Epilogo.

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La vida con Ryan


— No puedo creer que haciendo sus cochinadas, lograran crear algo tan hermoso — Había dicho Piper una vez que vio a su sobrino y lo sostuvo en sus brazos.

Henry le lanzó una mirada de fastidio, rodando los ojos después.

— Me toca sostenerlo a mí — Expreso Jasper con entusiasmo, estirando sus brazos hacia el pequeño. Piper se lo paso con cuidado — Hey, Ryan, soy tu tío favorito — Murmuro, dejando después un beso en la cabecita del pequeño cubierta por un gorrito.

Henry sonrió con ternura hacia su mejor amigo y hermana quienes admiraban a su sobrino. Poco tiempo después llegaron sus padres, junto con Charlotte y Schowz. Henry se levantó del sillón giratorio, y con una sonrisa camino hacia sus padres, les dio un rápido abrazo y los condujo hacia la mesa.

— ¿Cómo está Ryan?, ¿cómo estás tú? — Pregunto su madre mientras se quitaba su saco.

— Estamos bien, mamá— Respondió, colocando su vista en Ryan ahora siendo arrullado por Charlotte.

— Mírate esas ojeras, ya pareces un mapache — Comento, Henry dejo escapar una risita.

— Bueno, Ryan se despierta a cada rato — Aunque eso no lo molestaba en absoluto.

— Y así será por un par de meses — Dijo su madre — Tranquilo, te acostumbraras — Lo consoló llevando una mano hacia su hombro, acariciándolo un poco.

— Esta bien, Ray hace prácticamente todo el trabajo — Miro a su esposo y le sonrió.

En esta semana que llevaban con el pequeño, Ray se había hecho cargo de absolutamente todo, se levantaba en las madrugadas para cuidar de su bebé, cambiaba sus pañales e incluso lo bañaba, Henry prácticamente había estado en cama, descansado por órdenes de su esposo, sin embargo a veces obligaba a Ray a descansar y él tomaba las riendas del cuidado de su bebé. Ambos como el equipo que eran, se turnaban para atender a su hijo; para ser la primera semana, lo estaban haciendo bien, claro que ya habían olvidado la última vez que durmieron una noche completa.

Henry llego hacia donde estaba su bebé en los brazos de su padre y con cuidado lo tomo en los suyos, Ryan rápidamente se acurrucó en ellos, reconociendo sus brazos al instante. Henry sonrió ante esto y volvió con su madre.

— ¿Quieres sostenerlo? — Murmuro, mirando a su madre quien observaba a su hijo con ternura.

Kris alzo la mirada para ver a su hijo y se dio cuenta que su bebé ya no era un bebé, ahora era todo un adulto, padre y esposo, finalmente había dejado el nido, ya no estaba bajo sus alas pues tenía las suyas para sobrevivir en el mundo por su cuenta.

— Yo... — Bajo de nuevo la mirada al bebé quien se removía en los brazos de Henry, restregando su cara en el pecho del rubio cubierto por una camisa. Estaba algo insegura, después de todo lo que hizo, no sabía si debía hacerlo.

— Alguien una vez me dijo que el pasado es algo que no podemos arreglar, ya está escrito y nada puedes hacer para cambiarlo — Relato las palabras que Ray le dejo hace un par de semanas atrás — Fueron lo que fueron y eso está bien porque el pasado ya no importa, lo que vivimos y lo que pasamos solo deben quedar como enseñanza de lo que no queremos volver a hacer. — Agarro la mano de su madre y con suavidad la puso sobre el cuerpo de su hijo, cubierto por un mameluco y una suave manta — Este es el futuro ahora, es lo único que importa. — Sonrió.

Kris trago saliva, sin despegar la vista del pequeño quien ahora tenía sus ojos abiertos, dejando ver lo azules que eran. Kris sonrió ante esto y con sus dedos acaricio levemente su cuerpo.

Baby on board.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora