Capítulo 48

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Henry jamás pensó que estaría celebrando su cumpleaños número 21 de esta forma. El quería estar en una discoteca, celebrar y emborracharse hasta quedar en la inconsciencia. Era su cumpleaños número 21 por dios, debería estar celebrándolo a los cuatro vientos, gritar al cielo que oficialmente es un adulto, pero no, estaba encerrado en casa, con una enorme panza.

— Amor, quita esa carita — Ray le sonrió con dulzura mientras se sentaba a su lado en el sillón, donde Henry llevaba toda la tarde haciendo berrinche.

— Es que no es justo, debería tener una enorme fiesta de cumpleaños — Miro a su esposo y le regalo un puchero. Ray lo miro con ternura y una pizca de diversión.

— Bueno, aun podemos hacer una fiesta. ¿Qué te gustaría hacer? — Le pregunto mientras acariciaba sus rubios cabellos, ahora con lindos rulos.

— Quiero emborracharme — Respondió acentuando más su puchero.

Ray no tardo en soltar una enorme carcajada.

— Lo siento, amor pero eso no se va a poder — Le sonrió.

Henry frunció el ceño y se cruzó de brazos.

— Lo sé, y por eso este ha sido mi peor cumpleaños — Refunfuño un poco más en su asiento.

— Oye, al menos tienes un pastel — Señalo hacia la mesa donde se encontraba el pastel de chocolate que había comprado para él, este era pequeño y estaba picado a la mitad, Henry se había comido una porción el solo antes de hacer su berrinche.

— Gracias por eso, tu eres lo único que hace de este día el mejor de todos — Por primera vez desde un rato, Henry le sonrió y se acercó para dejarle un tierno beso en sus labios.

Ray se rió un poco antes de corresponder el beso como es debido.

— Igual, — Murmuro después de separarse del beso — sé que aun quieres tu fiesta, así que... — Se levantó del sillón y camino hacia el centro de la sala, Henry lo miraba con una ceja levantada.

Ray saco de su bolsillo el control remoto para encender las bocinas, pronto una música de discoteca comenzó a sonar por todo el lugar.

— Si, bebé — Canturreo mientras comenzaba a bailar, moviendo sus caderas de adelante hacia atrás. — ¿Esto es lo que querías? — Se dio la vuelta y comenzó a mover su trasero hacia donde Henry se encontraba.

El rubio se cubrió la boca para contener su risa y su leve sonrojo que crecía a cada movimiento que su esposo hacía.

— Ray, ¿pero qué haces? — Hablo a través de su boca, riéndose al mismo tiempo.

El castaño, sin dejar de bailar se dio la vuelta.

— Pues bailo — Respondió con obviedad mientras movía sus caderas de adelante hacia atrás — Vamos, cumpleañero, ven a bailar conmigo — Estiro su mano.

Henry tardo unos segundos en responder, después entre risas acepto la mano de su esposo y se levantó. Ray lo condujo hacia el centro de la sala y comenzó a bailar a su alrededor, movía y empujaba sus caderas junto con las de Henry quien solo se reía con un enorme sonrojo en su rostro.

— Es así como bailan los jóvenes ¿no? — Hablo Ray entre jadeos por los movimientos que hacia— twerking le dicen.

Henry volvió a llevarse una mano a la cara, ocultando su risa mientras negaba con su cabeza de forma divertida.

— Vamos, amor. Baila — Ray llevo sus manos hacia la cadera de Henry y conjuntamente con la suya comenzó a moverlas.

Henry se fue animando unos minutos después y comenzó a moverse por su cuenta mientras llevaba sus brazos hacia el cuello de Ray. Pronto comenzaron a bailar de forma lenta, moviéndose de un lado al otro por todo el lugar.

Baby on board.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora