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Nadie mencionaba algo, ella estaba sentada en un sofá a unos cuantos metros de mi, movía su pie impaciente y Rachel estaba a mi lado, por suerte mis padres habían salido y no llegarían hasta después de mediodía.

El ambiente era realmente tenso e incómodo, necesitaba saber por qué estaba aquí, quería que me lo dijera pero no preguntaría nada de eso frente a Rachel no quiero que ella sepa cosas que claramente me había estado esforzando para ocultar.

—Supongo que tú vuelo fue largo, te llevaré a la habitación que mi mamá a preparado para ti.

Me levanté del sofá y esperé a que ella hiciera lo mismo y le indique que me siguiera escuché sus pasos detrás de mí y las ruedas de su maleta siendo arrastrada por el pasillo, llegamos a la única habitación que estaba disponible y le abrí la puerta haciéndole saber que quería que entrará, cuando ella lo hizo cerré la puerta.

—¿Qué demonios estás haciendo aquí Jessica?

—¿No recuerdas mi mensaje? —enarcó una ceja y se sentó en la cama y yo quedé parada en la puerta, marcando una buena distancia—. Te dije que quería hablar contigo Madeline.

—¿Y tenías que venir hasta aquí para hacerlo? Sabes que existen las llamas y correos electrónicos, ¿verdad?

—Quería hacerlo en persona.

—¿Por qué en mi casa? Estoy segura que aquí hay varios hoteles donde pudiste haberte quedado, no había necesidad de quedarte en mi casa tú presencia no me gusta nada.

—¿Crees que la tuya a mí si? Madeline me empujaste contra un escritorio, perdí la memoria y si no hubiese sido por Joe hubiera muerto.

—A ni una de las dos les gusta la presencia de la otra, ¿por qué te quieres quedar aquí?

—Quiero saber la verdad y si me la haces saber lo más rápido que puedas, me iré de tu casa antes de que lo puedas notar.

Solté un suspiro y pasé mi mano por mi cabello alborotándolo un poco, observé toda la habitación y después a ella. Es mejor terminar con esto lo más rápido posible.









Luke

Tenía una pelota de béisbol en la mano y la lanzaba hacia arriba y después la tomaba y lo repetía una y otra vez.

Realmente estar en esta casa es algo deprimente y aburrido, me levanté de la cama lanzando la pelota a cualquier lugar de la habitación, mis pies descalzos tocaron el frío piso, el invierno estaba haciéndose notar últimamente, abrí la puerta de la habitación con la intención de ir a la cocina a desayunar algo.

Después de preparar lo más sencillo que pude haber hecho me senté en la sala de estar viendo la televisión, tomé el primer bocado de mi cereal y me concentré en el programa, mientras comía no pude evitar ver en la ventana dejándome ver el jardín que estaba siendo protegido por un muro.

Después de comer me levanté del sofá dejando el plato en el fregadero y volviendo a la habitación, cerré la puerta y me tiré nuevamente en la cama.

Mis padres se habían ido a la cuidad hace un par de días y Jack no da señales de vida o más bien él no quiere estar aquí, nadie quiere estar aquí. Maldición ahora me gustaría estar en el maldito colegio.

Me acerqué a la ventana de mi habitación e hice a un lado las cortinas para poder ver al exterior y mi mirada se fue a la casa de Madeline.

¿Estará bien?

Hace un par de horas cuando me escabullí de su habitación parecía estar demasiado nerviosa. Me puse de pie, me vestí, tomé lo necesario y salí de mi casa para ir a la de ella, quería asegurarme de que estuviera bien, ella nunca mencionó a qué hora se supone que estaría esa chica.

Me tomó tan solo un par de minutos llegar hasta su casa, toqué un la puerta y después de unos segundos Rachel me había abierto la puerta.

—Oh, hola Luke.

—Hola, ¿dónde está Madeline?

—Esta arriba con Jessica.

—¿Puedo pasar? Necesito hablar con ella.

—Por supuesto.

Rachel se hizo a un lado para dejarme pasar, subí las escaleras para ver en dónde estaba y fue cuando escuché su voz en una de las habitaciones, caminé hasta ella pero me detuve al escuchar lo que había dicho.

Estaban discutiendo, parecían estar hablando acerca de lo que les molesta y lo que quieren solucionar, pensé en retroceder y darles su espacio, sé que Madeline sabría cómo sobrellevarlo y justamente cuando estaba por darme la vuelta y esperarla en su habitación lo escuché.

Un golpe en seco se escuchó y después de eso una maldición y otra golpe se escuchó, oh mierda. Abrí la puerta lo más rápido que pude y pude ver cómo Madeline estaba sobre ella en la cama intentado que le quitará las manos de encima pero la otra chica parecía no tener intención de hacerlo y fue cuando su mano se estrelló con el rostro de Madeline.

Y supuse que eso fue el detonante ya que ella le devolvió el golpe pero con mucha más fuerza y fue ahí donde tuve que intervenir.

—Madeline —le tomé de la cintura para alejarla de ella pero no tuve éxito.

—¡Suéltame Luke!

—Vamos Madeline suéltala.

—¡Déjame!

—Maldición Madeline déjala.

Entonces volví a tomarla de la cintura y estaba vez si tuve éxito, la había sujetado y ella parecía querer soltarse de mi agarré, comencé a caminar con ella de la habitación y antes de que saliera ella le dijo algo.

—¡Lárgate de mi casa o te juro que desearás haber muerto ese día desangrada!

Entré a su habitación y estando allí la dejé en el suelo y me quedé en la puerta por si se le ocurría salir nuevamente, estaba furiosa, su rostro estaba rojo y su cabello despeinado y apretaba los labios con fuerza, mientras la observaba su respiración se fue normalizando y me di cuenta de que en su mejilla tenía un ligero rasguño que tenía una línea de sangre.

Me acerqué a ella y con mi pulgar traté de quitarle esa línea, al estar tan cerca, ella me vio a los ojos y después me abrazó.

—¿Qué fue lo que ocurrió?

—No quiero hablar de eso, no ahora Luke —asentí.

—Esta bien, comprendo.

—Quiero irme de aquí.

—¿A dónde quieres ir Mason?

—A cualquier lugar que este lo suficientemente lejos de todo este problema, dónde solo seamos tú y yo, Hemmings.

Me límite a sonreír y besé su frente.

Siempre hemos sido ella y yo, sin importar el lugar. Un perfecto mentiroso con su linda chica que también parecía esconder muchas cosas.

Perfecto Mentiroso | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora