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Él entro conmigo hasta el salón y las personas que estaban ahí me veían incrédulos y sorprendidos y la profesora evadía la presencia de todos.

—Vendré por ti después de biología.

—No quiero que vengas, yo puedo encontrar mis clases sola.

Me sonrió y luego se dió la vuelta para salir del salón, bufé tenía que salir más rápido antes de que él llegará y repitiera eso.

¿Por qué demonios lo había hecho?

Después de haberme acomodado en mi silla le di una ojeada a todo el lugar y note que la vista de todas las chicas que estaban en esta aula me veían de arriba a abajo y murmuraban cosas entre ellas... sabía que hablaban de mi.

Nunca me han agradado ese tipo de personas realmente eso es muy molesto, si tienes algo que decirle a otra persona deberías de hacerlo cara a cara y con esa persona no con otras y decirlo a las espaldas de alguien, supongo que ellas estaban más qué concientes de que yo sabía o tenía idea de lo que hacían.

Una de ellas se levantó de su silla y camino hasta mi y antes de que se sentará frente a mi me sonrió de forma hipócrita.

—Hola, soy Natalia.

—Hola.

—¿Tu nombre es? —preguntó irritante.

—Madeline, y no estoy interesada en alguna cosa que quieras saber, cómo por ejemplo porqué ese rubio entro conmigo porqué yo tampoco tengo la mínima idea, así que fue un gusto no muy gustoso saber tu nombre —le sonreí de la misma forma en la que hacía.

Abrió la boca indignada y suspiró, su mano se había posicionado sobre su pecho, ¿se ofendió? Enarqué mi ceja y ella solo me veía atónita como si no pudiera creer lo que le acaba de decir y eso era lo que me parecía patético. Solo le había dicho que no tenía intención de hablar con ella no la insulte.

—Por Dios, solo intentaba ser amable contigo.

—Gracias por eso, pero nunca pedí tu amabilidad.

Está era una de las razones por lo que casi nunca socializaba con mis compañeros de clase, casi siempre era así de grosera, no lo hacía con ese intención solamente salía de forma natural.

La chica aún más indignada se levantó de la silla y camino de regreso con las demás y yo decidí no tomarles importancia, al paso de los minutos el aula se estaba comenzando a llenar y entonces la profesora se levantó de la silla de su escritorio para ponerse enfrente de todos cuando un moreno apareció en la puerta.

Su cabello le caía sobre su frente, tenía su mochila en un hombro, el blazer de su informe estaba abierto dejando ver la camisa que tenía debajo y sus zapatos parecían estar sucios y su respiración era acelerada que su pecho subía y bajaba.

—Señor Hood, llega justo a tiempo, tome su lugar y por favor nada de distracciones a la clase y pónganse un poco de colonia.

Él moreno sonrió un poco y asintió sin contestar y saludando a un par de chicos que estaban en las primeras filas camino hasta quedar frente a mi sentado a lado de otro chico que tenía el cabello teñido de verde.

—Bueno jóvenes el día de hoy una nueva estudiante llegó. La señorita Madeline Mason viene de Arizona y estará el resto del año escolar compartiendo clases como ustedes cómo lo es biología. La clase del día de hoy será sobre la reproducción humana —se escucharon risitas y muchos se vieron de forma maliciosa—. Así es hablaremos sobre el sexo aunque creó que todos aquí saben lo que es, está clase no será como las pláticas que les daban antes de quince minutos. Está será dos días de clases sobre el tema, y no hablaremos sobre posiciones sexuales o cosas así, es un tema serio así que pido seriedad para tratarla. Tampoco será una clase para decirles cómo se pone un condón o las consecuencias de la irresponsabilidad de adolescentes teniendo relaciones sexuales. La sexualidad es un tema que ustedes cómo casi adultos deben de conocer y no solo para placer y lujuria.
El sexo no es solo eso, el sexo también pude llegar a ser peligroso y puede tener consecuencias no deseadas a sus edades, como lo son las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados. Así que saquen sus libretas que esta será una clase extensa.

Los tacones de la profesora se escuchaban por todo el salón, ella explicaba todo sobre el tema y le daba una vuelta a el salón para verificar que todos estuvieran copiando lo que ellos creían importante ella dijo que no era obligatorio pero qué les ayudaría mucho tiempo después, obviamente hubieron burlas respecto a lo que la profesora decía inclusive bromeaban con sus supuesta experiencia sexual.

También note como a muchos el tema les incómodo que sus rostros estaban rojizos, en su mayoría chicas, los hombres estaban relajados y muchos no se tomaban en serio las cosas, el hablar sobre el sexo nunca a sido un tema que me incomode es algo que quiero creer algunos ya hayan experimentado una vez o de lo contrario como habrían tantas descendencias de familias por años.

Tenía mi cabeza recargada sobre mi mano izquierda mientras copiaba lo que a mí me parecía importante y en esas veces note como el moreno que estaba delante mío me veía sobre su hombro de forma disimulada. Pero en una de esas veces el se dió cuenta de que me había dado cuenta y solo me regaló una sonrisa de boca cerrada y me guiño el ojo para no volver a girar otra vez.

La campana sonó tome mis cosas sin meterlas a mi mochila y salí huyendo del salón —literalmente— no sabía si ese tipo era capaz de hacerlo pero no quería arriesgarme mientras caminaba por los pasillos metía mis cosas y ví mi horario para ver qué tenía clases de Arte que estaba a unos cuantos salones del de Biología por lo que debía ser rápida a menos de que quisiera toparme con él.

Encontrarme nuevamente con esos ojos azules tan únicos.

Perfecto Mentiroso | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora