Capítulo 7

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Henry despertó en cuanto escucho su alarma sonando, lentamente abrió los ojos y la apago. Dejo escapar un suspiro, estaba algo cansado, pero aun así se levantó para iniciar un nuevo día. Se dio un baño, se vistió, luego tomo su mochila y teléfono para bajar a la cocina donde ya se encontraba su familia tomando el desayuno.

—Buenos días, cariño —saludo su madre en cuanto lo vio bajar las escaleras.

—Buenos días, mamá—respondió mientras caminaba hacia la mesa y se sentaba en una de las sillas.

— ¿Ya te sientes mejor?.

—Si, ya estoy mejor —le sonrió, su madre le sonrió de vuelta.

—Me alegro, ten, te prepare un rico desayuno —dejo un plato de ensalada frente a él — Espero que te guste —acaricio su cabello y luego se sentó a su lado.

Henry miró el plato, rápidamente su estómago gruño en protesta, discretamente se llevó la mano a su abdomen. Sé que eso no se ve apetecible bebé, pero tenemos que comerlo o mamá sospechara y no queremos eso, pensó mientras acariciaba su abdomen.

Lentamente, tomo el tenedor y como pudo empezó a comer, podía sentir como su estómago se quejaba en cada bocado que daba, a duras penas logro comerse toda la ensalada.

—¿Te gustaría que te prepare un té o un jugo antes de irte, cariño? —pregunto su madre, tomando los platos sucios después de terminado el desayuno.

—No, así estoy bien —se limpió la boca con una servilleta y luego se levantó, tomando su mochila, listo para irse.

—Henry, espera —su madre lo llamo, haciendo que detuviera su caminar y se diera la vuelta para verla —Toma esto —le tendió un par de pastillas.

—¿Para qué? —pregunto intentando ocultar su nerviosismo.

—En caso de que tengas dolores de estómago, estas te ayudaban mucho a calmar el dolor — explico mientras seguía con la mano extendida.

—Oh —Henry mirada desde las pastillas a su madre, no sabía cuánto más podría ocultar este secreto. —Claro, las tomaré —tímidamente las tomo y las guardo en su mochila —Ya voy algo tarde, me la tomaré en la universidad —intento sonreír y luego de darle un rápido abrazo a su madre, salió corriendo de su casa.

Por suerte sus clases terminaron más rápido de lo que esperaba, y ya se encontraba camino a basura y más con Jasper quien tenía la obligación de llevarlo todos los días. Al llegar a la tienda, bajo rápidamente a la Capicueva, lo único que quería hacer ahora era acurrucarse en los brazos de su novio y quedarse allí hasta que tuviera que volver a casa.

Las puertas del elevador se abrieron y vio a su lindo novio sentado en el sillón giratorio, y para alegría de Henry, se encontraba totalmente solo. Rápidamente, dejo su mochila en el suelo y se acercó al castaño, y sin pedir permiso, se sentó en su regazo, colocando sus piernas a cada lado de su cadera.

—Wow, ¿alguien me extraño mucho? —bajo la mirada para ver a su novio.

—Sí —respondió este mientras se acurrucaba más en el amplio pecho de Ray y ocultaba su rostro en su cuello. Ray soltó una pequeña risita, rodeo al rubio con sus brazos, acercándolo más a él.

—¿Qué tal estuvo tu día? —pregunto mientras empezaba a dejar caricias en los dorados cabellos de su novio. Henry simplemente alzo los hombros para después soltar un suspiro — ¿Todo está bien, mi amor?.

—Sí, es solo que... es mi mamá...

—¿Qué pasa con tu madre? —pregunto, ahora dejando caricias en su espalda.

Baby on board.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora