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El sol se había ocultado, tenía miles de mensajes y llamada pérdidas de Rachel, mis padres, Calum, Katherine y Luke.

Había puesto el celular en modo avión, no tenía el ánimo para querer hablar con alguien y escuchar como me gritaban por no decirles dónde estaba. Sé que deben de estar preocupados pues no hace mucho tiempo dos chicos murieron sin explicaciones. Quise mandarle un mensaje a Rachel para que le dijera a los demás que estaba bien, pero sabía perfectamente que mi hermana me interrogaría hasta el cansancio hasta que le dijera dónde estaba.

No sabía con exactitud dónde me encontraba, nunca me había puesto a conducir por el pueblo, solo sabía que estaba lejos de casa y que sería casi imposible que me encontrarán fácilmente, el clima era un poco frío, eran mediados de noviembre y el invierno estaba sintiéndose aún más.

—Me gustas Madeline

Lo que Luke había dicho se repetía una y otra vez en mi mente, una parte de mí quería creerle, quería lanzarme a él, abrazarlo y decirle que lo quería y que le creía, pero luego estaba la parte realista, sabía que Luke mentía, era lo único que había hecho desde que lo conocí, ¿por qué las cosas cambiarían en ese momento?

«Acéptalo Madeline darías todo por regresar y decirle que le creías»

Estaba sentada sobre la parte delantera del auto, aún llevaba mi uniforme, mi cabello estaba suelto y se movía por el aire, había un hermoso atardecer, le cielo se había teñido de colores naranja y amarillentos.

Luke...

Mi mente se había encargado de plasmarme su rostro, los colores me recordaban a él, me odiaba por seguir pensando en él aún sabiendo que nada había sido en verdad.

Había puesto la radio en el auto, la música se reproducía y me resultaba bastante relajante el silencio y el volumen apenas audible de la música.

Al cerrar los ojos lo único que veía era el rostro del rubio, no había dejado ni un solo momento mi mente, su recuerdo parecía estar bastante cómodo en mis pensamientos.



[...]




Las luces se la casa estaban apegadas agradecí por ello, no iba a entrar por lo puerta principal ya que seguramente mi madre debería de estar esperándome, así que subí por el balcón, por suerte siempre llevaba una llave en mi mochila, abrí la puerta sin hacer demasiado ruido, eran las doce de la noche, seguramente todos estarían durmiendo, después de entrar y cerrar la puerta con bastante cautela, tire mía cosas, me saqué el uniforme y me puse mi pijama.

Estaba por acostarme pero había algo sobre las sábanas, mi ceño se frunció y con algo de duda lo tomé, el papel estaba mal doblado así que lo desdoble para ver el contenido de este.

"Sé que a la persona que menos quieres ver en este momento soy yo, pero creo muy necesario hablar no es para herirte o algo parecido es para mantenerte a salvó, a ti y a tu familia. Si decides aceptar te estaré esperando en el coffee blues.

PD: perdón por entrar en tu habitación pero esta era mi única opción para que pudieras eschar o más bien leer lo que quería decirte está mañana.

Luke H. "

Dejé el papel en el escritorio y salí al balcón, vi el reloj que tenía en la muñeca, eran las doce con veinte, ¿A qué hora dejo Luke esto?

Realmente no quería verlo pero había mencionado que era por la seguridad de mi familia y la mía, lo que sea que tenga que decirme quiero saberlo. Tomé mi celular y le mandé un mensaje.

Sigues esperando?

Y su contestación fue inmediata.

Sí, vendrás?

Sí.
Más te vale que sea serio lo que tengas que decirme por qué eres la última persona que quisiera ver.

Lo es, Madeline.

Me puse unos pantalones, unos tenis y una sudadera, volví a salir por el balcón, puse el auto en marchar, el lugar en el que Luke me estaba esperando estaba a unos quince minutos de mi casa por lo que no tardaría mucho en llegar.

Más le vale que lo que tenga que decirme sea serio.

—Hay cosas que no sabes, y solo estamos tratando de ayudarte, de salvarte de lo que las demás no pudieron.

—Solo aléjate de ellos, hazlo por tu seguridad, por la de tú familia. Ellos son solo máscaras, no son los de verdad.

La conversación que tuve hace ya un tiempo con esos chicos que se la pasaban advirtiéndome de ellos se me vino a la mente, definitivamente tendría que hablar con ellos después de todo esto.

Perfecto Mentiroso | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora