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Sus ojos brillaron, segundos después sus labios estaban sobre los míos moviéndose de una manera maravillosa, lleve una de mis manos a su cuello para acercarlo más y la otra la metí en su saco, tocando su torso, no tenía claro de que se supone que era su disfraz pero se veía más guapo lo normal.

Sus manos hacían que me acercará aún más a él y poder profundizar más el beso, y así pude verificar que este beso estaba siendo diferente, se sentía muy diferente a los demás este tenía algo intermedio y aún no tengo claro lo que es. Sea lo que sea, me fascina.

—No sabes cuánto ansiaba el poder tenerte así de cerca de nuevo, Madeline —dijo sobre mis labios.

Su voz era más ronca de lo normal y eso me resultaba jodidamente exitante que hacía que mi cuerpo se derritiera ante él con tanta facilidad, le mordí el labio inferior y el sonrió, haciendo lo mismo y un gemino salió de mi boca.

—Vámonos de aquí —susurró.

—Si, hay que irnos de aquí —logré responder, mi respiración se había agitado aún más haciendo que me costará hablar.






[...]







El auto se había parado justo enfrente de su casa, si. Esa enorme casa que estaba al final de la calle, las luces estaban completamente apagadas.

Luke me había mencionado que toda su familia estaba en la feria al igual que los trabajadores, aún conservamos nuestros disfraces, abrió la puerta principal y después de haber entrado la cerró, no encendió las luces.

Me dió una mirada rápida y mordió su labio con picardía y su mirada estaba llena de lujuria. Dio tres zancadas hasta llegar frente a mí puso sus manos en mi cuello y me acercó a él besándome con pasión.

Le respondí el beso rápidamente, bajo sus manos hasta mi cintura y me acercó aún más él, puse mis manos alrededor de su cuello y enredé mis dedos en su cabello.

Dejó mis labios para besar mi cuello mientras caminabamos torpemente que nos golpeamos un par de veces pero nos queríamos alejarnos el uno del otro, como pudimos subimos las escaleras y recorrimos un largo y oscuro pasillo el cual apenas era iluminando por la luz de la luna.

A tientas abrió la puerta de una habitación y una vez estando adentro con su pie la cerró, me dió la vuelta y mi espalda chocó levemente contra la pared y sonreí involuntariamente. Besó mis labios y comenzó a bajar desde mis labios hasta mis pechos y sus manos apretaban mis caderas y me acercaban más a él con deseo.

Él me deseaba y yo lo deseaba a él.

Enterró su cara en mi cuello, besando, lamiendo, mordiendo y absorbiendo mi piel y acariciando mis piernas y brazos.

ich brauche dich.

Susurró en mi oído, su voz era ronca por el deseo, sus manos comenzarón a quitarme el vestido de forma lenta, mis manos ya no podían seguir quietas así que comencé a quitarle el saco negro y recorrer desde sus hombros hasta las sus bíceps, él me ayudó a quitarle el saco por completo y comencé a desabotonar los botones de su camisa blanca que estaba manchada por sangre falsa y sin esperar siquiera a quitársela mis manos se introducieron en la abertura que había de su camisa acariciando su torso desnudo y pude ver qué tenía un cuerpo demasiado ejercitado, me mordí los labios.

Le quité la camisa blanca y para ese momento mi vestido estaba en el suelo dejando a la visita mi ropa íntima, que digamos no era la mejor para el momento, pero creo que eso es lo que menos importa.

Mientras besaba mis labios y apretaba mi trasero, mis manos nerviosas le quitaron el cinturón y quitaron el botón de sus pantalones bajando la cremallera, sus manos tomaron las mías y las conducieron hasta su pecho, sus ágiles manos llegaron hasta mi espalda y quitaron el broche del sostén con facilidad y luego lo quitó tirándolo en alguna parte de la habitación.

Perfecto Mentiroso | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora