa, la canción no dejaba de reproducirse y nosotros no dejábamos de cantar.

—¡Vamos Mason! ¡Qué se sienta los ánimos de esta noche!

Solté una carcajada y cante con mucha más intensidad al igual que él, apostaría lo que fuera a qué nuestras voces y la música se escuchaba claramente a pesar de que los vidrios del auto estaban arriba.



[...]


Apagó el auto y las luces de ella, mi ceño se frunció al ver el nombre del lugar con luces neones, y luces rojas en la entrada y la música se podía escuchar desde el aparcamiento.

—¿Dónde se supone que estamos Hemmings?

—Creo que hubo un momento en el que me preguntaste a dónde iba todas las noches después de pasar a verte por unos segundos —asentí—. Pues hoy lo descubrirás —sonrió y vi como se quitaba su cazadora y me la ofrecía y mi entrecejo se frunció—. La necesitarás.

Confundida la acepté y me la pusé y se giró un poco y para sacar una cazadora roja y se la colocó, salió del auto y lo rodeó para abrir mi puerta, y ofrecerme su mano.

La tomé y salí y después la cerró, me acercó a su cuerpo por mi cintura y su rostro comenzó acercarse a el mío y sentía su respiración chocar con la mía, una de sus manos se dirigió a mi rostro y lo acarició y se sintió cálido que no pude evitar sonreír un poco y acercarme más a su mano.

—Te ves demasiado hermosa con mi cazadora, hasta me atrevería a decir que te queda mucho mejor que a mí.

Y con ello sentí sus labios cálidos sobre los míos ejerciendo una leve presión que se sentía magnífica, sin duda besar a Luke era una de las mejores sensaciones que jamás había experimentado.

Perfecto Mentiroso | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora