» 18

1.9K 161 17
                                    

*

—¡Vamos Madeline, Calum me a invitado y me pidió que fueras conmigo! —repitió Rachel como por décima vez—. Solo es un partido de fútbol.

—Rachel tengo que estudiar, tengo un examén está semana.

—Mads no será mucho tiempo, solo ven conmigo no quiero ir sola.

—En serio que necesito estudiar.

—Tendrás el resto del día para hacerlo, ¡Por favor ven conmigo!

—No me dejarás hasta que acepte ir contigo, ¿verdad?

—Así es...Madeline solo acepta y vamos.

Pusé los ojos en blanco y vi a Rachel por vencida y asentí, dándole a entender que aceptaba ir con ella, y ella aguanto un chillido y besó mi rostro para luego decirme que tenía media hora para arreglarme e ir a el partido.

Salió de mi habitación, me levanté de la silla de mi escritorio y caminé hasta el armario para cambiarme, opté por unos pantalones negros y una camisa blanca y unos tenis del mismo color, hice mi cabello en una coleta y salí de mi habitación no sin antes haber agarrado mi celular, Rachel ya estaba esperándome y al verme sonrió y abrió la puerta para salir.

La seguí, no sin antes despedirme de mi mamá que estaba por ir a su trabajo de medio tiempo. Rachel le quitó la alarma a el auto y entro, yo venía aún lejos y ella ya había encendido, abrí la puerta y en ese momento el auto negro paso a toda velocidad en la calle desapareciendo en cuestión de segundos de la calle.

¿Por qué siempre que sale van con tanta prisa?

Quitándole un poquito de importancia, entre a el auto y mi hermana lo puso en auto, encendiendo el estéreo para comenzar a cantar las canciones.




[...]





—¡El número 21 lleva la delantera se la pasa a el 9, el 9 lo lleva, lo tiene y! ¡Gol! —gritó el narrador del partido— ¡Calum Hood número 9 anota el tercer gol del partido! ¡Una de las mejores rachas de el jugador en el primer tiempo!

Todos gritaban de la emoción, tenía veinte minutos que el partido había comenzado y el equipo del instituto llevaba tres goles anotados, era sorprendente.

—Al parecer Calum no exageraba cuando me dijo que era un excelente jugador —chilló Rachel.

Y de verdad que lo era, era un buen jugador, paso el primer tiempo y ellos fueron hasta las bancas para beber agua, desde la distancia en la que estábamos podíamos ver a todos los jugadores pero el que resaltaba era Calum.

Nuestras miradas se encontraron por unos segundos y él me sonrió abiertamente, toda mi atención estaba sobre él en ese momento pero esa atención se vio interrumpida cuando el rubio apareció. Y al parecer todos también se concentraron en él.

Luke Hemmings se había convertido en el centro de atención.

¿Pero qué no se supone que él es jugador de fútbol americano? Mi ceño se frunció al verlo ahí, Rachel no dijo nada pero también estaba concentrada en el rubio que estaba saludando a todos los del equipo y se quedó a lado de el moreno para hablar entre ellos, excluidos de los demás.

El entrenador los llamo y después de eso volvieron a la cancha y el árbitro anunció que el segundo tiempo había comenzado, todos se movían respecto a la jugada que posible planearon antes. Todos le pasaban el balón a dos personas en específico las cuales eran Luke y Calum. El moreno anoto el cuarto gol volviendo a alterar la audiencia.

Faltaban unos pocos minutos y el equipo contrario había empatado, necesitaban un gol más para anunciar la victoria a cualquiera de los dos equipos, la tensión y rivalidad se sentía en el aire, todos necesitaban que los chicos ganarán para que el instituto se volviera a coronar como ganador por quinta vez consecutiva. Y cuando todo parecía perdido para el equipo.

Luke Hemmings había anotado el gol que los puso de nuevo como los campeones.

Como si de dioses se tratará todos alababan el nombre de Calum y Luke, habían ganado por quinta vez, la emoción se sentía en todo el lugar.

Rachel había tomado mi mano y me había hecho bajar hasta donde los del equipo se encontraba estando allí se fue a buscar a Calum para felicitarlo por el partido y yo me quedé a unos metros lejos de ellos.

—¿No fue suficiente verme en clases que ahora viniste verme a el partido? —susurró en mi oído—. Eso es acoso Mason.

—No vine por ti.

—¿Ah no? —su voz estaba llena de burla—. No me digas que estás aquí por Hood.

—Es amigo de Rachel y me invitó a su partido por eso estoy aquí, no todo gira alrededor de ti Luke —una risita se escuchó en mi oído.

—Si fuera estúpido de verdad te creería, pero la verdad es que no. Tal vez Hood te haya invitado pero en parte sé que estás aquí por mí.

—Por supuesto que no, no sabía siquiera que estabas en el equipo para haberlo sabido créeme que no estuviera aquí.

—Pareces estar muy convencida de tus mentiras —camino y segundos después lo tenía frente a mí.

Estaba ligeramente sudado, su cabello despeinado y su rostro algo rojizo, sus labios estaban rojos y su mirada era burlona, algo que ya era una costumbre de él.

—No son mentiras, y no perderé mi tiempo tratando de convencerte si es que no piensas creerme, eso es asunto tuyo, no mío.

—Tienes un carácter muy fuerte Madeline...—paso su dedo índice sobre mi rostro y llevo un mechón de cabello detrás de mi oreja y luego se acercó a mi oído y pude sentí su aroma, el cual sin importar el sudor era exquisito—. Lástima que no te servirá conmigo...

—¿Eso que diablos se significa?

—Qué tus mentiras son patéticas, échale más ganas si quieres que yo las crea, preciosa —pusé los ojos en blanco y él me sonrió con la boca cerrada y su hoyuelo se volvía a marcar.

Desvíe mi mirada de la de él, y no me había dado cuenta que debajo de su camisa llevaba una de manga largas que le cubría todo el brazo, ¿que no siente calor?

—¿No sientes calor con esta camisa? —jalé un poco de su manga, pero esta estaba muy ajustada a su brazo.

—No, además a si puedo conservar mi color de piel natural —me guiñó el ojo.

—Idiota.

—¿Me estás diciendo idiota, Mason?

—Si, eso fue lo que hice Hemmings.

—Lo vuelo a repetir, tienes un carácter muy fuerte y Ich mag es.

—¿Que es lo último que has dicho?

—Que la idiota eres tú.

Reí sarcásticamente—. Pero que gracioso eres, maldito imbécil —rio.

—¡Hemmings! —la voz de uno de los chicos se escuchó detrás de nosotros, él giro un poco y vio detrás de él para ver quién era el que le había llamado y le hizo una seña.

—¡Ahora voy! —volvió a su antigua posición y me sonrió burlón—. Dije que eso me gusta, Mason.

Dicho eso se dió la vuelta y se fue para ir con el chico que hace unos segundos lo había llamado.

Mis mejillas ardían, me sentía una estúpida por haberme emocionado por lo que él había dicho, de que mierda habían servido las clases de alemán de niña si no podía traducir algo tan simple como un eso me gusta.

Después de haberme reclamado por no haber podido traducir lo que Luke me había dicho, Rachel apareció a lado de Calum quien me saludo amable como era una costumbre de él y Rachel me comentó que nos había invitado a comer después de que el entrenador le dijera algo.

Acepté ir, y mientras esperábamos a Calum en las gradas el rubio salió primero y al verme el sonrió y aparto la mirada rápidamente, llevaba puesto unos pantalones y una sudadera negra, llevaba su bolso de entrenamiento en el hombro y de su pantalón saco la llave de su auto y comenzó a caminar en dirección a el aparcamiento y desapareció.

Segundos después el moreno apareció frente a nosotras.

Perfecto Mentiroso | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora