Capítulo 19

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Cuando Henry despertó en la mañana en los brazos de Ray no podía sentirse más feliz. Por alguna razón sentía que todo estaba volviendo a la normalidad (claro, aún quedaba hablar con sus padres) pero quitando ese detalle, se sentía relajado por primera vez en días. Intento levantarse pues las ganas de orinar lo estaban matando pero los brazos protectores de su novio se lo impidieron. Sonrió un poco ante esto y con gentileza empezó a apartarse.

— ¿A dónde vas? — Pregunto el castaño con la voz ronca y los ojos cerrados.

—Voy al baño — Murmuro el rubio, quitando los brazos de Ray de su cintura.

— Te acompaño.

Henry rodó los ojos y se contuvo de soltar un suspiro de cansancio.

—No soy un inválido — Le dijo con fastidio, Ray iba a reclamar, pero se lo impidió —No voy a desmayarme, estoy bien, puedo caminar por mi cuenta.

Ray soltó un resoplido, pero aun así dio un asentimiento con su cabeza y volvió a recostarse en la cama.

Henry le regalo una sonrisa antes de levantarse y caminar hacia al baño. Al entrar corrió el extremo de la puerta hacia el inodoro y rápidamente se apresuró a orinar, soltando un suspiro de satisfacción cuando dejo todo salir.

Al terminar se acomodó la bata de nuevo y camino al lavabo para lavarse las manos. Se miró en el espejo luego de echarse agua en la cara para despegar el sueño, al hacerlo se dio cuenta del aspecto que tenía. Era un desastre, su cabello sucio casi grasoso estaba despeinado en todas las direcciones, los parpados y debajo de sus ojos pequeñas ojeras se dejaban ver y ni hablar de sus labios, todos secos y sin color. Tenía incluso un poco de barba esta también desordenaba.

Negó con la cabeza, a modo de vergüenza. Rápidamente tomo un poco de agua y mojo su cabello, intentando arreglarlo un poco, hizo lo mismo con su pequeña barba de días. Luego se miró al espejo moviendo un poco su rostro para inspeccionarse.

Mucho mejor, pensó. Sin embargo se sentía asqueado de haber salido a la calle con ese aspecto de vagabundo. Jamás perdonaría a Ray, por sacarlo así. Soltó una risita ante ese pensamiento, tantos años a su lado y ya estaba adquiriendo sus mismas manías, es aquí donde el dicho "pasar mucho tiempo con tu pareja, te hace copiar hábitos de ellos" aplica. Ya se está pareciendo al castaño, preocupado por su apariencia.

Sonrió antes de darse una última mirada en el espejo y salir del baño. Estaba tardando mucho, sabía que si se quedaba un minuto más, Ray "sobreprotector" Manchester vendría corriendo a buscarlo.

Cerró la puerta detrás de él y volvió a la cama donde el castaño aun acostado se encontraba. Se sentó en la orilla de la cama, frente a él y lo admiro un poco. Estaba boca abajo, abrazando a la almohada. Soltó una sonrisa pequeña mientras acercaba su mano hacia su rostros justo donde un mechón de cabello caía por su frente con cuidado lo aparto, luego bajo su mano hacia su mejilla y la acaricio un poco.

Ray sonrió ante este toque y lentamente abrió sus ojos.

—Hey —Murmuro.

—Hey —Respondió de la misma forma —¿qué hora es? —Pregunto mientras dejaba de acariciar su mejilla. Ray soltó un bostezo.

— No lo sé... ¿es de mañana? —Se alzó hombros. Henry se rió mientras rodaba los ojos de forma divertida.

—Tengo hambre — Dijo después llevándose una mano a su estómago, quien pedía por comida. Ray lo miro con asombro y un toque de felicidad.

—No sabes cuánto me alegra escucharte decir eso —Dijo con una sonrisa en su rostro.

—Si yo... creo que mi apetito está volviendo —Murmuro, devolviéndole la sonrisa al castaño.

Baby on board.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora