Capítulo 22

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Ya había paso una semana desde que el castaño fue a su casa y el aún seguía sin convencerse de las palabras que este le había dicho aquella noche. Según el todo estaba bien pero aún no recibía noticias de su madre, esta seguía sin llamarle o intentar incluso comunicarse con él. Su padre (con quien si ha mantenido bastante conversación) le dijo que le diera tiempo, ella lo estaba intentando pero cada vez que tomaba el teléfono para llamarlo, se retractaba pensando que él no iba a contestarle porque aún seguía molesto con ella. Era un círculo vicioso y Henry ya estaba harto de eso, quería ver a su madre y decirle que todo estaba bien.

Pero había un problema, Ray no lo dejaba solo en ningún momento, el castaño estaba encima de el todo el tiempo, asegurándose que estuviera bien. No se quejaba, agradecía tener a su novio tan atento con él, pero también se estaba hartando de eso.

Por suerte un día llegó la oportunidad perfecta para poder estar a solas, había una emergencia en la ciudad y Ray quien de a poco estaba volviendo al trabajo como capitán man (a petición de Henry, pues el aún se negaba a volver) tenía que ir.

— Amor, estaré bien — Le dijo el rubio como por sexta vez desde que la llamaba de emergencia había llegado.

— No puedo dejarte solo — Dijo Ray ya con su traje de capitán man, mientras caminaba de un lado a otro con su teléfono en mano.

— Ray, se cuidarme por mi cuenta — Rodo los ojos. No había nadie en la Capicueva más que ellos dos (Jasper estaba en la Universidad, Piper en la escuela y Showz... quién sabe dónde estará) por lo que Ray se negaba a dejarlo solo. Las pocas veces que había atendido alguna emergencia había sido por que el rubio se quedaba con algunos de los chicos, pero ahora que no hay nadie, Ray no quería arriesgarse.

— No, aún estas en recuperación — Eso era mentira, Henry hace mucho que dejó de sentirse mal, a tener mareos y vómitos a cada rato, pero Ray como siempre dramatizaba todo.

— Amor — Se levantó del sillón y camino hacia su novio, luego lo tomó por los hombros para que dejara de caminar — Escucha ya estoy bien, nada malo va a pasar, anda tienes que ir y atender la emergencia. — Le sonrió para hacerle saber que hablaba en serio.

Ray hizo una mueca, no muy convencido — Déjame, déjame llamar a alguno de los chicos para que vengan a cuidarte — Se alejó de las manos del rubio y camino hacia el otro extremo de la habitación. Henry soltó un largo suspiro, se dio la vuelta para ver a su novio tecleando en su teléfono con desespero.

— Ray, no soy un bebé — Reclamó mientras se cruzaba de brazos. Ya había perdido la cuenta de las veces que había dicho esa frase desde que se embarazo.

— No lo eres, pero llevas uno dentro de ti y necesitas supervisión — Dijo sin despegar la vista de su teléfono. Henry lo miro incrédulo, se acercó a él para quitarle el teléfono de las manos. Ray alzó la mirada para verlo con el ceño levemente fruncido.

— Amor, estas exagerando las cosas.

— No lo hago, estoy siendo razonable — Le quito el teléfono para volver a teclear en el. Ninguno de los chicos contestaba sus mensajes y llamadas, se estaba desesperando.

Henry rodó los ojos — Por favor, ¿qué es lo peor que podría pasar?, ¿que el bebé crezca en un segundo, abra un hueco en mi estómago, salga expulsado de este y luego me muera desangrado?... No creo que eso vaya a pasar, mi amor — Expresó de forma relajada. Ray despegó lentamente la vista de su teléfono para ver a su novio de manera incrédula.

— Estas leyendo mucho fanfiction, ya basta de eso — Lo apuntó con el dedo. Henry soltó un resoplido al mismo tiempo que se sentaba en el sillón.

— Como si me dejaras hacer otro cosa — Refunfuño en voz baja. Luego miro a su novio de vuelta — Ray...

Baby on board.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora