— ¿Ray? —Lo llamo el rubio desde su pecho.
— ¿Mmm? —Respondió el castaño sin dejar de acariciar sus dorados cabellos.
Ambos estaban en la cama, Ray acostado de espaldas, descansando su cabeza en la fina almohada. Rodeaba a Henry con ambos brazos, este se encontraba encima de él recostado en su pecho, con una pierna abrazada su cintura, mientras que la otra descansaba en la cama. Al ser esta pequeña estaban un poco apretados, pero se las arreglaron para quedar cómodos.
— ¿Te sientes bien? —Pregunto Henry en voz baja. Ray detuvo sus acaricias y se movió un poco para poder mirar al rubio.
—Si, ¿por qué?.
Henry alzó un poco la mirada, despegando su cabeza del pecho de Ray.
—Porque estás tenso, te siento en modo alerta —Puso una mano en su mejilla.
—Bebé, estoy bien —Intento hacer que volviera a recostar su cabeza en su pecho, pero Henry se lo impidió.
—Mmm no, no me convence —Negó también con la cabeza —Sé que estás preocupado, ¿quieres hablar de eso? — Acaricio su mejilla. Ray hizo una mueca, él se sentía bien, no tenían que hablar de nada.
—Amor, en serio, no pasa nada —Se acercó para dejarle un beso esperando que eso despegara su mente. Henry solo rodó los ojos en medio del beso y gentilmente lo aparto.
—Ray, no tienes que ser el macho alfa todo el tiempo, yo también puedo cuidarte y protegerte. Vamos hablemos de tus sentimientos, bebé grandote —Dijo mientras lo abrazaba fuertemente como si fuera un oso de peluche. Ray soltó una risita ante esto.
—No me llames así, no soy un bebé y estoy bien, no necesito hablar de mis sentimientos— Refunfuño. Henry volvió a rodar los ojos.
—Vamos, yo siempre estoy hablando de mis sentimientos, es tu turno. ¿O qué?, ¿temes llorar como un bebé? —Soltó una sonrisa burlona. Ray lo miro con el ceño fruncido.
— Yo no lloro —Refunfuño de nuevo. Henry soltó una risita.
—Claro que sí, tú siempre andas llorando. ¿Recuerdas esa vez cuando estábamos viendo esa película del cachorro y estuviste llorando como por una hora?.
Oh, si, Ray sí que recordaba esa película. La habían visto en una de sus noches de pijamadas, él pensó que sería una película familiar sobre un perro y su dueño teniendo aventuras juntos, pero resulto ser todo lo contrario y termino llorando casi toda la noche mientras Henry (quien no lloro, pues ya había visto esa película miles de veces) lo consolaba.
—El perrito estaba esperando a su dueño que no iba a volver, pero él no lo entendía, ¿que quieras que hiciera?, ¿qué me riera? —Pregunto entre ofendido y dolió por volver a recordar la película que tanto había tratado de olvidar. Henry sonrió enternecido, lo tomo por las mejillas para dejarle un dulce beso en sus labios.
—¿Ves?, sí que eres toda una lindura con sentimientos —Pellizcó su nariz, Ray solo hizo un puchero —Vamos, no es sano que guardes lo que sientes en tu interior. —Hablo en voz baja. Ray solo pudo soltar un suspiro resignado, sabía que su novio era terco y siempre se salía con la suya para conseguir lo que quería.
—Bien, ¿qué quieres que te diga? —Pregunto, mientras acariciaba el rubio cabello de su novio.
—No lo sé... ¿tus preocupaciones?, sé que has estado muy estresado por lo que ha pasado estos días, quiero que saques eso de tu interior, que lo dejes ir —Murmuro mientras ponía sus manos en los hombros de Ray, empezando así un pequeño masaje. Ray se removió un poco en la cama, dejándose llevar por las caricias de su novio.
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Baby on board.
Hayran KurguHenry Hart, 20 años, estudiante de arquitectura. Todo iba bien con su vida hasta que un día, una gran noticia, pondrá todo de cabeza. Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, todo el crédito a sus respectivos creadores. Yo solo los uso para mi...