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—¡Madeline tenemos que irnos! —murmuró pero lo había dicho lo suficientemente fuerte como para molestarme.

—Luke ya me lo dijiste, deja de gritarme.

—Enojada te ves más linda de lo normal.

Le enseñé el dedo de enmedio y escuché una carcajada de su parte, me levanté de la cama y fui en busca de mis pantalones, blusa y zapatos después cinco minutos nos encontrábamos dándole las llaves a la chica de hace unas horas y su humor era igual o peor que hace unas horas.

Subimos a su auto, bajé la ventana de la puerta dejando que el aire frío entrara, el estéreo estaba reproduciendo música de los 90' y tarareaba una que otra canción, todo gracias a la influencia musical de mis padres.

—¿Tienes hambre?

—Demasida —me volteé para verlo.

Asintió, dió la vuelta y minutos después estaba aparcando el auto en el estacionamiento de un restaurante de comida, me tomó de la mano y me acercó hasta él, aún conservaba su chaqueta ya que estaba haciendo un poco de frío, sus tatuajes estaban a la vista de todos y al parecer todas las personas sabían que se trataba del hijo del gran Andrew Hemmings.

Y comenzaban a hablar entre ellas sujeté el brazo de Luke y él me guío hasta una mesa que estaba libre, parecía no estar tomándole importancia a la situación. Así que decidí hacer lo mismo.

Una señora se acercó a nosotros para tomar nuestra orden después de habernos dado el menú, se fue para dejarnos solos nuevamente. Me sonrió y tomó una mis manos.

—El aspecto mañanero te queda muy bien.

—¿Estás burlándote de mí?

—Para nada, no haría algo así.

—Mentiroso...—entrecerró los ojos.

—De acuerdo, pude que lo haya hecho alguna vez. Pero está vez no es así.

Pensábamos que nuestras órdenes tardarían más pero nos equivocamos la señora que nos había atendido había aparecido nuevamente con nuestra comida en manos. Nos concentramos en comer en silencio, después de unos minutos terminamos y nos quedamos un par de minutos más, Luke dejó el efectivo en la mesa, tomó mi mano y salimos del lugar.

—Todo el mundo estaba viéndome, no pensaba quedarme más tiempo ahí —dijo mientras caminamos hasta el auto.

—Creí que no te habías dado cuenta.

—Claro que me di cuenta sólo estaba tratando de evitarlo.

—Pensé que en este pueblo nadie era prejuicioso —estaba por abrir la puerta pero se detuvo.

Mi espalda quedó contra la puerta del auto, sus manos estaban en mi rostro se acercó y me besó de forma corta, me vió a los ojos y esa sonrisa burlona que era tan típico de él se asomó en su rostro.

—Definitivamente...estás demasiado hermosa.

—No tanto como tú, Hemmings.

—No lo niego —reí y le di un pequeño golpe—. Es broma, es obvio que tú eres muchísimo más hermosa Mason.

—Tampoco lo negaré.

—No hay nada que negar sólo aceptar y estoy aceptando y exponiendo que mi novia es hermosa.

—Novia...esa palabra suena extraña, aún no creo acostumbrarme.

—Es nueva para mí.

Besé sus labios nuevamente, él se alejo de mí pata rodear el auto, abrimos y entramos al mismo tiempo a el auto, puse el estéreo y él puso el auto en marcha, realmente no estábamos tan lejos de casa por lo que pude ver quizás en la noche el camino se me hizo más largo. El sol estaba deslumbrante y el aire era frío, era cuestión de tiempo para que el frío comenzará a dominar.

Las clases acabarán esta semana y nunca había ansiado algo tanto como estás vacaciones, necesito urgentemente un respiro lejos de los salones, libros y maestros.

—¿Crees sobrevivir las próximas horas sin mí, Mason?

—La pregunta aquí es, ¿Crees sobrevivir las próximas horas sin mí, Hemmings? —él sonrió  y tomó mi mano para acercarme a él.

—No lo creo, pero trataré —besó mis labios, al alejarse dejó un beso en mi mejilla y yo hice lo mismo.

—Te veré después Hemmings, aunque la puerta se mi balcón siempre estará abierta para ti.

—Es bueno oír eso, te veré más tarde entonces Mason.

Lo besé, era un beso bastante candente que tenía intenciones de subir a más, pero lo detuve antes de que perdiera complemente la cordura.

—Luke quita tu mano de mi pecho.

Aunque una de mis fantasías siempre ha sido hacerlo en un auto con un chico guapo no lo haría, estábamos frente a mi casa, los cristales eran polarizados, pero sin duda alguna follar en el auto de mi novio frente a mi casa no sería una de las cosas que quisiera hacer. Luke retiró su mano, estaba por quitarme la cazadora pero él me detuvo.

—Quédatela...te queda mucho mejor a ti que a mí —sonreí.

—Adiós Luke.

—Hasts luego, Madeline.

Bajé del auto y comencé a caminar a la puerta principal, escuché como había puesto el auto en marcha, toqué un par de veces y segundos después Rachel estaba abriéndome la puerta, tenía una sonrisa y sabía que eso significaba una sola cosa. Estaba por hablar pero la interrumpí.

—Te lo contaré todo, pero primero iré a darme un baño —besé su mejilla y pase a su lado.

Ella cerró la puerta y me pregunté dónde estaba nuestra madre a lo que ella respondió que había ido de compras, bueno cuando ella regresé tendré que decirle que deje de darle condones al chico con el que estoy saliendo, que no sería necesario por qué yo puedo dárselos o él puede tener.

Y Rachel debería ser muy ingenua si cree que le contaré con lujo de detalle como vivo mi vida sexual, eso sería muy incómodo y extraño.

Perfecto Mentiroso | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora