Capítulo 4

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Estuvieron un rato en la cama, abrazados hasta que el castaño sintió que Henry comenzaba a quedarse dormido, lentamente y con cuidado, lo recostó en la cama. Henry rápidamente empezó a quejarse al no sentirlo bajo sus brazos, Ray sonrió un poco ante esto, tomo una almohada y se la dio para simular que era él, Henry entre sueños la tomo y finalmente se quedó dormido. Ray salió de la habitación y fue a la sala, encontrándose con Jasper y Charlotte en el sillón giratorio.

— Chicos, ¿qué hacen aquí todavía? —pregunto mientras iba al auto - snacks para pedir algo de frutas.

— Queremos saber cómo está Henry.

— Está bien, acaba de quedarse dormido —tomo la fruta y camino con ella hacia la mesa para picarlas con un cuchillo que también había pedido. Quería prepararle una ensalada de frutas al rubio.

— Y ¿tú? —pregunto Charlotte lentamente — ¿Cómo estás con la noticia?.

— Estoy bien — los miro — ¿Qué? —detuvo lo que estaba haciendo al ver como estos no se veían muy convencidos — ¿Piensan que no estoy feliz con esto?, ¿por qué todos creen que me iba a enojar o algo así? —pregunto frustrado mientras iba por más fruta.

— Mira, no es que lo pensáramos nosotros —dijo Jasper — Henry tenía sus inseguridades y solo queremos saber si esos miedos no se van a volver realidad.

— Si —continuo Charlotte — Ray, eres nuestro amigo, pero ahora Henry es nuestra prioridad y no queremos que nada malo le pase.

Ray los entendía a la perfección.

— Yo tampoco quiero eso, —dijo volviendo a la mesa — y es por eso que me encargaré de que nada le pasa... o a mi hijo.

Ambos, Jasper y Charlotte lo miraron y sonrieron, sabían que no tenían que preocuparse por nada.

Decidieron ayudar al castaño con la ensalada de frutas que le estaba preparando al rubio, y como extra le prepararon un rico jugo. Al terminar de preparar todo, Jasper y Charlotte se fueron a sus casas.

Ray coloco la ensalada y el jugo en una bandeja y se encaminó hacia la habitación.

—Hola, bello durmiente —dijo Ray, entrando a la habitación, percatándose de que Henry se estaba despertando — ¿Cómo te sientes? —pregunto sentándose a su lado con la bandeja en mano.

Henry se sonrojó ante ese apodo y se acomodó mejor en la cama.

— Estoy bien —murmuro, regalándole una pequeña sonrisa.

— Te preparé algo rico, debes tener hambre —le mostró la bandeja.

— No tenías que hacerlo — Henry se sentó en la cama y miro la deliciosa ensalada y el jugo.

— Si tenía —dejo un tierno beso en su frente y luego coloco la bandeja en su regazo. El rubio empezó a comer lentamente, mientras que Ray se limitaba simplemente a verlo comer.

— Ray —Henry hablo luego de unos minutos en silencio, dejo la bandeja a un lado y miro al castaño —Lamento mucho no haberte dicho nada antes...

— Hey — Ray tomo su cara gentilmente — Ya paso, ¿está bien?, lo importante es que ahora lo sé y me haré cargo de todo.

Henry sonrió por eso.

— ¿Te harás cargo de los mareos y vómitos?, porque están bien fastidiosos — Se rió un poco. Ray también se rió.

—Haré lo que sea para que ambos se sientan bien —dejo un tierno beso en los labios del rubio — ¿Puedo? —pregunto al separarse del beso, señalando el abdomen del rubio.

Baby on board.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora